No tengo intención de hacer en esta entrada una argumentación tipo
comic en papel vs. comic digital. Si queréis eso lo dejamos para los comentarios. Aún así, todo lo que yo pueda opinar al respecto ya lo ha explicado mucho mejor Javi Olivares en
esta entrada de su blog. Es decir, que más allá de mi devoción por los tebeos como algo físico y tangible, estoy muy contento con la tablet que me regaló hace unos meses J. (mayúscula), a la que empecé a dar bastante uso a raíz de
mis colaboraciones con ECC Ediciones y que actualmente me sirve casi exclusivamente para leer comics. Pero, como decía, esta entrada no va de eso sino de series que antes o después (¡o nunca!) veremos publicadas en castellano por editoriales autóctonas. Series como...
Black Science
Guión: Rick Remender. Dibujo: Matteo
Scalera. Color: Dean White.
Image Comics. Serie abierta. 5 números
publicados.
Rick
Remender ya había demostrado su entusiasmo por los universos
paralelos, preferiblemente repletos de fauna y flora amenazadoras y
un indudable componente pulp, en trabajos para Marvel Comics como
“Imposibles X-Force” o
“Capitán América”. Con “Black
Science”, el creador de “Fear Agent” (otra de aventuras
fantacientíficas en entornos alienígenas) eleva esta predilección por el viaje interdimensional a su máxima potencia. La odisea
espaciotemporal de Grant McKay y su Liga de Científicos Anarquistas,
saltando constantemente entre las infinitas capas de cebolla del
Siempreverso (traducción libre, propia y posiblemente
imprecisa del
“Eververse” inglés) en busca de su mundo de
origen, no son especialmente novedosas desde el punto de vista
conceptual, pero combinan el encanto aventurero de seriales
televisivos como
“Quantum Leap” o
“Lost in Space” con las
atmósferas exóticas y surreales de la generación “Metal
Hurlant”.
Buena
parte del mérito lo tiene el dibujo de Matteo Scalera,
espectacularmente pintado por el colorista Dean White.
Definitivamente, el arte de “Black Science” supone la diferencia
entre un comic simplemente entretenido (cuyo guión, hay que decirlo,
mejora número a número) y una compra segura.
Collider / FBP: Federal Bureau of
Physics
Guión: Simon Oliver. Dibujo. Robbi
Rodriguez. Color: Rico Renzi.
Vertigo (DC Comics). Serie abierta. 9 números publicados.
Las leyes que
rigen nuestro universo se han vuelto locas de la noche a la mañana y
anomalías físicas se suceden sin un patrón aparente en distintos
puntos de la geografía mundial. Para contenerlas y restituir la
coherencia del espacio-tiempo se crea la Oficina Federal de Física,
un organismo gubernamental que atiende emergencias tan disparatadas
como la súbita desaparición de la fuerza de gravedad en un
colegio público o la manifestación espontánea de una ciudad
especular en el cielo de una gran urbe.
El primer número
se publicó bajo el título de “Collider” y a partir del segundo,
por cuestiones de copyright, la serie fue rebautizada como “FBP:
Federal Bureau of Physics”. Escribe Simon Oliver (responsable de los guiones de “The Exterminators”, título del sello Vertigo que pasó sin pena ni gloria y acabó cancelado antes del final previsto por sus
autores) y dibuja Robbi Rodriguez con un estilo dinámico y suelto,
de apariencia inacabada, que me recuerda un poco al Cyril Pedrosa de
“Portugal” (lo cual sólo puede ser algo bueno). Es verdad que el
auténtico punto fuerte de “FBP” es su apartado gráfico, pero el
argumento es bastante interesante, sobre todo la parte de las conspiraciones
empresariales que rodean a la burocracia de la organización que da
título al comic, y además las anomalías físicas que deben
afrontar sus protagonistas son un gancho muy interesante. Una lectura
agradabilísima, en resumen.
Deadly Class
Guión: Rick Remender. Dibujo: Wes
Craig. Color: Lee Loughridge.
Image Comics. Serie abierta. 3 números
publicados.
Otra de las nuevas
ideas de Rick Remender (un tipo que deber tener muchas ideas, en
vista de su producción reciente tanto para Marvel como para
editoriales más pequeñas) es esta “Deadly Class” que presenta
al huérfano y vagabundo Marcus, captado desde las calles de la San
Francisco de finales de los años 80 por una escuela secreta de
asesinos adolescentes. El primer número me recordó mucho a “Sin
blanca en el cielo y el infierno”, la saga con la que arrancaba
“Los Invisibles” de Grant Morrison. El segundo parece una
perversión de las fantasías de J.K. Rowling. No fue hasta el tercero que por fin descubrí una personalidad propia, oscura y amoral, enriquecida con
una banda sonora de los Smiths.
