viernes, noviembre 24, 2006

Profundidades

Estuve ayer de visita en Pontevedra para ver la exposición que han organizado en el edificio de la Fundación CaixaGalicia sobre la película “De Profundis”, escrita, dirigida y “shit you little parrot” (cágate lorito) íntegramente ilustrada por Miguelanxo Prado, con música del compositor Nani García.

Que Prado es un monstruo ya lo sabe todo aquel que haya leído alguno de sus comics, o visto sus diseños para animación o sus ilustraciones para un montón de libros y novelas. Pero esa genialidad, que uno ya tiene asumida, siempre se supera a sí misma en el vivo y el directo, cuando uno se acerca a esos originales cargados de lirismo y no puede más que pensar: qué cabrón…



Aún no he podido ver la película, y no tengo muy claro que vaya a funcionar plenamente (es que la pintura animada… ufff… no sé, no sé…), pero lo cierto es que al menos el material del que parte es sencillamente impresionante (y la banda sonora, por lo poco que he oído, también).

Aprovechando la visita a la exposición, quedé también con la gente de Pontevedra, a la que no puedo sino confesar que añoro terriblemente, y que ojalá también me quedase otro año más de carrera allí.

(O quizás la visita era a la gente de Pontevedra, y la exposición era un añadido casual… Nunca me aclaro con mis motivaciones…)

Dibujando

Esta semana ha sido tranquila en cuanto a producción dibujera. Es decir: la semana ha sido normal pero yo he estado de un vago… Cuelgo aquí lo último que he hecho:

Un boceto a tinta (bastante guarro) de uno de los personajes de “Mute”:



Y un par de autorretratos (el primero, a tinta y color con Photoshop; el segundo, íntegramente en Photoshop y mi primer acercamiento a la tableta gráfica):

CALARTE!

Desde hace un tiempo, varios amigos de Bellas Artes (y alguna otra carrera) de Pontevedra se han montado un grupo artístico para exponer en conjunto. Son todos gente de talento, y se mueven por campos distintos (dibujo, pintura, foto, escultura…); pero sobre todo son gente de puta madre.

Tímidamente fui intentando colarme en el grupo (maquinando, maquinando…) y por fin puedo decir que me han admitido y que, sea cuando sea la próxima exposición, me han dicho que tengo un sitio entre sus obras para presentar mis amados abortillos al público. Por si alguien tiene curiosidad (que espero que así sea), aquí está el link a su fotolog: www.fotolog.com/calarte desde el que se puede ir a los fotologs individuales de los miembros del grupo.

Ilusión

Dar clases a niños cuya edad oscila entre los 6 y 11 años (y habida cuenta de que el mendas suma ya la edad suficiente para haber terminado una carrera, haber pasado una temporadita en el extranjero y llevar unos meses cucaracheando mientras busca una digna salida profesional) me devuelve a una situación que ya casi tenía olvidada: las interminables conversaciones que surgen en torno a dos temas estrechamente relacionados. A saber:

1) ¿Qué has pedido en la carta a Papá Noel/los Reyes Magos? Respuestas posibles: una mochila de Pucca; un juego de “Piratas del Caribe” (sigh); una PlayStation; el web-splasher y el todoterreno y la nave espacial y la moto de repartir pizzas de Spider-man, cada una con un inédito e inaudito (y otras palabras que empiezan por “i”) uniforme para el personaje, que no sé cómo no le da vergüenza ir por ahí con esas pintas (si fuera hijo de mi madre se iba a enterar…)

2) ¿De dónde c****** (censuro por si hay niños leyendo) sacan tiempo los interfectos para visitar todas las casas del mundo en una sola noche? Y, la pregunta que más gracia me hizo: ¿cómo sabemos que Papá Noel no sólo no es gordo, sino que no tiene un dragón que en vez de fuego escupe regalos? (No me pregunten más, yo sólo puedo decir lo que les oí comentar a mis alumnos…)

Todo esto viene a cuento para explicar lo siguiente: por mucho que los niños de hoy en día (¡aaagh, hablo como un falangista!) sean más precoces que nunca, se críen en el cinismo, la incredulidad y el estar de vuelta de todo antes de llegar a ningún lado, subyace una condición natural que los mayores, por desgracia, van olvidando tan poco a poco que no consiguen recordar en qué vaqueros se la dejaron: que el ser humano come, duerme y trabaja para vivir, pero vive para soñar.

