martes, enero 24, 2012

Un! Deux! Trois! Dis: Miroir Noir!

"(…)
The black mirror knows no reflection
It knows not pride or vanity
It cares not about your dreams
It cares not for your pyramid schemes
Their names are never spoken
The curse is never broken
Un! Deux! Trois! Dis: Miroir Noir!
(...)”

[“Black Mirror”, primer corte del disco "Neon Bible" de Arcade Fire.]


Hace unos años, cuando un servidor todavía albergaba ciertos prejuicios infundados hacia la ficción televisiva británica, vino a tirarme del caballo de mi tozudez, camino de Damasco, una serie programada por el canal E4 (el mismo que ahora emite “Misfits”) llamada “Dead Set”. Dicha producción proponía un improbable crossover entre el reality “Gran Hermano” y el cine de zombies, y se trataba de una serie inteligente, divertida y cargada de mala baba, que denunciaba entre risas y chorretones de sangriento gore cómo la caja tonta podía hacer estragos en la materia gris del espectador cual plaga apocalíptica de George A. Romero. Su creador, Charlie Brooker, volvió a finales de 2011 a la carga con un título que retoma las virtudes técnicas e intenciones críticas de aquella tele-carnicería zombie y las eleva a un nuevo estadio de excelencia.


“Black Mirror” es una mini-serie de tres episodios autoconclusivos e independientes entre sí que orbitan alrededor de una temática común: la tecnología y los medios de comunicación (televisión, internet, redes sociales) como agentes de la progresiva deshumanización de nuestra especie. Su objetivo está claro: denunciar la pasividad del hombre de la calle, zángano despersonalizado en una civilización tecnófila cuyos valores se desdibujan según lo dictado por empresas de hardware, productores de ocio y gigantes de la comunicación. Y es que si el gurú norteamericano de la televisión inteligente, David Simon, desprecia profundamente al espectador medio, su homólogo británico, Brooker, directamente lo odia.


El primer episodio de “Black Mirror”, “The National Anthem”, abre la función con un puñetazo directo a la boca del estómago: ante el secuestro de la princesa de Inglaterra, el Primer Ministro británico debe tomar la decisión más importante y polémica de su carrera política (y de su vida, ya puestos). No digo más porque incurriría en un imperdonable spoiler, pero tampoco será necesario: basta con ver los cinco primeros minutos de esta inquietante fábula sobre terrorismo catódico en la era de Twitter y YouTube para quedarse embobado frente a la pantalla conteniendo la respiración junto a ese pueblo de Albión que no sabe cómo reaccionar ante la encrucijada personal de su líder político, magníficamente encarnado por el actor Rory Kinnear.


“15 millions of merits” nos sitúa en un orwelliano futuro donde la cultura multimedia le ha ganado la partida a las experiencias sensoriales reales. Aprisionadas en habitáculos cuyas paredes son pantallas gigantes y condenadas a pedalear sobre bicicletas estáticas como hamsters en una ratonera, las personas alimentan sus esperanzas en una vida mejor a base de pornografía y tele-realidad: el único camino para ascender al siguiente nivel del escalafón social es triunfar en un programa del tipo “Tú sí que vales” (o “Tienes talento” o como demonios se llame) y convertirse en una de las celebridades que habitan al otro lado del LCD. 60 opresivos minutos cargados de desesperanza que riman en asonante con el “Fitter happier” de Radiohead y que consiguen que uno se sienta como una auténtica mierda al acomodarse después frente al ordenador para actualizar su cuenta de Tuenti.


“The entire history of you” es la tercera distopía en discordia, ambientada en un mundo muy próximo al nuestro que deriva de una reinterpretación tecnológica del memorioso Funes de Borges. Gracias a un dispositivo subcutáneo alojado tras la oreja derecha, los seres humanos pueden almacenar y recordar sin intromisiones de la traicionera imaginación todas las experiencias de su vida, rebobinándolas y reproduciéndolas como si de un DVD se tratase. Intensamente protagonizada por el rock'n'rolla Toby Kebbell y por la actriz principal de la fantasía adolescente “Attack the block”, Jodie Whittaker, se trata de otra píldora de amargura y desasosiego, prima-hermana de los “Días extraños” de Kathryn Bigelow y del “Eternal sunshine of a spotless mind” (que no, carajo, que no la voy a llamar “¡Olvídate de mí!”) de Michel Gondry.


