"The Multiversity" es el gran proyecto actual de Grant Morrison: una serie formada por 8 one-shots, cada uno ambientado en un universo alternativo de los 52 que conforman el multiverso de DC Comics, más otros dos episodios de apertura y cierre (denominados "The Multiversity #0" y "The Multiversity #1") que ejercen de vínculo entre el resto de cabeceras. Cada título está dibujado por un artista distinto y se basa en diferentes personajes o familias de la editorial. Es una estructura que parece gustar a Morrison, similar a la empleada por el escocés en "Los 7 Soldados de la Victoria", y destinada a expandir las posibilidades creativas de la compañía y llamar la atención del lector sobre personajes menos conocidos que posteriormente podrían ser desarrollados en forma de series regulares o limitadas por diferentes guionistas. Morrison afronta el proyecto con gran libertad creativa, manteniendo sus filias y obsesiones (con el metalenguaje por bandera) muy presentes en todo momento. En EE.UU. han aparecido ya cuatro entregas de "The Multiversity": el número 0 (del que escribí por aquí unas primeras impresiones) y los dedicados a la Sociedad de Super-Héroes de Tierra-20 (una versión al estilo años 40 de la Sociedad de la Justicia), a la próxima generación de super-héroes de Tierra-16 (hijos de los actuales integrantes de la Liga de la Justicia) y a Pax Americana, el grupo formado por los personajes que DC compró a Charlton Comics en 1983 y en los que Alan Moore y Dave Gibbons se inspiraron para realizar "Watchmen".
Portada del one-shot "The Multiversity: Pax Americana".
La versión más o menos oficial afirma que el planteamiento inicial de "Watchmen" que Moore presentó a DC a mediados de los 80 era demasiado radical y chocaba con el plan que la editorial tenía para integrar a los personajes de Charlton en su continuidad. No es de extrañar, teniendo en cuenta que tras los 12 números planificados por el barbudo de Northampton muchas de las recientes adquisiciones de la compañía resultarían inutilizables. Por eso mismo Moore y Gibbons acabaron desarrollando sus propias versiones de aquellos personajes: The Question se convirtió en Rorschach, el Captain Atom pasó a ser el Dr. Manhattan, Blue Beetle fue rebautizado para lo ocasión como Nite Owl/Búho Nocturno, Nightshade se transformó en Silk Spectre/Espectro de Seda, Thunderbolt se reencarnó en Ozymandias y Peacemaker se convirtió en Comedian/El Comediante.
En "Pax Americana" Morrison se reúne con uno de los dibujantes que mejor ha comprendido y plasmado en viñetas el imaginario del guionista, Frank Quitely, con quien ya había colaborado (con resultados superlativos) en obras como "Flex Mentallo", "Los Invisibles", "WE3", "New X-Men", "Batman y Robin" y "All-Star Superman". Juntos, Morrison y Quitely desarrollan en apenas 40 páginas su particular reimaginación de "Watchmen" empleando los personajes que Moore y Gibbons tuvieron que descartar en los 80 por imposición de DC Comics. El resultado, advierto de antemano, es una de las grapas unitarias más fascinantes que un servidor haya leído en años.
Primera reunión de la Liga de la Justicia en las páginas de "Pax Americana".
(WARNING! A continuación voy a meterme a saco en los entresijos narrativos de "Pax Americana", desvelando por el camino algunas de sus claves argumentales. Quien quiera llegar "virgen" a una primera lectura del tebeo debería pasar del resto de esta entrada).
A tenor de lo leído hasta ahora, "Pax Americana" va bastante a su bola dentro del gran fresco conformado por "The Multiversity". Más allá de la aparición de ese comic-book encantado que en un momento u otro sale en todos los números (hasta ahora) del proyecto, ni la gran amenaza cósmica que servía de leit-motiv en "The Multiversity #0" ni las constantes menciones a tierras alternativas que sí eran importantes en los otros títulos hacen aquí acto de presencia de forma explícita. De hecho, para leer "Pax Americana" no es necesario haber seguido de cerca lo narrado en anteriores entregas de "The Multiversity". Lo que sí es absolutamente indispensable para captar aunque sea una mínima parte de sus intenciones es tener un conocimiento bastante preciso del trabajo de Moore y Gibbons en "Watchmen".
Richard Nixon en una viñeta de "Watchmen".