Soñamos con conseguir un contrato como dibujante, con comprarnos un coche, con tener un niño/a y criarlo/a para que sea una buena persona, con conquistar a esa chica que nos alegra las noches en vela con el recuerdo de una sonrisa, o con no perder nunca a la chica a la que ya hemos conquistado (a veces no sé qué es más difícil, si matar al dragón o conservar el tesoro que guardaba), con volver a ver a un amigo que está lejos, con encontrar ese regalo que tanta ilusión le hará a alguien a quien queremos, con cosas tan insignificantes como que llegue el día del mes en que sale nuestro comic favorito o el estreno de esa peli o la salida de ese disco a los que tenemos echado el ojo desde hace meses…

Sea lo que sea, lo importante es tener siempre una ilusión. Porque no tenerla implica no ser más que un muerto en vida.

A veces los estrangularía a todos, pero en ocasiones esos locos bajitos son lo mejor para recordarle a uno lo que significan las palabras que de verdad importan…

Navidades adelantadas

Este año, en aras de la necesidad y cargándome todas las tradiciones habidas y por haber, he pedido a lo Reyes Magos que me adelanten mi regalo navideño, así que ya puedo disfrutar en mi casita de mi nueva tabletita grafiquita (diminutivos cariñosos) Wacom Intuos 3 A5, una maravilla de la tecnología que me permitirá, espero, ganar mucho tiempo de trabajo y una eficiencia y precisión que jamás había conocido.

La toma de contacto, como sucede habitualmente en estos casos, será más larga de lo deseado (estoy demasiado acostumbrado a usar el ratón para trabajar en el ordenador) pero por las pocas horas de vuelo que llevo, sólo puedo calificar el aparato de marras con palabras de amor, admiración, placer sexual y otras expresiones poco ortodoxas.

Vamos, que estoy enamorado de esta superficie plana y su irresistible controlador de boligráficas formas…

lunes, noviembre 20, 2006

"Mad World", de Gary Jules

Acabo de encontrarme, de forma inesperada, con una canción que me ha estremecido. Sé que suena masoquista, pero a veces hay cierta belleza en las cosas que consiguen ponernos tristes. Ese "algo" estético de la melancolía. Ese derecho que todos tenemos a sentirnos miserables durante unos segundos, aunque nuestras vidas no dejen de sonreirnos... Esta canción, que no puedo dejar de escuchar, me provoca el impulso irracional de cortarme las venas en una bañera de agua tibia y quedarme dormido suavemente, con lágrimas en los ojos. Y por mucho que en verdad me desagrade la idea, no dejo de ver cierta poesía en ello.

(Por suerte, la canción sólo dura tres minutos...)

"All around me are familiar faces
Worn out places, worn out faces
Bright and early for their daily races
Going nowhere, going nowhere
And their tears are filling up their glasses
No expression, no expression
Hide my head I want to drown my sorrow
No tomorrow, no tomorrow
And I find it kind of funny
I find it kind of sad
The dreams in which I'm dying
Are the best I've ever had
I find it hard to tell you
'Cos I find it hard to take
When people run in circles
It's a very, very mad world
Children waiting for the day they feel good
Happy Birthday, Happy Birthday
Made to feel the way that every child should
Sit and listen, sit and listen
Went to school and I was very nervous
No one knew me, no one knew me
Hello teacher tell me what's my lesson
Look right through me, look right through me
And I find it kind of funny
I find it kind of sad
The dreams in which I'm dying
Are the best I've ever had
I find it hard to tell you
'Cos I find it hard to take
When people run in circles
It's a very, very mad world
Mad world, mad world, mad world"
...
..
.
Para compensar, después pongo "I'm shipping up to Boston", de Dropkick Murphys, y vuelven a tensarse mis músculos y a fluir las endorfinas...
Ah, la música... El hombre es capaz de regalarse tanto a sí mismo...

domingo, noviembre 19, 2006

Un poco de todo... pero nada serio, oigan

Semana aburrida esta última. Mucho trabajo encerrado en mi zulo (al que diré adiós en unos días, en Diciembre estreno choza nueva en el centro de la Coru… sí, más al centro), soñando con esa Wacom que ya está al caer y con el fin de semana en Barcelona que me voy a pegar con Nocciolita, Ledi Luchadora y mi amado señor Lijón (gracias por tu comment, tío, eres lo más de lo más, lo replús). Además, me muero de envidia al ver las fotos que la gente de BB.AA. cuelga en sus fotologs sobre el viaje que acaban de hacer a London… ¡Yo también quiero ir y esuchar allí a The Clash! Tiene que ser toda una experiencia…

Así que hago como estos mini-espacios publicitarios musicales y presento una batería de noticias, reseñas y comentarios varios:

¡MÚSICA!

