martes, marzo 16, 2010

Recomendaciones femeninas VII: "Clara y la penumbra"

Una de las cosas que más me preocupaba dejar en el aire cuando decidí cerrar el blog hace unos meses (aunque al final no fuese más que un breve paréntesis) era la promesa que le había hecho a la Tentadora (reverencia, por favor) de leer “Clara y la penumbra” y reseñarla como una de mis recomendaciones femeninas. Y me preocupaba, en concreto, porque “Clara y la penumbra” era el primer libro que una de “mis mujeres” (no lo digo en el sentido mormón, sino refiriéndome a esas personas de género femenino que me alegran la vida) me recomendaba precisamente PARA ser reseñado. En los casos anteriores no se había manifestado esta intención de ver la recomendación plasmada en El Abismo, por lo que esto suponía un interesante ejemplo de retroalimentación blogger-lector que merecía llegar a buen puerto.

Debo reconocer que leer “Clara y la penumbra” me ha costado más de lo esperado. He tardado mucho más de lo habitual y he tenido que empezarlo dos veces desde el principio. No porque sea un libro denso o complicado de entender, nada más lejos de la realidad: su autor, José Carlos Somoza, despliega una narrativa ágil y sencilla, perfectamente acorde con las intenciones de la novela (entretener y hacer buena caja). El problema es que durante las 100 ó 200 primeras páginas del libro, nada de lo que se me contaba me interesaba demasiado.


Así, en el argumento de “Clara y la penumbra” tenemos por un lado a la Clara del título, joven madrileña que trabaja como lienzo (sí, como suena) dentro del movimiento artístico del HD o Hiperdramatismo, una concepción de la pintura basada en el uso de seres humanos como obras (tras un arduo proceso de imprimación, pintado y profundo trabajo psicológico) que se exhiben en museos o colecciones particulares durante maratonianas sesiones de estatismo y equilibrio. Por el otro lado tenemos a dos agentes de seguridad de la Fundación Van Tysch (Bruno Van Tysch vendría a ser algo así como el Picasso o el Van Gogh del HD) que persiguen, como no podía ser de otro modo, a un asesino en serie de lienzos.

Y es aquí donde un servidor desconecta. Tres palabras: Asesino. En. Serie. ¿Otro asesino en serie? ¿De verdad? ¿Es que no se puede escribir una novela de misterio sin meter a) un enigma histórico-religioso o b) un asesino en serie? ¡Qué daño le ha hecho Thomas Harris a la literatura de suspense, por dios! Y al cine, ya puestos… (de Dan Brown y sus acólitos no hablo, que me pongo enfermo).

Decía antes que las 100 ó 200 primeras páginas de la novela se me habían hecho difíciles, pero lo cierto es que una vez terminan las presentaciones y empieza a hablarse un poquito del proceso artístico y sus implicaciones psicológicas, la novela alcanza sus mayores cotas de interés y se lee con agrado, pese a que los personajes nunca lleguen a sentirse como algo más que vehículos con fines narrativos. Hay algo artificial en el relato, tanto en lo que se cuenta (demasiado A-B-C) como en el modo de contarlo (Somoza es un escritor habilidoso, pero nunca llega a parecerme realmente bueno) que lastran terriblemente el conjunto.

En última instancia, el autor crea un interesante entramado de intereses artístico-mercantiles, un buen puñado de personajes arquetípicos pero resultones, una narración en paralelo de clásica estructura coral (que no se aleja mucho de lo que podría plantear un Naoki Urasawa en horas bajas) y hasta un par de interesantes apuntes sobre arte (aunque, seamos honestos, no hace falta ser Rudolf Arnheim para entender “Clara y la penumbra”) para finalmente dejarse arrastrar por los más manidos tópicos del best-seller de misterio. Ni la identidad del asesino (que se veía venir) y sus motivaciones (que ídem de lienzo, nunca mejor dicho), ni la increíblemente tópica conclusión (el tramo final, plagado de mil y un truquitos tramposos para generar tensión, resulta totalmente inconveniente) dejan espacio para la sorpresa o la emoción, dando a entender que nunca fue intención del escritor plantear un discurso excesivamente complejo sobre arte ni, desde luego, innovar mínimamente en los estándares del thriller literario.

¿Conclusión? Perfecta para leer en un largo viaje en tren o rellenar horas muertas en el metro, pero totalmente prescindible si lo que uno busca en la literatura es algo más que pasar el rato.



O tal vez yo no sea el lector adecuado para esta clase de novela. Chi lo sa?

8 comentarios:

Jesus dijo...