Tras experimentar estos tres asaltos a la conciencia del televidente, uno se queda momentáneamente expuesto, con toda su i-Pocresía multimedia al descubierto. En mayor o menor medida, se ha sentido representado en esos relatos no-tan-fantasiosos y se ha visto obligado a reflexionar sobre su propio papel en la actual sociedad de consumo masivo y relaciones virtuales, de twits y megustas y whatsapps y avatares, de shares y ratings y votaciones por sms, de smartphones y video-cámaras de vigilancia y de cotillear el muro de Facebook de tu ex para saber qué ha dicho, cuándo y a quién.


“Black Mirror” es incómoda porque denuncia tu propia y alegremente asumida falta de intimidad, porque pone de manifiesto lo superficial de tus relaciones interpersonales, porque te descubre como parte de la masa, del vulgo, del pueblo aborregado, a la que siempre has mirado por encima del hombro, resistiéndote a reconocer como tus iguales.

Porque es todo lo que su título advierte: brillante, oscura y especular.

8 comentarios:

charlie furilo dijo...

Excelente reseña, como tienes por costumbre, camarada. No tenía ni idea de este nuevo proyecto del responsable de la magnífica "Dead Set", pero me lo apunto porque tiene una pinta de lo más interesante. A pesar del poco tiempo para el ocio de que dispongo - como bien sabes - son solo 3 capítulos!!! Lo que no se como coño puedo hacerme con ellos ahora que Megaupload se ha ido a la mierda....

saludos!!

Jero Piñeiro dijo...

Gracias, Charlie ;) Me alegra ver que sigues obsequiándonos con tu presencia en la red de redes pese a tu atareada situación actual.

Lo bueno de "Black Mirror" es que puedes ver un episodio hoy y otro el mes que viene porque no tienen más vínculo que el temático. Cada entrega es una historia perfectamente independiente que puede verse como una película concentrada, sin subtramas de relleno ni secundarios innecesarios: ¡cuántas pelis recientes de ciencia-ficción habrían quedado mucho más apañadas con más concisión narrativa y 30 minutos menos de duración!. A mí "Black Mirror" me gustó más que "Dead Set" (y eso que aquélla tenía el gran atractivo de ver cómo una legión de zombies hambrientos se cargaba a los concursantes de Gran Hermano: uno de mis muchos sueños húmedos), así que espero que ésta te satisfaga plenamente. Yo, por suerte, me hice con los tres capítulos antes del cierre de Megaupload. Desde entonces la cosa está dificililla para encontrar buenos ripeos de pelis y series (¡lo que me ha costado conseguir el último episodio de "Hell on wheels"!). Estoy convencido de que algo aparecerá muy pronto para sustituir este sistema de descargas. Tiempo al tiempo.

Saludos, camarada :)

John Steed dijo...

De verdad, es admirable lo bien que escribes. Si se recopilan todas las entradas de “series de tv”, se tendrá una pequeña y muy disfrutable historia crítica de lo mejor que ha dado la televisión en estos últimos años.

Jero Piñeiro dijo...

John Steed (Patrick Mcnee, supongo, y no Ralph Fiennes): muchas gracias por tu comentario y por el cumplido. Tampoco es cuestión de exagerar: hay por la red adelante un montón de bloggers que escriben maravillosamente, del mismo modo en que hay muchas series interesantísimas que aún no he tenido la fortuna de ver. Cada vez son más las propuestas atractivas que provienen de la pequeña pantalla (al contrario de lo que sucede con la grande) y cada vez es más difícil estar pendiente de todas... Un saludo y gracias de nuevo :)

charlie furilo dijo...

Perdona mi ignorancia, Jero, pero que es eso de "Hell on Wheels"??

Jero Piñeiro dijo...

¡Demonios, Charlie, no me digas que no conoces ESTO!

charlie furilo dijo...

Demonios no!! No tenia ni puta idea... Tiene una pintaza, algo así como Deadwood en el ferrocarril??

Jero Piñeiro dijo...

Yo sólo he visto el piloto, presentación de personajes y poco más, pero a nivel producción me ha parecido muy cuidada, y algunos conocidos me han hablado muy bien de la temporada al completo. Será lo próximo que vea en cuanto termine con la primera temporada de "American Horror Story".