-Desde que los amigos de mi hermano le regalaron por su cumpleaños el “Born to Run 30th Anniversary Edition”, en mi casa no hacemos otra cosa que escuchar a Bruce Springsteen. Una maravilla de disco. Las canciones más míticas ya las conocía de siempre, pero es que el álbum entero es una joya. No me canso de oírlo. Letras, música, voz, sentimiento. Lo tiene todo. Desde ya, uno de mis discos favoritos de todos los tiempos (que no es moco de pavo).


-Mi tito Santi, el hombre Harley Davidson, me ha devuelto todos mis discos de Peter Gabriel. Guay, porque molan mil. Estoy enganchado otra vez a “The washing of the water”, del disco “Us”. Qué canción más triste, pardiez…

-Enganchado estoy también al tema “El equilibrio es imposible”, de Los Piratas. Será que cuando se acerca el reencuentro con Ledi me vienen a la cabeza sus filias y fobias… (“…en los dólmenes más altos que existen y que están cerca de aquí…”) ¡Un beso, pelirroja!

-El nuevo disco de Fito y los Fitipaldi, “Por la boca vive el pez”, flojito, flojito… Parece un Caras B (aunque me gusta esa frase de “…quiero mirar tus ojos del color de la coca-cola…”). Mi hermano fue con sus colegas al concierto que dio ayer en el Coliseum de A Coruña y se lo pasó pipa (curiosa expresión vegetal que nunca he entendido del todo). Yo ya lo había visto hace un par de años, así que me quedé con mi amigo Karras hablando de…

¡CINE!

… y de lo grandes que fueron Mario Kassar y Andrew Vajna en los 80. Como grandes eran las bandas sonoras que para sus producciones compusieron Jerry Goldsmith y Alan Silvestri.

Estrenos de cine vistos recientemente:

-“Scoop” (Woody Allen): obra menor (que claro, para otros directores sería mayor) plagada de ingenio, situaciones descacharrantes, diálogos memorables (“…son un público maravilloso y un orgullo para su raza…”) y todo lo demás que conlleva estar firmada por el genio de Nueva York (y además, yuja y re-yuja, Scarlett Johanson). Le doy un 7.

-“La Dalia Negra” (Brian de Palma): doblete de Scarlett Johanson en la cartelera, y una película tan fiel al género negro clásico que hasta creo que habría quedado mejor en blanco y negro. Le falta algo de punch y a veces resulta demasiado afectada, pero como ejercicio de nostalgia cinematográfica acierta y convence. De todos modos, no creo que pase a los anales de la historia del cine. Le pongo un 6, porque De Palma es visualmente un monstruo.

-“Borat” (Larry Charles): falso documental sobre un periodista de Kazajistán que viaja a EE.UU. para conocer las costumbres locales. Pese a que no me esperaba más que un despropósito escatológico de usar (o sea, reír), y tirar, me ha parecido un film con varias lecturas, que utiliza el humor grueso con fines socio-políticos y que permite varios niveles de disfrute distintos (impresionante, por reveladora, la escena en que el especialista americano le explica a Borat cómo funciona el sentido del humor patrio). Muy, muy bien: un 7’5

-“Infiltrados” (Martin Scorsese): lo mejor para ver ahora mismo en cine, y posiblemente una de las pelis (sino LA peli) del año. Actores en estado de gracia (impresionante trío protagonista: Leo Di Caprio, Matt Damon y Jack Nicholson), un guión demoledor y la madurez de un grande entre los grandes dirigiendo el cotarro. Huele a Oscar (si Clint Eastwood y sus dos versiones de Iwo-Jima se lo permiten, claro). Un 9 como una casa.

¡TELEVISIÓN!

Como yo de eso no consumo, tiro de DivX para verme hasta el capítulo 13 de "Prison Break", que está en un momento especialmente interesante y que mejora capítulo a capítulo. Aunque yo siempre seré fiel a "Lost"...


¡SEXO!

...


(¡Haced cábalas y conspirad si queréis, no pienso confesar nada de eso que se dice de mí por ahí!... ¡No me presionéis, no hablaré! ... Yo... Yo... ¡Sólo fue una vez y la oveja dio su consentimiento!)




¡COMICS!

