miércoles, agosto 06, 2008

El señor de la noche contraataca

Pido perdón por la confusión que pueda generar el título de esta entrada. Existe un tebeo de Frank Miller y Lynn Varley que se titula (al menos en una de sus ediciones españolas) “DK2: El señor de la noche contraataca”, y que es una abominable secuela de uno de los mejores comics de super-héroes de todos los tiempos, “El regreso del señor de la noche”. Pero esta entrada no hará más alusión que la previa a ese tebeo. Lo que sucede es que ayer tuve la oportunidad de ver al fin “The dark knight”, la esperadísima secuela de “Batman begins”, y cuando salí del cine el primer pensamiento que cruzó mi mente fue: “El imperio contraataca”.

Al igual que ocurrió en la saga original de “Star Wars” (cuando “Star Wars” era CINE, con mayúsculas, y no “Sensación de vivir” con sables láser), esta segunda entrega de la trilogía de Batman es más oscura, más intensa y saca mejor partido de los personajes, elevándolos a un nuevo nivel dramático.



“Batman begins” supuso, hace tres años, una alegría para todos aquellos que alguna vez hemos disfrutado de un tebeo del hombre murciélago. Después de dos películas notables a cargo del esperpéntico Tim Burton, la saga había caído en manos del vergonzante Joel Schumacher, que con “Batman Forever” y “Batman y Robin” consiguió hundir la imagen que el gran público (precisamente aquel que no conoce los comics) tenía del protector de Gotham. La Warner (productora de las películas y propietaria de DC Comics, editorial que posee los derechos del personaje) se vio entonces en la obligación de hacer borrón y cuenta nueva si quería seguir exprimiendo la (otrora) gallina de los huevos de oro. Christopher Nolan fue el director elegido para un nuevo proyecto que actualizaría el concepto y narraría de nuevo (mejor dicho, por primera vez en la gran pantalla) la génesis del personaje sin tener en cuenta las cuatro películas precedentes.

Si bien “Batman begins” no era un film sobresaliente, contenía la esencia pura de lo que una película protagonizada por Batman debía ser. El casting fue acertadísimo: Christian Bale resultó tanto el Bruce Wayne como el Batman definitivos; Gary Oldman parecía no interpretar a Jim Gordon, sino sencillamente ser Jim Gordon; Michael Caine, Morgan Freeman, Tom Wilkinson y Liam Neeson conformaban un excelente plantel de secundarios (los cuatro son grandísimos intérpretes que ya nada tienen que demostrar) y Cillian Murphy conseguía dar vida a un convincente Espantapájaros. Tan sólo Katie Holmes parecía fuera de lugar entre un reparto que, a todas luces, le venía grande. El guión, en comparación con los de las anteriores películas de la franquicia, resultaba maduro y convincente, manteniendo la pureza del concepto original y recreando algunos de sus factores clave (los gadgets, el entrenamiento, la bat-señal) sin que resultaran ridículos ni pareciesen estar fuera del tono realista del film. Sus grandes “peros” eran una obvia descompensación del ritmo y la escasa experiencia de Nolan como director de escenas de acción, que en la mayoría de los casos se saldaron con un montaje confuso que impedía apreciar lo que realmente estaba ocurriendo en pantalla. Con todo, los fans del hombre murciélago tenían buenos motivos para estar contentos; más aún gracias a aquel final que vaticinaba una inminente secuela en la que el villano no sería otro que el Joker (posiblemente el mejor villano de entre todas las galerías de villanos de todos los super-héroes que existen).

Empleando “Batman begins” como firme base sobre la que seguir reconstruyendo la leyenda cinematográfica del hombre murciélago, la gran duda era si Nolan y compañía conseguirían lo que a muchos les parecía imposible: hacernos olvidar aquel memorable Joker de Jack Nicholson (en el primer “Batman” de Burton) y conseguir mantener (o incluso elevar) el nivel de calidad.

Vista “The dark knight”, puedo afirmar sin ningún género de dudas que ambos propósitos han sido holgadamente cumplidos. Magna cum laude, diría yo.


Posiblemente el primer aspecto que salga a colación en cualquier conversación venidera sobre “The dark knight” sea el trabajo que llevó a cabo en la película el actor Heath Ledger, desgraciadamente fallecido antes del estreno. Obviamente, para una gran mayoría el interés en su interpretación estará inequívocamente ligado al morbo puro y duro, pero lo cierto es que su Joker es sencillamente impresionante. Kilométricamente alejado de la imagen pop (y rematadamente kitsch) con que Nicholson dotó al príncipe del crimen en 1989, Ledger se hunde profundamente en la psicosis del personaje, dando vida a un auténtico monstruo que no resulta simpático en casi ningún momento (reconozco haberme reído con su “truco de magia”), sino directamente grotesco y terrorífico. El Joker de “The dark knight” es el gatillo con que el caos se dispara en las calles de Gotham; un agitador de la parte más irracional, primitiva y anárquica del ser humano. Su finalidad no es el poder, el dinero o la gloria. Busca la degeneración de una moral que, según él, no es más que fachada. Es un corruptor de las mentes bienpensantes que utiliza la televisión como púlpito y el C-4 como comunión (lo cual enlaza con una de las ideas más importantes que subyacen bajo todo el argumento de la cinta: el pánico a los atentados en las grandes metrópolis americanas y la guerra contra el terror). Es obvio que el referente empleado por Christopher Nolan, David S. Goyer y Jonathan Nolan a la hora de escribir las intervenciones del Joker en el guión de “The dark knight” fue la interpretación que Alan Moore hizo del personaje en “La broma asesina” (magnífico tebeo ilustrado por el también magnífico Brian Bolland).