Las similitudes entre "Pax Americana" y "Watchmen" existen tanto en el plano argumental (el qué) como en el formal (el cómo). Empiezan en el propio contexto en que se desarrolla la historia: unos EE.UU. donde el último presidente electo no es el que conocemos. En "Watchmen" asistimos a una nueva legislatura de Richard Nixon en pleno 1985. En "Pax Americana" el presidente que sucede a George W. Bush en 2008 no es Obama sino Harley, víctima del asesinato que abre el tebeo, en claro paralelismo con la muerte del Comediante en la obra de Moore y Gibbons. La eliminación del presidente Harley tiene ecos evidentes del enigmático crimen cometido en Dallas contra JFK en 1963. Serán precisamente las palabras de Kennedy las que cierren el comic en sus últimas páginas.
George W. Bush (a la izquierda) en una viñeta de "Pax Americana".
Hay infinidad de guiños visuales a "Watchmen" en las páginas de "Pax Americana": desde el cartel anunciando la colonia creada por Nightshade (referencia inequívoca a la Nostalgia de Veidt que usaba Laurie Juspeczyk) hasta la construcción de una fortaleza mediante la manipulación de la materia por parte de Captain Atom, pasando por la visita de Nightshade a su madre, una ex-heroína retirada.
The Question caminando junto a un anuncio de Future Bomb, la fragancia creada por Nightshade.
Un frasco de Nostalgia, la colonia creada por Adrian Veidt, en la portada del número 9 de "Watchmen".
En "Pax Americana", Captain Atom construye de la nada tres torres en la Zona Cero del World Trade Center.
En Watchmen el Dr. Manhattan erige en Marte su personal fortaleza de la soledad.
Izquierda: Nightshade visita a su madre en "Pax Americana". Derecha: Espectro de Seda hace lo propio en "Watchmen".
Al igual que ocurre en cada capítulo de los 12 que conforman "Watchmen", "Pax Americana" contiene una cita (del poeta neoyorkino Delmore Schwartz en este caso) alusiva a los efectos del tiempo y de la que se extraen las palabras que ejercen de título para el episodio ("In which we burn"). En "Watchmen" estas referencias literarias o musicales se encontraban en la última viñeta de la última página de cada número. En "Pax Americana" la cita de Schwartz está en la portada, cuya ilustración se corresponde (tal y como ocurría en la maxiserie dibujada por Gibbons) con la primera viñeta de la primera página del tebeo.
Detalle de la portada de "Pax Americana" con la cita de Schwartz.
Página 4 de "Pax Americana" con el titulo del capítulo.
Las páginas de "Watchmen" estaban estructuradas sobre una plantilla rígida de 3x3 viñetas que podían combinarse para formar cuadros mayores, pero que respetaban las líneas principales de esa cuadrícula. En "Pax Americana" la cuadrícula es prácticamente siempre de 4x4, permitiendo esas mismas asociaciones para crear viñetas de mayor (o menor) tamaño.
Ejemplo de cuadrícula de 3x3 en una página de "Watchmen".
Ejemplo de cuadrícula de 4x4 en una página de "Pax Americana".
Sin embargo, hay tres planchas en las que no se respeta esta disposición de 4x4: son las páginas 6, 28 y 36. Las dos primeras son, con certeza, pequeñas traiciones perpetradas por Quitely para poder amoldar la narración a la página manteniendo el ritmo que el dibujante quería imprimir a cada escena: no molesta en absoluto, y además resulta que en ambos casos Quitely nos regala unos fabulosos travelings alla Winsor McCay que recuerdan (sobre todo el primero) a anteriores colaboraciones del dibujante con Morrison.
Descenso de escaleras en la página 6 de "Pax Americana".
Descenso de escaleras en una doble página del número 5 de "All-Star Superman".
Hay un montón de travelings en "Pax Americana". En ocasiones más de uno por página. Junto con el zoom (a veces con leves variaciones de ángulo) y los omnipresentes flashbacks y flashforwads, se trata del recurso narrativo más empleado por Morrison y Quitely en el tebeo. En ocasiones estos travelings acompañan al movimiento de uno o varios personajes por la escena; otras veces guían la vista del lector por un escenario en donde los personajes permanecen fijos. Es un recurso con más de un siglo de antigüedad, pero a mí me sigue pareciendo no sólo increíblemente moderno, sino también una forma elegantísima de solucionar la cantidad de escenas puramente dialogadas que contiene "Pax Americana" (un comic con poca acción, en realidad, para los estándares habituales del género super-heroico).
El clásico traveling de la escalera en el "Little Nemo in Slumberland" de McCay.
Traveling para un ascenso de escalera en "Pax Americana".
