La primavera es una estación turbulenta para el lector de tebeos español. La celebración anual del Salón Internacional del Comic de Barcelona coincide con el florecimiento de la vegetación, las crisis alérgicas y la llegada de las minifaldas, haciendo del mundo un lugar mejor para los geeks hispanoparlantes y dejando sus cuentas bancarias en números aún más rojos.
Las editoriales, ignorando la actual coyuntura económica, siguen concentrando lo más granado de sus lanzamientos en los días inmediatamente anteriores al festival por excelencia del tebeo en nuestro país (por mucho que yo prefiera, de largo, acudir como público al espléndido Viñetas desde o Atlántico que Miguelanxo Prado y Carlos Portela organizan cada verano en A Coruña), y un servidor cae un año más en la fiebre consumista y rompe su cerdito-hucha para darle un tiento a algunas de las novedades más destacadas:
Los Muertos Vivientes 20: Guerra sin cuartel (parte 1)
Guión: Robert Kirkman. Dibujo: Charlie Adlard.
144 págs. Rústica. Planeta de Agostini.
No queda mucho por decir,
a estas alturas, de la longeva serie escrita por Robert Kirkman, el
guionista multimedia del momento (con permiso de Joss Whedon), y
dibujada por el mediocre Charlie Adlard. Las siempre trágicas
desventuras del grupo de supervivientes liderado por Rick Grimes en
un mundo postapocalíptico plagado de zombies y cosas mucho peores
(¡humanos!) alcanzan nuevas cotas de ruido y pirotecnia con la primera parte de la saga
“Guerra sin cuartel” con la que, presumiblemente, Kirkman nos
guiará hasta el final del largo arco argumental dedicado al
personaje de Negan.
Resulta evidente, al
menos para mí, que “Los Muertos Vivientes” no se encuentra en su
momento de mayor interés. Tras 120 episodios, recopilados por
Planeta de Agostini en 20 tomos en rústica, la sensación de que la
colección encara un lento declive es algo más o
menos palpable; todo lo contrario que su melliza catódica, más
interesante con cada nueva temporada emitida por la cadena AMC. Lo
cual no significa que el tebeo que propulsó a Kirkman al
estrellato no mantenga siempre unos estándares de calidad bastante
altos, muy por encima de la media del tebeo comercial estadounidense,
convirtiéndose en cita ineludible cada vez que una nueva entrega
llega a las librerías de nuestro país. Eso, claro, y que en el
momento menos pensado Kirkman vuelve a dar un golpe sobre la mesa
(como en el número 100 USA) y nos pone a todos los huevos de corbata
por enésima vez.
47 Ronin
Guión: Mike Richardson. Dibujo: Stan Sakai.
144 págs. Rústica. Planeta de Agostini.
Ésta no es estrictamente una novedad del Salón del Comic, puesto que fue publicada por Planeta de Agostini a finales de marzo, pero sí entraría por fecha en el lote de lecturas primaverales del abajo firmante. No sé si es casual o no que a principios de este año se estrenase una libérrima (por utilizar un adjetivo eufemístico) adaptación al cine de la leyenda japonesa de los 47 ronin, pero la versión en viñetas propuesta por Mike Richardson (hombre para todo de Dark Horse Comics) y Stan Sakai (creador del célebre conejo samurai Usagi Yojimbo) bajo la supervisión de Kazuo Koike (genuflexión: "El lobo solitario y su cachorro") pretende reflejar el espíritu del relato original manteniendo una gran fidelidad respecto al contexto histórico.
Así, "47 Ronin" es un tebeo sobrio, a caballo entre los modos narrativos occidentales (formato comic-book de 24 páginas en color) y la sensibilidad oriental, presente tanto en las motivaciones de los personajes y las decisiones que éstos toman como en el trazo cartoon, personalísimo, de Sakai. Con una apabullante sencillez narrativa, el dibujante estadounidense de ascendencia japonesa sabe dotar al relato del ritmo idóneo tanto para los momentos más reflexivos, plenos de esa filosofía abnegada que define al bushido, como para las escenas de acción, alejadas de los tópicos occidentales sobre la esgrima samurai. No todo es perfecto: por un lado, me hubiera gustado un mayor desarrollo en los personajes secundarios, pues apenas hay tres o cuatro caracteres bien definidos en la trama; por el otro, el estilo de Sakai funciona mejor para los animales antropomórficos de "Usagi Yojimbo" que para los humanos de "47 Ronin": por momentos me ha costado distinguir los rostros de los distintos samurais y señores feudales. Aún así, "47 Ronin" sigue siendo un título más que recomendable para todos aquellos que disfruten de las historias japonesas de época... asumiendo, por supuesto, que el resultado está mucho más cerca del cine de Akira Kurosawa que de la última superproducción protagonizada por Keanu Reeves.
100 Balas: Hermano Lono
Guión: Brian Azzarello. Dibujo: Eduardo Risso. Color: Patricia Mulvihill.
192 págs. Rústica (aunque también existe una edición en cartoné). ECC Ediciones.
Brian Azzarello y Eduardo
Risso recuperan a uno de los personajes más carismáticos de la
colección de género negro que los consagró, “100 Balas”, en
una miniserie de ocho números ambientada en la ciudad mexicana de
Durango. “Hermano Lono” funciona casi como un áspero combinado
de las crípticas e hiperviolentas novelas criminales de Cormac
McCarthy con “El jinete pálido” de Clint Eastwood.