Pero por mucho que Ledger vaya a llevarse póstumamente todos los aplausos, no sería justo dejar que su labor ensombreciera la de aquellos actores que ya estaban en “Batman begins” y que consiguen mejorar lo ya visto en ésta, dando una imagen más rica y compleja de sus respectivos personajes. Christian Bale vuelve a brillar de nuevo como Bruce Wayne (adoro las escenas en que se presenta como un millonario frívolo con un toque excéntrico) y a hacer “esa cosa tan guay” con la voz cuando se enfunda el traje de murciélago. Gary Oldman está, de nuevo, sublime como Jim Gordon. Michael Caine tiene menos minutos que en la película precedente, lo cual no quita que siga siendo el mejor Alfred que pudiera imaginarse, y Morgan Freeman simplemente se deja llevar por un personaje al que dota de gran peso con sólo un par de intervenciones en pantalla.

A ellos hay que sumar las intensas interpretaciones de los recién llegados Aaron Eckhart, soberbio Harvey Dent (sobre todo mientras “solo” es Harvey Dent) y Maggie Gyllenhaal, que sustituye a Katie Holmes en el rol de Rachel Dawes superándola con creces, componiendo un personaje más creíble y empático, pese a resultarme tan poco atractiva físicamente como la señora de Tom Cruise.

Los grandes aciertos de “Batman begins” siguen presentes en “The dark knight”. Algunos, como la excelente banda sonora de James Newton Howard y Hans Zimmer, apenas han necesitado retoques (salvo un par de temas, como el correspondiente al personaje del Joker). Funcionaba perfectamente en la primera entrega y vuelve a hacerlo del mismo modo en ésta, potenciando el sentimiento épico y oscureciendo el componente dramático de la historia.


La dirección ha mejorado mucho. Nolan se muestra más confiado en las escenas de acción (curiosamente hay menos que en “Batman begins”, pero mucho más satisfactorias) y demuestra que lo suyo no son los super-héroes, sino el thriller y el suspense. “The dark knight” no tiene el tratamiento de un blockbuster de acción, sino el de un gran drama policíaco-criminal al estilo del “Heat” de Michael Mann. El uso de los efectos especiales por ordenador es muy contenido, lo cual ayuda a otorgarle una sensación de veracidad muy valiosa de cara al resultado final, y pese a que hay grandes tiroteos y descomunales escenas de destrucción urbana, Nolan nunca parece perder la perspectiva de que su cine se apoya en los personajes y su drama, no en meros fuegos de artificio.

En oposición a “Batman begins”, el ritmo de “The dark knight” es intensísimo, sin bajones a lo largo de sus dos horas y media de metraje. De hecho, podría decirse que es incluso demasiado intenso. Desde esos cinco magistrales primeros minutos de arranque hasta el épico fin de fiesta, la película es una auténtica montaña rusa, un frenético devenir de acontecimientos que no permite ni un segundo para ir al baño a mear esa coca-cola que has comprado a la entrada del cine. Apenas puede uno respirar (y ya digo que no es porque haya mucha acción, sino porque hay mucha narración). En “The dark knight” pasan muchas cosas. Muchísimas. Y todas ellas bastante impredecibles, la verdad (al menos tanto como permite el hecho de adaptar situaciones que aquellos que conozcan el comic ya saben que tienen que verse inevitablemente reflejadas en la película).

Después de todo lo dicho hasta ahora, el lector supondrá que nos encontramos ante un film de diez, si bien eso no es en absoluto cierto. “The dark knight” es una película magnífica, vibrante y totalmente absorbente, pero no es una cinta perfecta. La transformación psicológica del personaje de Harvey Dent resulta algo forzada (lo exige el argumento, es verdad; pero algo chirría en esa conversación que mantiene con el Joker antes de la traca final) y, aunque el guión es estupendo, sigue persistiendo cierta ausencia de sutileza en los diálogos que ya resultaba reprochable en “Batman begins”. Todo se dice de forma demasiado explícita, quizás porque nos hallamos, no conviene olvidarlo, ante una película con clara vocación comercial. Y al gran público hay que darle las cosas bien masticaditas, no sea que tenga que pensar demasiado.