Las páginas 12 y 13 suponen el ejemplo más exhaustivo de lo que ambos autores pueden lograr empleando los recursos antes mencionados (traveling y saltos temporales) en una misma escena. Esta doble página narra tres momentos distintos de la historia de "Pax Americana" que tienen lugar en un mismo escenario. Es el lector el que debe discernir en qué momento tiene lugar cada una de las viñetas y cuál es el orden cronológico de los hechos. Para ello resulta decisivo el uso del color, que adquiere tonalidades diferentes para adaptarse a la luz de cada momento (diurna, nocturna con iluminación artificial y nocturna con la luz de una linterna).
Páginas 12 y 13 de "Pax Americana". Al completo.
Selección de viñetas con la primera escena (cronológicamente) de las páginas 12 y 13 de "Pax Americana".
La segunda escena de la misma doble página...
...y finalmente la tercera.
A nivel narrativo, esta doble página resulta uno de los momentos más exigentes con el lector de "Pax Americana", haciendo gala de una sofisticación formal difícil de encontrar en un comic de super-héroes. De hecho, me recuerda más a páginas de títulos como "Gasoline Alley" o "Jimmy Corrigan: el chico más listo del mundo" que a cualquier tebeo mainstream que haya leído últimamente.
Página de "Gasoline Alley" de Frank King.
Página de "Jimmy Corrigan: el chico mas listo del mundo" de Chris Ware.
La página 36, la última en que se altera la plantilla de 4x4 viñetas, contiene un momento especialmente significativo del tebeo: en ella se agita la cuadrícula para demostrar cómo uno de los protagonistas percibe el funcionamiento de las cosas. El personaje se hace de pronto consciente del llamado Algoritmo 8, la estructura que delimita su realidad: percibe la cuadrícula y comprende cuál es su función dentro del relato. Es el mismo personaje que años después (pero páginas antes) enunciará una frase crucial para entender tanto este tebeo como la obra global de Morrison: "in comic books we trust" ("confiamos en los comics"), una reinvención metaficcional del lema impreso en los billetes de dólar norteamericanos, "In God we trust" ("confiamos en Dios").
La cuadricula se agita.
Viñeta de "Pax Americana".
Detalle del billete estadounidense de 1 dólar.
Tal y como sucedía en "Watchmen", la última viñeta de "Pax Americana" señala directamente a la primera. En la obra de Moore y Gibbons este recurso venía asociado a su estructura cíclica, simbolizada en numerosas imágenes de naturaleza circular (el smiley, la esfera del reloj, el símbolo del átomo de hidrógeno, etc.). En "Pax Americana" la estructura, sin embargo, es la de un 8 (o un símbolo de infinito). Es la cinta de Möbius que Captain Atom, el sosias del Dr. Manhattan, identifica en las páginas 12 y 13 del comic-book maldito que recorre todos los títulos de "The Multiversity". Casualmente esas mismas páginas, pero en "Pax Americana", conforman las tres escenas plasmadas en 32 viñetas que comentaba unos párrafos más arriba.
El 8 es el símbolo que más se repite en "Pax Americana", pero no es el único. La paloma, tradicionalmente asociada con la paz, se muestra en varias ocasiones relacionada con la sangre y la muerte, dentro de una evidente contradicción.
Lo fascinante, llegados a este punto, no es tanto que el tebeo comience y finalice con la misma imagen, sino el hecho de que sus escenas puedan (y deban) recorrerse en ambas direcciones para un mejor entendimiento de los acontecimientos. El primer indicio ya lo encontramos en las tres primeras páginas del comic, narradas como un rebobinado cinematográfico que inevitablemente me lleva a pensar en la película "Memento" de Christopher Nolan.
En la página siguiente el orden de lectura se vuelve convencional al tiempo que los personajes que interrogan a Peacemaker le ofrecen al lector la segunda clave: "Hemos visto las grabaciones. Hacia atrás. Hacia adelante. Nada tiene sentido". Al igual que en el film protagonizado por Guy Pearce, en "Pax Americana" existe una escena que se lee hacia adelante (el interrogatorio a Peacemaker) mientras el resto se nos presentan hacia atrás.
La presencia de un busto de Jano, deidad romana con dos caras (cada una mirando a un lado opuesto de su perfil), dios de las puertas, de los comienzos y los finales, subraya esta necesidad de leer el comic en ambos sentidos.
