jueves, enero 13, 2011

(Pitch)fork in the road

“Nada tan peligroso como ser demasiado moderno. Corre uno el riesgo de quedarse súbitamente anticuado.”
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Oscar Wilde (y mil gracias a Sabe por la cita)
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Pitchfork es una de las publicaciones de música (anglófona, ojo) más relevantes del momento. Sus reseñas pueden encumbrar o hundir a un disco o un intérprete. Muchos nos lanzamos a la escucha del “My beautiful dark twisted fantasy” de Kanye West motivados por ese 10 que Pitchfork le cascó, con un par, hace unos meses. Lo cual fue un acierto relativo, en lo que a mí respecta, porque si bien el disco no me parece en absoluto de 10 (pocos álbumes merecen tal nota), gracias a la polvareda levantada con dicha reseña servidor descubrió uno de sus títulos favoritos del pasado año. Ahora bien: los redactores de Pitchfork se equivocan tanto o más que los de cualquier otro medio. Les encanta la polémica por encima de cualquier cosa y, lo que es peor, aspiran a encarnar el súmmum de la modernidad. Sólo así se entiende que un disco tan agradable como el “Sigh no more” de Mumford and Sons recibiese en su momento un miserable 2'1 (coma uno: qué gracioso) en la escala P4k (o escala Pitchfork).
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A mí me gusta “Sigh no more”. Me gusta bastante, además. Las letras son algo obvias, sí. La música es un refrito de “uoh-ohs” épicos al más puro estilo Arcade Fire (¿habéis visto? no hay día en que no encuentre una buena excusa para mencionarlos al menos una vez). Para más inri, el disco adolece de estructuras recurrentes (todos los cortes se despliegan como un crescendo que va desde lo íntimo hasta lo épico). Pero sus canciones, en general, me conmueven y me electrizan y me hacen canturrear contento o triste según sea el caso. Y cuando el disco se acaba me quedo con ganas de más y le doy nuevamente al play, cosa que muchos LP's (y en el saco iría alguno de los dieces de Pitchfork) no han logrado aún.
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La lección de hoy es la siguiente, niños (dígase en "castellano neutro", con voz de doblador de la serie de dibujos animados de "He-Man"): juzgad por vosotros mismos y no hagáis excesivo caso a la prensa musical (y esto me vale tanto para P4k como para Q, JNSP, NME y todas las demás siglas que queráis añadir a la lista). Vuestros oídos os lo agradecerán.
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PD: qué entrada más tonta me ha salido, ¿no? Debe ser porque estoy malito...

4 comentarios:

Nonchalant Debonair dijo...

Y a mí que Pitchfork siempre me ha parecido otra página amateur más a la que jamás he prestado especial atención... Algo así como, pongamos por caso, la mía...

Seibol dijo...

;)
Grande The Cave!!!
y grande todo aquello q da vergüenza reconocer que te gusta pero q te encanta! (buen tema para una entrada si es que no la has escrito ya :P)

Laura :) dijo...

Tu crítica musical, genial, pero el recuerdo de "He-Man"... ¡no tengo palabras! (se me cae la lagrimita).
Esa media-melena dorada al viento... jajajaja

Jero Piñeiro dijo...

Fran: yo no le hago más caso a los medios (digamos) profesionales que a las opiniones de particulares con cuyo criterio suelo coincidir. Puestos a elegir un portal sobre música (más allá de los blogs individuales) me quedo con Hipersónica, donde siempre hay cachondeíllo y muchas veces es más interesante cómo se comentan las cosas que las cosas que se comentan en sí... De todos modos, internet ha democratizado la opinión y ahora cualquiera puede ser crítico musical si le apetece. Otra cosa es que sea o no un buen crítico (y no me refiero a una cuestión de gustos sino de planteamientos).

Seibol: es un tema estupendo para otra entrada. Me lo anoto para más adelante ;)

Laura: yo es que me emociono viendo ESTO, jajajaja. Lo curioso es que no me suena este doblaje de nada...