Pero, ¡qué demonios! Se trata de la mejor adaptación al cine de un comic de super-héroes (superando, esta vez sí, al “Superman” de Richard Donner) y posiblemente de la segunda o tercera mejor adaptación de un tebeo (sin restricción de géneros) a la gran pantalla.

Así que, merecidamente, “The dark knight” ya forma parte de la historia del CINE.





DOS APUNTES:

1) Tengo que verla una segunda vez cuando regrese a España. La vi en V.O. en un cine de Bruselas, donde ponen al mismo tiempo los subtítulos en francés y flamenco en pantalla (algo un poco lioso, la verdad), por lo que la experiencia no fue todo lo redonda que podría haber sido si los subtítulos hubiesen estado en castellano o inglés. De todos modos, estoy convencido de que mi opinión sobre la película no empeorará cuando vuelva a verla. Lo más probable es que incluso mejore…


2) Le tenía un poco de “cosa” a esa bat-moto que salía en los trailers y en alguna imagen promocional. Es el tipo de cosas que suelen usarse para vender muñequitos articulados y explotar las posibilidades mercantiles de esta clase de producciones, pero que no funcionan muy bien dentro de la lógica interna de la película. Contra todo pronóstico, no solo me ha gustado mucho la forma en que es utilizada, sino que además tiene todo el sentido del mundo (dentro del repertorio de gadgets de Batman, claro).

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Tras leer detenidamente y sin perderme ni una sola coma, solo tengo que decir: Que envidia me das!!!. Y no es de la sana, para ser sincera,jeje ;)
Yo; pobre mortal, tendré que esperar al 13 de agosto, eso si tengo suerte de que la pongan en el cine del pueblo vecino, (sino tendré que gorronearle a nuestra amiga común el piso,jeje)
Disfruta de tu estancia en Bruselas. Bikos

Jero Piñeiro dijo...

No me tomo a mal tu envidia malsana. Si fuera a la inversa, yo también estaría rascando el parquet del suelo con los dientes, jejeje.

No entiendo por qué algunas películas tardan tanto en llegar a España. Aquí existe también la versión doblada al francés y en Argentina y Chile también ha sido estrenada ya (así que no es un problema de doblaje, asumo). Algo parecido ocurre con "Wanted", que aquí ya lleva algunas semanas en cartel y en España no se estrena hasta septiembre, creo.

Lo peor de verla en Galicia será, sin duda, soportar el doblaje al castellano (ya conoces mis prejuicios contra las versiones dobladas, pero en este caso creo que será difícil que consigan acertar con la voz del Joker... en inglés es fantástica).

Ya estoy disfrutando de la estancia, jeje. ¡Y mucho!

Anónimo dijo...

Perdóname Jack, por que he pecado!
Asombroso, impactante, desconcierta en todo momento, es…. Buena, simplemente, por fin, tras una larga espera, la he visto. A tras ha quedado aquel hombrecillo vestido de lila que tanto miedo me hizo pasar (sigo venerándolo, pero menos).
Tengo que darte la razón en un aspecto sobre la película: la traducción….. en algunos personajes, la desmejora, llega a ser decepcionante.

Jero Piñeiro dijo...

La vi hace apenas una semana y ya estoy deseando revisarla. Con el paso de los días, me he ido quedando más con sus numerosas virtudes que con sus mínimos defectillos...

En lo que a mí respecta éste es EL Joker. Lo siento por Mr. Nicholson, pero ha quedado desfasado (y esto también va por ti, Tim Burton).

Ya en el trailer español se apreciaba un doblaje que no estaba a la altura. No sé, por ejemplo, cómo habrán resuelto la escena de la video-cámara (la del falso Batman) porque en inglés la voz de Ledger cuando le grita da mucho repelús... Tampoco sé si al final han traducido su "Why so serious?" por "¿A qué esa cara?" (que destroza totalmente la frase original...) El trabajo de Christian Bale con la voz también es excelente.

Pero bueno, por suerte vivimos en la era del DVD, jejeje...

Por supuesto, ahora la pregunta más obvia es: ¿¿¿¿qué podemos esperar de la tercera????

Anónimo dijo...

Las réplicas, quiero decir la traducción no es mala, me refiero a que es correcta, lo que desilusiona son las entonaciones, a mí concretamente las de Christian Bale, no me pega la voz, a ver, es la misma que en la anterior, pero... hay algo que no encaja, una exageración desmesurada. Por el resto, salí del cine diciendo, ¡la quiero, la quiero y la quiero!, necesito tenerla en mis manos, así que, he de confesar que mi amor platónico por Tim Burton y su Batman se ha esfumado y solo queda en mi memoria unos pocos detalles, que se han visto sustituidos repentinamente por cientos de imágenes estupendas. Aún así, salí con una pequeña duda, algo que creo o bien se me pasó por alto, o se equivocarón en la realización.
Pues eso, ahora: para cuando la siguiente? jeje. Ah! y los rumores del óscar póstumo parecen cobrar sentido.