Aún es pronto
para decidir si “Deadly Class” es una compra segura o sólo un
tebeo con un planteamiento atractivo. Por ahora, la vistosa narrativa de Wes Craig y el espectacular trabajo cromático de Lee Loughridge
me parecen razones más que suficientes para seguir probando con una
serie que apunta más alto con cada nuevo capítulo pero que todavía no me ha dejado boquiabierto.
Jupiter's Legacy
Guión: Mark Millar. Dibujo: Frank
Quitely. Color: Peter Doherty.
Image Comics. Serie limitada de 12 números.
4 publicados.
Lejanos los
tiempos en que Mark Millar era uno de los guionistas más
interesantes del mainstream angloparlante, hay todavía que
reconcerle al escritor escocés dos importantes méritos: el primero,
su espectacular dominio del marketing, consiguiendo que su nombre en
portada se haya convertido en sinónimo de
“best-seller” y
“adaptación al cine”; el segundo, que ha sabido rodearse
de los mejores artistas gráficos del medio. En el caso de “Jupiter's
Legacy”, Millar forma equipo con el dibujante que ilustró buena
parte de sus (estupendos) guiones para “The Authority”, Frank
Quitely, y un servidor
no necesita saber más de cara a hacerse con el tebeo.
Poco importa,
entonces, que el argumento de “Jupiter's Legacy” no sea
precisamente el colmo de la originalidad. Se trata, de hecho, de un refrito de conceptos
extraídos del “Zenith” de Grant Morrison y Steve Yeowell y del
“Miracleman” de Alan -ups, perdón-
El Escritor Original, aderezado con un toque de aventuras
exóticas a lo “King Kong” y un leve trasfondo social que apunta
(muy de refilón) hacia la actual crisis político-económica. Pues
vale. Con Quitely a los lápices, por mí como si la historia gira en
torno al cultivo de coliflor en Pomerania. Otra cosa es que, más
allá de la excelencia del ilustrador, “Jupiter's Legacy” se lea
con sumo agrado e incluso tenga un par de momentos más o menos
inspirados. Al ritmo de publicación actual lo más probable es que
su duodécimo número no esté disponible antes de 2017, y hasta
entonces Millar tiene todo el tiempo del mundo para cargarse uno de
sus trabajos más interesantes en años (junto con otro título
reseñado en esta misma entrada). Mientras tanto, yo seguiré
disfrutando como un enano con cada nueva plancha firmada por el
dibujante de
“All-Star Superman” y “JLA: Tierra 2”.
Lazarus
Guión: Greg Rucka. Dibujo: Michael
Lark. Color: Santi Arcas.
Image Comics. Serie abierta. 7
números publicados.
En un
futuro no demasiado lejano, la división geográfica del planeta no responde a
territorios políticos sino financieros, dirigidos por familias que
acumulan toda la riqueza y la tecnología. La minoría útil para
estas totalitarias familias (the
serf) tiene un estatus y
unos privilegios con los que no cuentan los despojos (the
waste), una inmensa
mayoría de la población que vive en la indigencia. Cada familia
cuenta con un miembro modificado con alta tecnología genética y
cibernética, virtualmente inmortal, llamado Lazarus.
Los Lazari,
auténticas armas vivientes monitorizadas por telemetría, están diseñados para obedecer
ciegamente a su familia. La Lazarus
de la familia Carlyle se llama Gina Carano Forever.
(Off-topic: ay, Gina Carano, la única persona que puede hacerle ESTO a Michael Fassbender y seguir contando con mi bendición).
Pese
a ser un refrito de ideas ya conocidas, la nueva serie escrita por
Greg Rucka y dibujada por Michael Lark (ambos habían coincidido
hace años en la excelente
“Gotham Central”) consigue dejar
atrás la inicial desconfianza que despiertan los lugares comunes en
que se asienta presentando una trama adictiva, una interesante
galería de personajes y unas escenas de acción FA-BU-LO-SAS. Su
crítica hacia el actual orden económico mundial le otorga una
segunda lectura de corte social que, pese a la ausencia total de
sutileza con que está planteada, no deja de ser un valor añadido.
Que el estilo gráfico de Lark recuerde poderosamente al David
Mazzuchelli de mediados de los 80 (el de “Batman: Año Uno” y
“Daredevil: Born Again”) también lo es, claro.
Manifest Destiny
Guión: Chris Dingess. Dibujo: Matthew
Roberts. Color: Owen Gieni.
Image Comics. Serie abierta. 6 números
publicados.