Últimas lecturas, brevemente:

-Capitán América # 13 (Brubaker/Epting): me aburrooooo… Un 3.
-X-Men: Génesis Mortal #1(Brubaker/Hairshine): nada nuevo bajo el sol. Un 4.
-Nuevos Vengadores #11 (Bendis/Finch): ídem de lienzo. Un 4.
-Nighthawk (Way/Dillon): discretito y poco original. Otro 4.
-Crisis de Identidad #2 (Meltzer/Morales): divertido y engancha. Un 6.
-Ultimate Fantastic Tour #15 (Millar/Land): divertido y bonito. Otro 6.
-X-Factor #1 (David/Sook): agradable sorpresa. Un 6’5.
-Clandestine (los 8 números de Alan Davis): un comic de super-héroes bien hecho, que sólo pretende entretener sin tratar al lector como a un minusválido mental y que lo consigue. Un 6’5.

-Blanco Humano: en el nombre del padre (Milligan/Pulido/Chiang): duro, real. Magnífico. Un 8.
-The Ultimates 2 # 2 (Millar/Hitch): tremendo, como siempre. Thor mola un mazo. Un 8’5.


Nada más (aunque ahora que releo, veo que parece bastante) por esta semana. La que viene, esperemos, algo más movidita.

domingo, noviembre 12, 2006

Felices tiempos muertos

Adoro Santiago de Compostela. Supongo que será porque nunca voy por obligación, sino para desconectar. Allí está mi piso franco, mi reducto de paz alejado de las obligaciones, mi Fortaleza de la Soledad (como ésa que se montó Kal-El en el polo). Y cuando estoy en Santiago, me rasco la entrepierna hasta que me sale costra.

Pasé allí este fin de semana, y como siempre, se ha ratificado lo que ya sabía: la felicidad está en Compostela.

Dormí lo que quise, compré un montón de comics (y algunos incluso buenos, como el "Blanco Humano" de Peter Milligan y Javier Pulido o el "ClanDestine" de Alan Davis) , comí a la hora que me dio la gana, estuve con gente increíble (geniales, como siempre, Parafita y Ana, sois grandes por separado, pero juntos sois de puta madre), fui al cine (a ver "Scoop", de Woody Allen, divertidísima, muy recomendable para todo aquel que quiera echarse unas risas), salí de marcha (un poco el viernes y otro poco el sábado, dos pocos nada más) y estuve toda la noche rodeado de belleza (desbordaba, como no, Alicia; también su amiga Marta, con la que coincidí por vez primera; y que decir de Nocciolita: aún no he encontrado la palabra que pueda describir lo que susurran de ti, enamorados, los espejos) y gocé de esas conversaciones intrascendentes que llenan de alegría los anocheceres no planeados (grandes temas a debate: "la virginidad post-parto de María", "¿qué sabes tú de Bruselas?", "los 25 tipos distintos de blanco que conocen los esquimales" y "las motos inglesas tienen el cuenta en millas por hora").

Ojalá la vida fuera siempre así...

Una de nostalgias...

Yo adivino el parpadeo
de las luces que a lo lejos,
van marcando mi retorno.
Son las mismas que alumbraron,
con sus pálidos reflejos,
hondas horas de dolor.
Y aunque no quise el regreso,
siempre se vuelve al primer amor.
La quieta calle donde el eco dijo:
"Tuya es su vida, tuyo es su querer",
bajo el burlón mirar de las estrellas
que con indiferencia hoy me ven volver.
Volver,
con la frente marchita,
las nieves del tiempo
platearon mi sien.
Sentir, que es un soplo la vida,
que veinte años no es nada,
que febril la mirada
errante en las sombras
te busca y te nombra.
Vivir,
con el alma aferrada
a un dulce recuerdo,
que lloro otra vez.
Tengo miedo del encuentro
con el pasado que vuelve
a enfrentarse con mi vida.
Tengo miedo de las noches
que, pobladas de recuerdos,
encadenan mi soñar.
Pero el viajero que huye,
tarde o temprano detiene su andar.
Y aunque el olvido que todo lo destruye,
haya matado mi vieja ilusión,
guarda escondida una esperanza humilde,
que es toda la fortuna de mi corazón.
Volver...
...
...
...
(Lo escribió Carlos Gardel, pero hay días en que parece que es el estado de ánimo de uno mismo el que firma las canciones de otros... Yo me entiendo...)

viernes, noviembre 10, 2006

Reciclando

No exactamente, pero casi. Mientras estaba en Burdeos disfrutando de mi Erasmus (¡saludos a Francia y León!) hice un montón de esbozos y story-telling (dibujillos chorras con lo que debería ir en cada viñeta, perspectivas, movimientos, etc.) para un proyecto que lleva largo tiempo rondando por mi cerebelo. Se trata de una antología de historietas sin palabras (ni onomatopeyas ni nada) narradas únicamente con la imagen y cuyo titulo genérico sería simplemente “MUTE” (como el botoncillo del mando a distancia que le quita el volumen de golpe a la tele).