La constatación definitiva de que la comprensión de "Pax Americana" reside en el orden de lectura llega con el monólogo que Captain Atom enuncia en la página 14. Una traducción propia y posiblemente imprecisa de sus palabras sería: "Estoy pensando en cómo se ve nuestro universo desde una perspectiva dimensional más elevada. Plano (...) Completo y sin embargo siempre comenzando y terminando. Siempre diferente. La historia es lineal, pero puedo saltar por las páginas en cualquier orden, en cualquier dirección. Hacia adelante a tiempo para la conclusión. Hacia atrás hasta la escena inicial. Los personajes permanecen inconscientes de mi escrutinio, pero sus pensamientos son transparentes, sin peso en pequeñas nubes. Éste es el aspecto que tiene un continuo bidimensional para vosotros. Imaginad el aspecto que vuestro mundo tridimensional tiene para mí."
Morrison nos explica "Pax Americana" a través de un personaje omnisciente.
"Si hay un patrón...": el líquido y la S en el título de la revista forman un 8. ¿Lo ves?
El 8 es el símbolo que más se repite en "Pax Americana", pero no es el único. La paloma, tradicionalmente asociada con la paz, se muestra en varias ocasiones relacionada con la sangre y la muerte, dentro de una evidente contradicción.
Viñetas extraídas de diferentes páginas de "Pax Americana" en las que aparece la paloma como un motivo visual asociado a la muerte. La viñeta de en medio en la tira inferior contiene además un 8 claramente dibujado con sangre.
Lo fascinante, llegados a este punto, no es tanto que el tebeo comience y finalice con la misma imagen, sino el hecho de que sus escenas puedan (y deban) recorrerse en ambas direcciones para un mejor entendimiento de los acontecimientos. El primer indicio ya lo encontramos en las tres primeras páginas del comic, narradas como un rebobinado cinematográfico que inevitablemente me lleva a pensar en la película "Memento" de Christopher Nolan.
Magnicidio rebobinado en las páginas 1, 2 y 3 de "Pax Americana".
En la página siguiente el orden de lectura se vuelve convencional al tiempo que los personajes que interrogan a Peacemaker le ofrecen al lector la segunda clave: "Hemos visto las grabaciones. Hacia atrás. Hacia adelante. Nada tiene sentido". Al igual que en el film protagonizado por Guy Pearce, en "Pax Americana" existe una escena que se lee hacia adelante (el interrogatorio a Peacemaker) mientras el resto se nos presentan hacia atrás.
3 viñetas de la página 4 de "Pax Americana".
La presencia de un busto de Jano, deidad romana con dos caras (cada una mirando a un lado opuesto de su perfil), dios de las puertas, de los comienzos y los finales, subraya esta necesidad de leer el comic en ambos sentidos.
El busto de Jano, otra de las imágenes recurrentes de "Pax Americana".
La constatación definitiva de que la comprensión de "Pax Americana" reside en el orden de lectura llega con el monólogo que Captain Atom enuncia en la página 14. Una traducción propia y posiblemente imprecisa de sus palabras sería: "Estoy pensando en cómo se ve nuestro universo desde una perspectiva dimensional más elevada. Plano (...) Completo y sin embargo siempre comenzando y terminando. Siempre diferente. La historia es lineal, pero puedo saltar por las páginas en cualquier orden, en cualquier dirección. Hacia adelante a tiempo para la conclusión. Hacia atrás hasta la escena inicial. Los personajes permanecen inconscientes de mi escrutinio, pero sus pensamientos son transparentes, sin peso en pequeñas nubes. Éste es el aspecto que tiene un continuo bidimensional para vosotros. Imaginad el aspecto que vuestro mundo tridimensional tiene para mí."
Captain Atom explica su visión de un mundo tridimensional mientras lee "Ultra Comics", el tebeo maldito que recorre "The Multiversity".
Ésta no es la primera vez que Morrison escribe al Captain Atom (o Captain Adam) de Tierra-4. La misma encarnación del personaje aparecía en varias páginas de "Superman Beyond", el complejo tie-in (metaficcional a tope) de la "Crisis Final" escrita hace años por el escocés. Es muy habitual que Morrison emplee personajes vistos en algunas de sus obras en el transcurso de otras, conformando una suerte de Morrison-verso dentro del propio multiverso de DC: el Superman dorado de "JLA Un Millón" era el mismo que entregaba la rosa de Nuevo Kripton a Kal-El en el número 5 de "All-Star Superman"; los Sheeda, villanos de "Los Siete Soldados de la Victoria", hacían una breve aparición en "JLA: Clasificado"; Damian Wayne, el hijo de Bruce y Thalia al Ghul que Morrison presentó en su larga andadura en "Batman", es uno de los protagonistas de "The Multiversity: The Just"... Si uno rastrea las conexiones y los cameos de personajes entre los títulos escritos por Morrison para DC Comics, es bastante sencillo identificar todos sus guiones desde "Doom Patrol" y "Animal Man" hasta "The Multiversity" dentro de una micro-continuidad propia con la que el escritor continúa jugando.
