lunes, octubre 27, 2014

Cuatro recomendaciones para acertar en la Fiesta del Cine

Desde hoy y hasta el miércoles 29 de octubre se celebra en nuestro país la Fiesta del Cine, que permite a todos aquellos que hayan solicitado por internet su acreditación (totalmente gratuita, se puede conseguir AQUÍ) acudir a un gran número de salas de la geografía nacional pagando solamente 2,90 € por entrada, lo cual en algunas ciudades supone un descuento de hasta un 65% respecto al precio habitual. Esto se traduce en que habrá no pocas personas que aprovecharán estos tres días para empaparse todo lo posible de ese cine de estreno que tan caro les resulta disfrutar el resto del año. Me gustaría aprovechar la coyuntura para recomendar cuatro películas que se proyectan en la actualidad en nuestro país y que merecen mucho la pena. Cuatro cintas con las que disfrutar plenamente de esta Fiesta del Cine 2014:

Boyhood: Momentos de una vida (Boyhood)
País: EE.UU.
Dirección: Richard Linklater.
Guión: Richard Linklater.
Intérpretes: Ellar Coltrane, Ethan Hawke, Patricia Arquette, Lorelei Linklater.
Duración: 165 min.


La sublimación audiovisual del Bildungsroman: el realizador de la trilogía “Antes del amanecer/atardecer/anochecer” rodó durante 12 años (2002-2013) el paso de la infancia a la madurez de Mason, encarnado durante todo el proceso por el joven actor Ellar Coltrane. Escena por escena, “Boyhood” supone un retrato naturalista de las vivencias cotidianas de un niño/adolescente de lo más normal. Es en la conjunción de estos momentos, y en el magnífico reflejo del paso del tiempo (no sólo gracias al empleo de los mismos actores sino también al inteligente uso de la música, que contextualiza cada escena en el año concreto en que se publicó cada canción), donde la película adquiere una mayor trascendencia.


El viaje personal de Mason se adapta al contexto cronológico, demostrando que el guión del film es algo orgánico, en constante reinvención (hay una escena en la que el personaje de Hawke hace campaña por Obama, algo que obviamente el director/guionista no podía prever cuando el proyecto arrancó en 2002). Pero lo realmente importante es que, más allá de los recursos de los que Linklater se vale para articular el film, “Boyhood” supone un intento casi siempre exitoso de comprimir en una pantalla de cine ese cúmulo de anhelos, miedos, satisfacciones y desengaños que llamamos vida. Y eso, desde luego, está al alcance de muy pocos proyectos cinematográficos.




La isla mínima
País: España.
Dirección: Alberto Rodríguez.
Guión: Alberto Rodríguez, Rafael Cobos.
Intérpretes: Raúl Arévalo, Javier Gutiérrez, Nerea Barros, Antonio de la Torre, Jesús Castro. 
Duración: 105 min.


Se dice de ella que es la película española del año, y a falta de ver “Magical Girl” de Carlos Vermut (en la medida de lo posible, mi apuesta cinéfila para esta semana), dudo mucho que las exageradas recaudaciones de “Torrente 5” y de esa mamarrachada que es “Ocho apellidos vascos” puedan ensombrecer al espléndido thriller policial de Alberto Rodríguez. Pasaré de puntillas sobre los parecidos con “True Detective”: los hay y son bastante evidentes, pero a la larga resultan más circunstanciales (las fechas de producción no mienten) y puramente estéticos (la atmósfera lóbrega y pantanosa) que dramáticos.


“La isla mínima” tiene varias lecturas posibles, y para mí la más interesante es la que hunde sus raíces en el espejismo de la transición española, representado por un joven detective de convicciones democráticas (correcto Raúl Arévalo) y un cínico agente de la vieja escuela franquista (superlativo Javier Gutiérrez, cuyas dotes interpretativas ya había podido valorar en su justa medida en la representación teatral y musical de “Ay, Carmela”). La finísima labor visual de Alberto Rodríguez lo confirma como uno de esos directores a seguir (“Grupo 7”, su película anterior, ya era excelente), y lo ubica junto a Enrique Urbizu (“La caja 507”, “No habrá paz para los malvados”) y Daniel Monzón (“Celda 211”, “El Niño”) en la punta de tridente del actual género negro patrio.




Perdida (Gone Girl)
País: EEUU.
Dirección: David Fincher.
Guión: Gillian Flynn.
Intérpretes: Ben Affleck, Rosamund Pike, Kim Dickens, Neil Patrick Harris.
Duración: 149 min.


Si uno se fía del planteamiento incial de “Perdida” corre el riesgo de confundir el décimo largometraje de David Fincher con un thriller más o menos convencional de “esposa desaparecida y marido sospechoso”, bordeando temerariamente el telefilm de sobremesa. Es necesario confiar en el preciso libreto escrito por Gillian Flynn (autora de la exitosa novela en que se basa) para ir descubriendo, a medida que el metraje avanza, la implacable sátira sobre la vida conyugal, los medios de (des)información y la imagen pública en la era de las redes sociales que la película propone.


El próximo Batman (porque Affleck lo será mucho antes que David Mazouz) se esfuerza lo suficiente para resultar creíble en su papel de marido (supuestamente) ejemplar, y es Rosamund Pike quien se lleva de calle el lado interpretativo del film: nominable y premiable en los próximos Oscar de Hollywood. Fincher, cada vez más convencido del poder del encuadre y, sobre todo, de la edición, se olvida de los exhibicionistas movimientos de cámara de “El club de la lucha” y “La habitación del pánico” para entregar uno de sus trabajos más sobrios y milimétricamente montados. No siendo la mejor película del realizador, el resultado es igualmente hipnótico y apasionante: una mezcla de misterio y humor negro (muy sutil, no creo que todo el mundo le pille la gracia al asunto) que supone un nuevo éxito cualitativo en la filmografía de mi director en activo preferido (junto con Paul Thomas Anderson y Martin Scorsese).




Relatos salvajes
País: Argentina.
Dirección: Damián Szifrón.
Guión: Damián Szifrón.
Intérpretes: Nancy Dupláa, Zulieta Zylberberg, Rita Cortese, Leonardo Sbaraglia, Ricardo Darín, Óscar Martínez, Érica Rivas.
Duración: 115 min.


“Relatos salvajes” es una antología compuesta por seis historias de inspiración directa (y confesa) en los “Cuentos asombrosos” de Steven Spielberg... aunque yo les veo mucho más parecido con las “Historias negras” que Enrique S. Abulí y Jordi Bernet publicaron en comic durante tres lustros. Venganzas, celos, corrupción y estallidos (más o menos) irracionales de violencia se dan la mano en estos relatos que elevan los roces del día a día (un conductor haciendo una peineta, una multa de tráfico, el reencuentro con un viejo conocido al que se la tenemos guardada) a la quintaesencia de la mala baba y el humor negro (más negro que el sobaco de un grillo, o el culo de una cucaracha, o las Visas de Caja Madrid... escoja usted el símil que más le guste).


No todas las historias están al mismo nivel, aunque la calidad media es elevadísima y algunos fragmentos alcanzan inesperadas cotas de delirio y diversión (sobre todo los protagonizados por Ricardo Darín y Érica Rivas). En el corazón (podrido) del conjunto laten realidades tristemente cotidianas como la desigualdad de clases, los tortuosos caminos de la burocracia y todas esa ridículas convenciones sociales que nos impiden ver lo que en realidad somos: animales salvajes disfrazados con traje y corbata. Con razón Argentina ha seleccionado esta producción para competir en la categoría de mejor película de habla no inglesa en los próximos Oscar.