Cuando volví a España y empecé a plantearme más en serio esto de dibujar, intenté abordar el proyecto empezando por una de las historias más sencillas (en teoría) de cuantas componían el álbum. Aunque tenía algunos detalles más que decentes (sobre todo en lo narrativo), el dibujo era un desastre y el resultado no fue muy bueno.

Pero siempre creí que esa historia merecía un trato mejor. Así que esta semana, aprovechando que no tengo ninguna propuesta, ni concurso, ni nada de nada a la vista, empecé un profundo reciclaje de ideas para ver si consigo sacar el álbum de “MUTE” adelante.

Cuelgo aquí la primera viñeta de la historia de marras. Primero la original, hecha en su momento con rotulador y en blanco y negro:

Y ahora la nueva versión, primero a lápiz…


…y el resultado final (vía “Fotoshó”, of course):


Cada viñeta me lleva un buen puñado de horas (sobre todo porque aún no me he comprado la maldita tableta gráfica que tanta falta me hace, y lo tengo que hacer todo con ratón), así que no tengo ni idea de cuánto tardaré en hacer todas las páginas (una barbaridad, seguro), pero creo que el nuevo estilo funciona mucho mejor y quizás así consiga que la historia gane fuerza visual, que es de lo que se trata. Además, el nuevo diseño del personaje principal me gusta mucho más (esa gafas eran un horror…).

Habemus libris

Me han llamado de la organización del concurso GZCrea para perdirme los archivos JPEG de “Os nomes esquecidos”. Al parecer, van a publicarla en el libro que recogerá las obras ganadoras junto con otras dos finalistas seleccionadas por el jurado (entre las que se encuentra mi historia).

Me hace una ilusión increíble, porque será la primera vez que se publique algo escrito y dibujado por mí, y porque, además, es el primer trabajo serio que presento en mi vida, por lo que tengo la impresión de que no podría haber empezado con mejor pie. Bueno, quizás si me hubiera llevado algún premio en metálico, jejeje…

Qué demonios, vayamos por partes (como dijo Jack el Destripador) y cada cosa a su tiempo. Por lo de pronto, una excelente noticia.

domingo, noviembre 05, 2006

Articuleando (bonita palabreja me acabo de inventar...)

Acabo de leer el artículo de esta semana del siempre brillante Javier Marías, fulano por el que, sin conocerlo en absoluto en lo personal, siento grandes simpatías, y la clase de escritor que es capaz de decir eso mismo que tú estás pensando de aquella manera en que tú jamás serías capaz de escribirlo.

La cuestión es que el artículo trata sobre las amistades perdidas, esas que se van hundiendo en las cenagosas aguas del distanciamiento y el desembarazo, y he pensado al terminar la última línea que no deseo que eso me pase a mí, ni a la gente que conozco. Así que si podéis, echadle un vistazo al artículo de marras (en el suplemento dominical de "El País" con fecha de 5 de Noviembre), que seguro que os anima a llamar por teléfono a alguien, o a escribir un sms o un mail para decir simplemente "hola, qué tal".

Yo, por mi parte, vuelvo a saludar y desear lo mejor a todo el mundo desde aquí, y muy especialmente a mi hermano negro, de quien no tenía noticias desde hace mucho, y con el que me ha alegrado retomar el contacto. Respóndeme el mail, tío, ¡y que no decaiga!

sábado, noviembre 04, 2006

"Esto es Halloween, esto es Halloween..." (pronunciese entonando la deliciosa musiquilla de Danny Elfman)

Lo necesitaba. Después de meses sin pisar la calle con “animus nocturnus desfasandi”, ayer dejé que los espíritus del Walpurgis me poseyeran y, convenientemente ataviado tras una improvisación caída de cielo a la 1:00 a.m. (gracias a Álvaro, que nada tiene que envidiar a Mortadelo como maestro del disfraz), salí para darlo todo.