Superman y Captain Atom/Adam en una viñeta de "Superman Beyond" dibujada por Doug Mahnke.
No es el único guiño que podemos encontrar a trabajos previos de Morrison en "Pax Americana". La creación de la Liga de la Justicia de Tierra-4 está inspirada en los comics por los que el Presidente Harley siente devoción. En la primera reunión del super-grupo, el Sargento Lane sostiene en sus manos un ejemplar de "All-Star Superman" y otro de "JLA: Tierra-2". Casualmente, dos tebeos que tienen lugar en sendos universos paralelos de DC, lo cual confirma que las ficciones de un universo pueden ser la realidad de otros, a un nivel mayor que el ya manifestado en "The Multiversity: The Just" (donde Damian Wayne y Chris Kent encontraban un ejemplar de "The Multiversity: Society of Super-Heroes").
Viñeta de "Pax Americana" y detalle de la misma.
Portada de "JLA Tierra-2", por Frank Quitely.
Portada del número 10 de "All-Star Superman", por Frank Quitely.
Una de las referencias más crípticas del comic, que se me escapó en todas las lecturas y que sólo he podido identificar gracias a una posterior investigación en internet, es la mención que The Question hace a "the soldier and the hunchback" ("el soldado y el jorobado"). Se trata de una obra de Aleister Crowley, el mago al que tanto Morrison como Moore han estudiado y citado numerosas veces en el pasado. El libro de Crowley (que se puede leer en inglés AQUÍ) es, hasta donde he podido entender, un ensayo sobre las virtudes del escepticismo en el que el soldado está representado visualmente por el signo ! (exclamación) y el jorobado por el signo ? (interrogación = pregunta = question).
The Question cita a Aleister Crowley.
"Pax Americana" se publicó en EE.UU. el pasado 19 de noviembre. A estas alturas lo habré leído unas diez veces y con cada relectura sigo encontrando nuevos detalles y referencias que se me habían escapado en los acercamientos anteriores. Estoy convencido de que se me quedan un montón de cosas en el tintero y que si escribiese esta misma entrada dentro de un mes su extensión sería mucho mayor y la profusión de información sería todavía más abrumadora. No conviene olvidar que estamos ante un tebeo de 40 páginas. ¡SÓLO 40 PÁGINAS! Cuando se publicó "Watchmen" en 1986, Moore esperaba que tanto los lectores como los creadores de comics interiorizasen sus hallazgos formales para transportar al género super-heroico a un nuevo nivel de excelencia. La decepción del barbudo de Northampton debió ser monumental cuando se percató de que la siguiente generación de escritores y dibujantes se había quedado en la superficie de su propuesta (héroes tarados ultraviolentos) sin asimilar ninguna de sus sutilezas narrativas. Es bien sabido que a Moore le disgusta Morrison, posiblemente por ser el guionista de comics que más se ha esforzado a lo largo de los últimos 25 años por ocupar el trono que el inglés ostentó en la década de los 80 (para muchos sigue siendo el mejor guionista de comics de todos los tiempos), pero creo que si Moore dejase a un lado sus problemas de ego y leyese "Pax Americana" despojándose de sus prejuicios (hacia Morrison, hacia el género y hacia cualquier autor de tebeos que no sea él mismo), encontraría innumerables motivos para sentirse orgulloso, por fin, del legado de "Watchmen".
Esta página es flipante.
"Pax Americana" es mi tebeo favorito de cuantos he leído a lo largo de 2014, tanto en inglés como en castellano. Es muy posible que ECC lo publique en España a lo largo del próximo año, junto al resto de entregas de "The Multiversity". Por una vez, espero que se respete el formato de grapa y que la colección aparezca en nuestras librerías de forma serializada, con cada título publicado de manera individual (con cadencia mensual, a ser posible). Hasta entonces aún me quedan por delante infinitas relecturas en su versión original, hacia adelante y hacia atrás, para disfrutar del talento de Grant Morrison y Frank Quitely y para fascinarme y devanarme los sesos con el ¿irresoluble? misterio del Algoritmo 8.