En 1803 Napoleón vendió Luisiana a
los Estados Unidos de América. Unos meses después, el presidente
Thomas Jefferson envió una expedición liderada por Lewis y Clark
para realizar una exploración del territorio siguiendo el cauce del
río Misuri hasta la costa del Pacífico, con el propósito
de abrir nuevas vías de comercio. Pero, ¿y si el auténtico
objetivo de esta expedición no fuese la simple exploración? ¿Y si
Luisiana en realidad estuviese habitada por (oh, sí, nena)
monstruos? Et voilà: “Manifest Destiny” o qué pasaría si Mike Mignola reescribiese “El corazón de las tinieblas” de Joseph Conrad.
El productor y guionista catódico
Chris Dingess (no he visto nada de su trabajo para televisión, pero me
suenan títulos como “Reaper” y “Almost human”) se estrena en
el mundo de las viñetas en colaboración con el ilustrador Matthew
Roberts (con un estilo que recuerda un montón a Tony
“yo-dibujé-los-seis-primeros-números-de-The-Walking-Dead”
Moore). El resultado es una violenta aventura con toques de terror
que avanza lenta pero segura, creando una atmósfera de amenaza
constante para los ¿héroes? del relato, con un dibujo bastante majo
redondeado por un gran trabajo del colorista Owen Gieni.
Sex Criminals
Guión: Matt Fraction. Dibujo: Chip Zdarsky. Color: Christopher Sebela.
Image Comics. Serie abierta. 5 números publicados.
Hacía tiempo que el arranque de una
serie regular no me enganchaba de esta manera; que unos personajes
nuevos y desconocidos no me enamoraban así. Suzie es una
bibliotecaria con una habilidad excepcional: cuando tiene un
orgasmo, el tiempo se detiene a su alrededor. Después de años de
relaciones que iban de lo profundo a lo circunstancial, conoce a Jon
y los dos tienen un flechazo. Las cosas se ponen realmente raras (e
interesantes) cuando ambos tienen sexo y Suzie descubre que Jon tiene
su mismo poder orgasmo-cronal y que ambos pueden moverse en libertad
por ese instante congelado que él denomina Cumworld.
Y ¿qué deciden entonces nuestros protagonistas? Tener sexo y/para
robar bancos y convertirse en los criminales sexuales del título.
Hasta
que leí “Sex Criminals”, Matt Fraction me parecía un guionista
tirando a mediocre que había tenido la suerte de despuntar en Marvel
gracias a su colaboración con Ed Brubaker en
“El inmortal Puño de Hierro”. De su trabajo posterior sólo me gusta moderadamente
“Ojo de Halcón”, y eso es en gran medida porque el apartado gráfico
está encabezado por el inmenso dibujante patrio David Aja.
“Casanova”, su mayor éxito independiente hasta la fecha, me
decepcionó bastante a pesar de contar con los hermanos
Gabriel Bá y Fábio Moon a los lápices, y
su etapa recientemente concluida en “Fantastic Four” es auténtico guano super-heroico
destinado a las tiendas de saldos. “Sex Criminals”, sin embargo,
es algo muy distinto: una serie divertidísima, repleta de diálogos
ingeniosos, recursos narrativos inusuales, personajes entrañables y
un par de escenas realmente antológicas (como ese momento musical
del número 3 en el que creí que iba a MORIRME DE AMOR).
Está bien dibujada por Chip Zdarsky, con un tono indie que me
recuerda un poco al Alex Robinson de “Malas ventas” y “Estafados” (tampoco mucho, no sé, algo),
lo cual siempre está bien, sobre todo para un tebeo tan cómico,
romántico y plagado de referencias culturales inesperadas y
maravillosas como éste. Se nota que me gusta, ¿verdad?
Starlight
Guión: Mark Millar. Dibujo: Goran
Parlov. Color: Ive Svorcina.
Image Comics. Serie limitada de 6 números. 2
publicados.
Comentaba
un poco más arriba lo afortunado/avispado que es Mark Millar al
colaborar en sus proyectos con algunos de los dibujantes más
talentosos de la actualidad, y “Starlight” es buena muestra
de ello. El artista croata Goran Parlov, curtido primero en la
industria del
fumetti italiano y posteriormente en algunos
títulos de acción y espionaje para Marvel (“Viuda
Negra”, “Punisher”, “Furia MAX”), se imbuye del espíritu de Moebius para
dibujar la historia de Duke McQueen, héroe espacial trasunto de
Flash Gordon que regresó a la Tierra tras protagonizar sus aventuras
alienígenas y ha vivido desde entonces una vida de lo más anodina.