Allí estábamos Jesucristo karateka (uno de los disfraces más grotescos de los que tengo constancia), los zombis de Barcelos y la niña con herida en el cuello (a falta de una definición mejor), bailando y riendo y pasando de todo.

Casi seguro conoceréis una máxima filosófica anónima que circula por internet promulgando:

“Work like you don’t need the money,
love like you’ve never been hurt,
live like there’s no tomorrow,
dance like no one is watching”


Así fue mi Halloween y, cago en to, que bien me lo pasé.

(Quizás la parte de amar como si nunca te hubieran herido la deje para otro día en que no parezca que me hayan cocinado una pizza en la cara…)

miércoles, noviembre 01, 2006

Una página de "Treboada"

Por fin he entregado el proyecto de la serie "Treboada" a la gente de BDBanda. La persona de la revista con la que siempre trato es el dibujante Kiko da Silva, al que algunos conoceréis por sus páginas en la revista El Jueves, sus tiras para prensa o su personaje Fiz. A él le debo las toneladas de ánimo que me insufló cuando lo conocí en el Salò de Barcelona y el haberme presentado al concurso GZCrea. Es todo un profesional del que intento aprender lo máximo cada segundo que paso en su compañía, y además, por lo poco que lo conozco, creo que es una persona encantadora y siempre dispuesta a echar una mano al pringadillo que está empezando (o sea, yo).

Pero bueno, el caso es que estar en la nueva temporada de la revista va a ser casi casi imposible, pues sólo tendrán cabida unos ocho o, a lo sumo, diez historietas, y a día de hoy ya habían recibido al menos 120 propuestas.

Por mi parte, cruzaré los dedos para resultar elegido, aunque tengo muy claro que haría falta un milagro.

Por lo de pronto, cuelgo aquí la página de muestra que les entregué, junto a los diseños de personajes que ya aparecen en entradas anteriores.

La página a lápiz:



Y la página terminada:

Muse en concierto (o mejor, yo en un concierto de Muse)


Era una cuenta pendiente. Después de haberme perdido el festival rock del Xacobeo 2004 (en el que actuaron muchos muy grandes, como Iggy Pop, The Cure o Bob Dylan), ver a Muse en directo era una de esas cosas que estaban en mi lista de “hacer antes de morir”.

Soy seguidor de la banda desde “Absolution”, su tercer álbum, pero pronto me lancé a descubrir los anteriores, atrapado por un sonido diferente a todo lo que conocía (aunque algún tiempo después comprendí la gran deuda que Muse tiene hacia Radiohead), y estoy convencido de que, a día de hoy, son uno de los dos o tres grupos de rock que mejores canciones componen. Si siguen sacando álbumes al altísimo nivel de calidad al que ya han conseguido malacostumbrarme, la etiqueta de clásicos va a ser, de cara a la posteridad, inevitable.

Pero donde una banda (y, como decía el anuncio, una colonia) marca la diferencia es en las distancias cortas: el directo.

Y el de Muse, aunque no es perfecto (tiempo al tiempo), sí funciona a casi todos los niveles. Falta algo de espontaneidad y quizás 15 minutos más de espectáculo, los justos para tocar “Sunburn”, “The small print” y “Thoughts of a dying atheist”, pero también es cierto que los chicos de Teignmouth (Devon, Inglaterra) tienen un repertorio de temas caramelo profundamente adrenalínicos que arrastran, con la violencia de su distorsión y su brillante cadencia rítmica, a un público que se deja seducir con la facilidad de una ramera de Bangkok.

Porque, ante todo, Muse suena de la hostia. Tan simple como eso.

El vocalista/guitarrista/teclista y líder indiscutible de la banda, San Matthew Bellamy, es uno de esos prodigiosos super-dotados para la música al que además Dios, en su constante desprecio por la mayoría y favoritismo evidente hacia unos pocos, ha dotado de una voz tan personal como exquisita, posiblemente el mejor y más preciso de los instrumentos que sonaron la noche del 27 de Octubre en el Palacio de Deportes de Madrid.

Acabé el concierto exhausto y sudoroso, rebozado en material genético ajeno (esta frase no es mía, pero se la tomo prestada a mi amigo Álvaro, que también estuvo allí) y con una de esas sonrisas de satisfacción que sólo puede otorgarte algo tan grande como miles de personas coreando “Knights of Cydonia” al unísono, brutal fin de fiesta.



(Tachado de la lista de “cosas que hacer antes de morir”… creo que lo siguiente es escalarme un 8.000…)