Tras varios años
encubriendo su predilección por el hard boiled bajo los códigos del
género super-heroico, Azzarello regresa por fin a su legítimo hogar
literario y uno percibe claramente cómo el escritor italoamericano
se siente mucho más cómodo retratando el decadente México de los
narcos torturadores y la corrupción institucionalizada que narrando
la última aventura mitológica de Wonder Woman (por curiosa que le esté quedando su etapa como guionista de las aventuras de la amazona). El dibujo
atmosférico del argentino Eduardo Risso, deudor del claroscuro de
sus compatriotas Muñoz y Breccia, reanima la simbiosis perfecta que
ya había hecho de “100 Balas” una cabecera de una coherencia y
solidez memorables. La sensación que uno tiene leyendo “Hermano
Lono” es, en definitiva, la de que no ha pasado un día desde que
nos vimos obligados a despedirnos de Dizzy Córdoba, Cole Burns y el
enigmático Agente Graves.
Este del Oeste: Uno
Guión: Jonathan Hickman. Dibujo: Nick Dragotta. Color: Frank Martin.
152 págs. Rústica. Norma Editorial.
Jonathan Hickman es uno de los guionistas norteamericanos del momento. Tras varias miniseries de corte independiente, sus guiones para “Fantastic Four”, "Guerreros Secretos" y "Shield" lo pusieron en el punto de mira del fandom, y su trabajo actual como arquitecto principal del relanzamiento de Marvel Comics, desarrollando en paralelo varias cabeceras de la franquicia vengadora, lo ha elevado al estatus de estrella. Aún así, y como suele ser tan común en estos casos, son sus proyectos de creación propia los que a priori más me seducen. Al igual que Brian Wood (“The Massive”), Rick Remender (“Black Science”, “Deadly Class”), Brian K. Vaughan (“Saga”) o más recientemente Jason Aaron (“Southern Bastards”), Hickman da cobijo a estas ideas más personales en Image Comics, la editorial que ha tomado el relevo a Vertigo como sello estandarte de los comics de terror y ciencia-ficción para adultos. Allí es donde mensualmente publica la divertidísima “Los Proyectos Manhattan”, dibujada por Nick Pitarra, y también donde viene serializando desde hace unos meses “Este del Oeste” en colaboración con el artista Nick Dragotta.
“Este del Oeste” mezcla el western, la ciencia-ficción futurista, las distopías históricas, el misticismo y las artes marciales en un tótum revolútum que, contra todo pronóstico y al contrario que en “Los Proyectos Manhattan”, se toma mortalmente en serio a sí mismo. Su planteamiento se revela ambicioso desde las primeras páginas, con multitud de personajes en danza, alianzas políticas, profecías apocalípticas, magia, tecnología y religión dándose la mano en una trama que promete desarrollarse a lo largo de decenas de episodios. Esto no es nuevo en Hickman, un tipo frío y calculador que sólo sabe pensar a lo grande y que habitualmente concede más importancia al avance de las distintas tramas que al desarrollo de los personajes, defecto que “Este del Oeste” no consigue eludir en este primer recopilatorio publicado por Norma. Como Hickman es un guionista de largas distancias, de esos que se disfrutan mucho más de veinte en veinte números que de cinco en cinco, y como el dibujo de Dragotta me parece espléndido, yo me subo sin reparos al carro de “Este del Oeste” a la espera de poder comprobar si las altas expectativas generadas acaban teniendo los resultados deseados. Por ahora la cosa pinta bien.
Guión: Ed Brubaker. Dibujo: Sean Phillips. Color: .
136 págs. Cartoné. Panini Comics.
La
feliz asociación entre el guionista Ed Brubaker y el dibujante Sean
Phillips continúa dando magníficos frutos en la segunda entrega de
"Fatale", con la que Panini recopila los episodios 6 al 10
de la serie, a punto de concluir en el número 24 en su país de
origen de la mano de Image Comics. Una vez más, me veo en la
obligación de subrayar esa posición privilegiada que ahora la
editorial ocupa entre las preferencias de los propios autores
norteamericanos a la hora de introducir en el mercado sus nuevas
colecciones. Tanto es así que Brubaker y Phillips han firmado un
contrato en exclusiva por 5 años para publicar todas sus obras de
creación propia bajo el paraguas de Image, llevándose consigo dos
de sus licencias más importantes en el sello Icon de Marvel:
"Incognito" y "Criminal".
Este
segundo volumen de "Fatale" repite las mismas virtudes (y
los mismos tics, tan propios de su equipo creativo) que el tomo
precedente: mezcla de género negro y terror sobrenatural en una
proporción, digamos, 80% James Ellroy / 20% H.P. Lovecraft; un
dibujo atmosférico, cada vez más ágil y expresivo, y una narración
precisa como un mecanismo de relojería por obra y gracia de
Phillips; violencia, sexo y mujeres malas que manipulan una y otra
vez a hombres mucho más simples e ingenuos que ellas. Todo ello
contextualizado en esta ocasión en la ciudad de Los Angeles de los
años setenta, meca del cine, la droga y las sectas al estilo Manson.
Quienes llevamos siguiendo a Bru y Phillips desde los tiempos de la
imprescindible "Sleeper" ya sabemos lo que podemos esperar
de un tebeo firmado por este equipo creativo. Compra segura, llueva,
nieve o salga el sol.