Este me lo leí yo hace ya algo de tiempo y me gusto bastante, no es el mejor libro que me he leido, pero como es tan diferente al resto, me soprendio un poco :) Un libro interesante aunque raro

lost in translation dijo...

Clara y la penumbra fue el libro con el que conocí a Somoza hace siete años y me gustó; de hecho, me gustó tanto que me animó a leer más obras de su autor. Quizá La caverna de las ideas cumpliría más tus expectativas de novedad en el planteamiento de la novela. El resto de los títulos que le he leído son totalmente prescindibles, aunque entretenidos.

Y ya puestos, sé que no soy una de "tus mujeres", pero puedo ser la segunda que te hace una recomendación para ser reseñada ;) Si puedes, leételo en inglés: The Book of Illusions. La Tentadora puede hacértelo llegar en su versión original (yo me encargo de ello).

entre líneas dijo...

...pensé que la crítica iba a ser mucho más devastadora,jejeje.

Supongo que yo en cierto modo tengo muchas más implicaciones emocionales con una histoira donde la protagonista es un "lienzo", y eso me puede cegar...o simplemente se trata que estamos en momentos literarios distintos, o yo soy más conformista, o tenemos otros gustos ...ves, ya me he hecho un lío!

Creo que mi segunda recomendación es más de tu estilo, "Los renglones torcidos de Dios".

Gracias por esta entrada, por la reverencia y por decirme que te alegro la vida (entre tú y yo, es el piropo más bonito que me han hecho en la vida!) ;)

Y a ver si te ves Elegy de una vez, caray! jajajaja

Jero Piñeiro dijo...

Jesus: precisamente a mí no me ha gustado porque lo veo demasiado convencional. La parte a la que se le podía haber sacado más partido, todo lo relativo al arte, se queda a medio gas, mientras que la trama del asesino en serie está plagada de tópicos...

Traductora: ya tenía anotado en mi lista de lecturas pendientes "The book of illusions" ;) Siendo de Auster, sospecho que al menos me gustará cómo está escrito. Lo que no tengo muy claro es que vaya a leerlo en pitinglish; no estoy seguro de estar capacitado. Aún así, tengo otra recomendación femenina pendiente desde hace tiempo y unos cuantos libros que quiero leer primero. Solicito paciencia, pues ;)

Tentadora: desde luego, esta clase de best-sellers de misterio no son muy de mi palo (debo ser de los pocos a los que la trilogía "Millenium" no les llama lo más mínimo...) De "Clara y la penumbra" me esperaba algo más profundo, la verdad. Demasiados clichés y lugares comunes para mi gusto. También es cierto que venía de releerme "El lobo estepario" de Hesse, que es un caudal continuo de ideas filosóficas, y tal vez el cambio de registro no le sentó bien a Clara. Curiosamente, "Los renglones torcidos de Dios" también lleva una buena temporada en mi lista de lecturas pendientes, pero es que esa lista es tan jodidamente enooooooorme...

La semana pasada vi "Mapa de los sonidos de zZzzZZZzz" y me pareció una castaña pilonga, waka hasta la saciedad. Y eso que la bellísima Rinko Kikuchi pone "toda la carne" en el asador, jejeje. Si "Elegy" es, según tú, mucho más aburrida, que Coixet no cuente conmigo; yo abandono el barco...

Sobre los piropos: la gente debería decir siempre las cosas buenas. Las malas, en la medida de lo posible, callárselas. Un cumplido o una frase amable nunca están de más. Y mucho menos si es cierta, como es el caso ;)

lost in translation dijo...

Estoy segura de que el inglés de Auster no será ningún problema. Sé que tiro piedras contra mi tejado, pero en la traducción siempre se pierde algo de la esencia del libro. Creo que ya te has dado cuenta que eso ocurre también con las series y las pelis. Si le das una oportunidad a la V.O., cuenta conmigo para dejártela.

Anónimo dijo...

Tentación de Eva, estoy de acuerdo contigo, los renglones torcidos de dios es un libro más para él.Lync

vinilosrayados dijo...

Yo no sé lo que es de tu estilo y lo que no, pero..yo también recomiendo "Los renglones..", ale :P

Jero Piñeiro dijo...

Traductora: si ya en el metro, entre el movimiento, la gente chocándose y el tipo que toca "Sólo le pido a Dios" con la ocarina cuesta un poco sumergirse del todo en la lectura, no digamos en otro idioma... De todos modos me lo pensaré, a sabiendas de que tengo un buen dealer para abastecerme, jejeje.

Lync, Srta. Imantada: decididamente, subo "Los renglones..." en mi orden de prioridades literarias ;) Ahora espero que no me decepcione, ¿eh?