Incapaz de convencer a la opinión pública de que sus hazañas
fueron reales, anciano, viudo y prácticamente abandonado por sus
atareados hijos, McQueen es presentado en la actualidad como un
Walter “Gran Torino” Kowalski que ha perdido la ilusión por
vivir, más allá de rememorar sus felices años de juventud en el
planeta Tantalus. Será entonces cuando un visitante de las estrellas
acuda a él para pedirle que se embarque en una última aventura
intergaláctica.
Los
dos números de “Starlight” publicados hasta el momento suponen
el mejor trabajo que le recuerdo a Millar desde “El viejo Logan”.
La contención, descripción de personajes y el tono en que se mueve
la obra tienen poco que ver con el gusto por la
violencia gratuita, los diálogos deliberadamente provocadores y el
humor escatológico-adolescente que Millar viene esgrimiendo en los
últimos años. Lejos de ser original (con Millar eso ya está
descartado), “Starlight” me parece, en fin, un comic bien escrito
y maravillosamente dibujado y coloreado. Quedan aún 4 números y la
cosa puede torcerse mucho (miedo me dan los villanos que el escocés
vaya a enfrentar al héroe sexagenario) pero por ahora, como digo,
chapeau.
The Royals: Masters of War
Guión: Rob Williams. Dibujo: Simon Coleby. Color: J.D. Mettler.
Vertigo (DC Comics). Serie limitada de 6
números. 3 publicados.
Resulta fascinante cómo, casi 30
años después, el
“Miracleman” de El Escritor Original continúa siendo una referencia
constante cada vez que un guionista decide escribir un tebeo sobre seres
superpoderosos en un contexto (digamos) realista. “The Royals: Masters of War”
es la penúltima aproximación al género desde este ángulo, trasladando la acción
a la Segunda Guerra Mundial. ¿Qué pasaría si las distintas casas reales de todo
el mundo fueran prácticamente dioses y hubieran realizado un pacto de no
intervención en los conflictos armados entre sus países? ¿Y si el joven
príncipe británico Arthur hubiese tomado partido tras el bombardeo de Londres
por parte de la aviación alemana? ¿Cómo reaccionarían los monarcas del resto de
naciones enzarzadas en la contienda y cómo afectaría esto al rumbo de la
guerra?
“The Royals: Masters of War” está
escrita por un inglés, Rob Williams, y dibujada por otro, Simon Coleby. Así
que, en cierto modo, retoma la intención inicial del sello Vertigo de ser la
línea británica para adultos de DC Comics. Y aunque es cierto que no aporta
absolutamente nada a lo ya visto en numerosos tebeos de super-héroes con
planteamientos similares (mencionaba “Miracleman”, pero “The Authority” y “Supreme
Powers” son otros referentes bastante próximos en intenciones), es un trabajo
tan profesional y entretenido, con un dibujo interesante en la línea de Lee
Bermejo (salvando importantes distancias, ojo), que bien merece un par de atentas
lecturas. Eso sí, ¿alguien se imagina un tebeo similar a éste, producido en
nuestro país y protagonizado por los Borbones?
The Wake
Guión: Scott Snyder. Dibujo: Sean
Murphy. Color: Matt Hollingsworth.
Vertigo (DC Comics). Serie limitada de 10
números. 7 publicados.
Scott Snyder se ha
convertido en uno de los activos más valiosos de DC Comics. Su
“Batman”, dibujado por Greg Capullo, se aúpa mes sí y mes
también a lo más alto de las listas de ventas norteamericanas;
“American Vampire” es una de las cabeceras con mejor salud (y
mejores críticas) del sello Vertigo, y su reciente etapa en “Swamp
Thing” insufló bastante vida a un personaje que llevaba un rumbo
incierto desde hacía muchos años (la sombra de -ahora sí- Alan Moore es
alargada...) Pese a todo, supe que “The Wake” iba a ser mi
trabajo favorito de Snyder desde que vi en internet la primera previa
del número 1, apenas un puñado de páginas dibujadas por el excelente
ilustrador (y también excelente guionista, como pudimos descubrir en
“Punk Rock Jesus”) Sean Murphy, con quien Snyder ya había
colaborado en la miniserie derivada de “American Vampire”
titulada “Selección natural”.
“The Wake” conjuga la ciencia-ficción submarina al
estilo “Abyss” con el folklore de diversas culturas, realizando
saltos temporales entre el siglo XXI, la prehistoria y un futuro
postapocalíptico a caballo entre “Waterworld” y
“Xenozoic Tales” (o “Xenozoic”, o “Cadillacs & Dinosaurios”, o
como sea que se llame esta semana). Un tebeo tan entretenido y bien
dibujado que da pena que sea una maxiserie de 10 números y no una
colección regular. O igual casi es mejor así y un trabajo tan estimable como éste no acaba perdiendo fuelle y teniendo que ser remendado por esos molestos dibujantes de relleno...