Hace unos años, no demasiados, la editorial de comics Marvel lanzó una línea de productos conocida como “Ultimate” consistente en varias series de tebeos protagonizados por sus héroes más famosos (Spider-man, X-Men, Los Vengadores) en una nueva encarnación que ignorase deliberadamente las cuatro décadas de historias que estos personajes cargaban a sus espaldas reiniciando sus aventuras desde cero.
Ese mismo ejercicio de “borrón y cuenta nueva” se puso de moda un tiempo después entre algunas de las más famosas franquicias cinematográficas, trayendo consigo nuevas versiones en celuloide de personajes como Batman (en “Batman Begins”, a la que seguiría “El caballero oscuro”) o James Bond (en “Casino Royale”, a su vez continuada en “Quantum of Solace”). Los resultados fueron notables, tanto en términos de calidad como económicos, y la industria del cine se convenció de que las viejas franquicias que ya no interesaban a nadie no tenían por qué desaparecer ni perpetuar un descenso a los infiernos de la serie B en nuevas secuelas de dudosa calidad y menor atractivo para un público joven al que la nostalgia se la traía al fresco. El secreto a voces de la franquicia eterna estaba clarísimo: reinventarse o morir. En una palabra, “ultimatizarse”.
Tarde o temprano le tenía que llegar el turno a “Star Trek”, esa saga galáctica en continua (y perdida) comparación con “Star Wars” que nació como serie de televisión en los años sesenta, fruto de la imaginación de Gene Roddenberry. En las décadas posteriores, además de seis versiones televisivas (incluyendo una de animación), “Star Trek” conocería multitud de productos derivados tales como películas (diez, sin contar la que hoy nos ocupa), tebeos, libros, merchandising a granel…
Honestamente, no puedo decir que sea un gran fan de “Star Trek”; ni siquiera uno pequeño. Conozco muy por encima algunos aspectos de su mitología (palabras como klingon o vulcaniano y nombres propios como Kirk, Spock, Picard, Data o Enterprise no me son desconocidos) y he visto (de casualidad) alguno de los largometrajes, por lo que mis expectativas en este “reset” de la saga no se basaban tanto en un posible aprecio al original como en el nombre de su principal valedor: el realizador J.J.Abrams, creador del fenómeno “Lost” y de la nueva y muy prometedora serie de ciencia-ficción “Fringe”, así como director de la más entretenida de las entregas de la saga “Misión Imposible” (concretamente la tercera y última) y productor de aquella curiosidad titulada “Cloverfield” (continúo negándome a llamarla “Monstruoso”).
Tras varios meses de seguirle la pista a las noticias relativas a esta nueva “Star Trek”, ayer por fin pude verla en la pantalla de una sala de cine y debo confesar que el resultado me ha parecido decepcionante.
La película comienza de manera excelente, con una escena de introducción magnífica y dramáticamente muy potente (ayuda la estupenda banda sonora compuesta para el film por Michael Giacchino, cuyas virtudes muchos ya conocemos gracias a su buen hacer en “Lost”), para luego pasar a una presentación de personajes bastante correcta (pese a que ninguno tenga una personalidad excesivamente atractiva) y de ahí al meollo de la acción, con un villano (Nero, interpretado por Eric Bana, el australiano con menos carisma del séptimo arte) que busca provocar el caos y la destrucción masiva en la Federación Estelar, siendo los tripulantes de la nave Enterprise los únicos que pueden detener sus planes. Nada novedoso, pero tampoco alejado de la dinámica que uno se podría haber imaginado a priori.
El problema no es tanto el “qué cuenta” como el “cómo lo cuenta”, y es que esta “Star Trek” tiene muy buenas intenciones pero se queda a medio camino en todo: tiene algo de drama, pero no es una película que uno pueda tomarse demasiado en serio (a veces resulta ridículamente autoparódica); tiene algo de ciencia-ficción, pero bastante simplona y diluida (los misterios en los que se basa el argumento de la película suelen tener explicaciones caprichosas y bastante fáciles de rebatir a poco que uno tenga unas nociones básicas de los resortes del género); tiene algo de humor, pero salvo un par de detalles no resulta especialmente graciosa (el actor cómico Simon Pegg, que da vida al nuevo Scotty, está totalmente desaprovechado); tiene unos efectos especiales grandiosos, sí, pero las escenas de acción (bastante escasas, añado) están rodadas de esa forma epiléptica que impide que uno pueda saber quién está haciendo qué a quién, desaprovechando así un generoso presupuesto y empequeñeciendo el sentido del espectáculo con el que servidor esperaba encontrarse…
Entonces, ¿qué hay de bueno en la película? Por un lado la citada banda sonora; por el otro, un ritmo que no decae nunca y que consigue que la cinta se te pase en un suspiro, pese a no tener ningún momento especialmente épico ni conmovedor. Y, finalmente, un enorme carro de nostalgia que se hace patente en los infinitos detalles que los más trekkies (o trekkers) sabrán apreciar en su justa medida. El resto del público se quedará con la sensación de haber visto lo que podría ser un estupendo episodio piloto de una serie de televisión pero que, como narración cerrada y (hasta cierto punto) autoconclusiva, se queda en agua de borrajas.
[Ésta ha sido la opinión de un espectador a quien nunca le ha interesado demasiado el universo de “Star Trek”. Si alguien tiene interés en leer una reseña firmada por una auténtica seguidora de la saga - por eso de contemplar ambas perspectivas - no tiene más que darse un garbeo por MoriaCity…]
5 comentarios:
Ja, ja ya me extrañaba a mi que no dijeras nada... es una lástima que no la disfrutaras como yo, porque te aseguro que si la hubieras visto a través de mis ojos todavía estaría flipando... en fin, gustos colores, como suele decirse.
Ya se que suelo conformarme con poca cosa y mi nivel crítico digamos que no suele estar a la altura, pero si te sirve de consuelo yo fui al cine con un grupo bastante numeroso, éramos 12, 5 trekkies, 4 fans de la ciencia ficción en general y tolerantes con la serie con una o dos pelis vistas, y 3 personas del todo ajenas a la serie y al género (entre ellas mi hermana pequeña que reniega de todo lo de Star Trek).
Veamos reacciones trekkies: ha sido genial, una pasada, tenemos que volver a verla, esta vez en versión original.
Veamos reacciones de ciancia ficcioneros en general: No ha estado mal, no ha sido para tanto, pero me he divertido.
Veamos reacciones normales: uno se durmió (hay que pensar que era la novia de un amigo mío, ir al cine tampoco le entusisma y ver pelis de acción, menos), a otro le gustó como para poder decir "pues no ha estado mal" y a mi hermana, la encarnación del anti-trekkismo (que es capaz de insultarme en klingon porque me ha oido muchas veces a mi) pues que le gustó mucho... no se si fue su profunda ignorancia de los personajes, o que eran todos jóvenes y guapos (que tiene 19 y eso tira a esas edades), o que el argumento era fácil de seguir sin romerse uno la cabeza y sin necesidad de haber leído tropocientos libros de ciencia ficción para a preciarlo, pero a ella le gustó, así que lo siento como un triunfo personal ¡He conseguido que una sapce opera le guste a mi hermana! Eso en mi mente le da el doble de puntos.
En fin, que ya me callo.
Un saludo!!
Bueno, discrepo amablemente de tu opinion de la pelicula.
Y a que a mi me parecio la HOSTIA, sin ser para nada un fan de Star Trek.
Un saludete
Respondiéndoos a ambos: lamento no haber disfrutado tanto de la peli como vosotros porque, como ya dije, iba predispuesto a tope para pasarlo bien y además los trailers y las críticas que había leído me hacían augurar algo muy bueno... Igual es que soy demasiado exigente, pero a mí me ha parecido un producto entretenido sin más, que no cuenta absolutamente nada nuevo (ni en el fondo ni en la forma) y, lo peor de todo, que no me ha emocionado ni me ha hecho vibrar en ningún momento (salvo ese prólogo magnífico con el nacimiento de Kirk en medio de una batalla espacial). Quizás algún día la vuelva a ver y, sabiendo de antemano lo que voy a encontrarme, la disfrute un poco más. Pero, honestamente, no es una de esas pelis que haya puesto en mi lista de "revisar en cuanto salga en DVD".
Quizás, eso sí, el camino esté ya allanado para un secuela mucho más interesante.
Ahora sólo espero que los próximos blockbusters ("Tranformers 2" y "Terminator: Salvación") sí cumplan con las expectativas (bastante asequibles en el caso de la primera, más exigentes para con la segunda) y así recupere un poco de mi fe en las grandes super-producciones de acción y fantasía... Entre "X-Men Orígenes: Lobezno" y esta "Star Trek" me han entrando ganas de visionar la primera peli iraní que pille por delante...
Bueno la verdad es que no la he visto, la tengo pendiente de ir a ver esta semana XD, pero no he podido resistirme a comentarte la referencia a "Fringe", me la dijeron de oidas y luego me entere que era del creador de perdidos, voy por la mitad de temporada y esta bastante bien, no es tan buena como perididos, que por cierto vaya final el de la 5ª temporada, y es como una mezcla entre expediente x y ciencia, en vez de extraterrestres. Por ultimo, ya me termine the wire, genial, no digo mas. Saludos desde el sur.
Jesus: a falta de ver el final de "Fringe" ("Lost" se ha impuesto, dentro de un rato me veo la season finale, ¡qué ganas!), ya tengo más o menos perfilada mi opinión (bastante positiva) sobre la primera temporada. A ver si cuelgo una entrada sobre el tema esta semana o la que viene, dependiendo de cómo vaya de tiempo (además últimamente tengo unos problemas técnicos importantes con el ordenador de sobremesa, que es el que tiene ADSL... escribo esto desde un ciber -es triste, lo sé, jajaja-). Me alegro de que te molase "The wire", sabía que te gustaría, viendo los gustos que compartimos. Ya me dirás qué te parece "Star Trek". Un abrazo, tío!
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