martes, octubre 11, 2011

¿Ultraviolencia?

En lo que respecta a los niveles de sangre y destrucción presentes en los comics de super-héroes, es muy posible que el máximo exponente (aún no superado) de ultraviolencia pijamera sea la Batalla de Londres narrada en el número 15 de la edición norteamericana de “Miracleman”. Dentro de los cientos de títulos que he tenido la fortuna o desgracia de leer, aún no he visto nada que supere en impacto y escalofrío a aquellas imborrables páginas escritas por Alan Moore y dibujadas por John Totleben que vieron la luz en noviembre de 1988, hace ya 23 años.

Desde entonces la escalada de violencia en el género super-heroico ha sido considerable en cuanto a su difusión y normalización, pero desgraciadamente en un alto porcentaje de casos se trata de un recurso empleado gratuitamente y sin un sentido dramático justificado. Supuestos héroes como Punisher, Spawn o el Lobezno más desquiciado han cometido barbaridades sangrientas con excusas absurdamente maquiavélicas y han sido aplaudidos por gran parte de un público lector que parece dar más importancia a los desmembramientos y decapitaciones que a un buen argumento y unos personajes sólidos.

Antes de que me acuséis de hipócrita o santurrón, debo aclarar que a mí me divierte la hiperviolencia tanto como al que más. De hecho, nada me resulta tan lúdico y vigorizante como un buen tebeo de hostias. Lo que pasa es que dichas hostias no significan nada para mí si no están al servicio de una trama interesante ni son propinadas o recibidas por personajes con los que empatice de algún modo. Lo mismo que una frase de tío duro puede "alegrarme el día" si la dice el tío duro adecuado y en el contexto adecuado, un puñetazo aplasta-cráneos debe responder a un cómo y un por qué concretos. Es la misma diferencia que uno puede encontrar entre una película de la saga Bourne o una protagonizada por Steven Seagal: los dos rompen brazos con ese característico crujido sordo que la mayoría sólo conocemos gracias al cine, pero cuando lo hace el primero mola todo lo molable y cuando lo hace el segundo resulta casposo y aburrido.


Recientemente se han publicado en nuestro país dos comics de super-héroes que ejemplifican a la perfección ambas caras de esta moneda.

En primer lugar tenemos el “Némesis” del escritor Mark Millar y el dibujante Steve McNiven, dos fulanos que habían firmado en el pasado uno de los tebeos de hostias más divertido de los últimos años, “Lobezno: el viejo Logan”. Sin ser un derroche de originalidad, aquella historia crepuscular protagonizada por el mutante canadiense conseguía pulsar las teclas correctas para entretener al respetable con unos diálogos divertidos, un montón de desmadradas escenas de acción y un dibujo espectacular. Millar, además, ya había dado muestras de su saber hacer en el terreno de la hiperviolencia sana y sin complejos en títulos como “The Authority” o “Wanted”, gracias a los cuales se ganó la fama de enfant terrible que últimamente parece empeñado en dilapidar. Desde luego, “Némesis” no será el título que reconcilie al guionista escocés con aquellos de nosotros que empezamos a estar cada vez más hartos de sus repetitivos lugares comunes y de su cansina y pueril vocación transgresora.


Los seis números de “Némesis” que Panini ha recopilado en un bonito tomo de tapas duras parten de la siguiente premisa: ¿y si Batman fuese el Joker? O lo que es lo mismo: ¿y si Bruce Wayne, un multimillonario entrenado en múltiples técnicas de lucha y con acceso a tecnología militar de valor incalculable decidiese utilizar sus recursos y su intelecto superior para hacer del mundo un lugar peor? Esta sinopsis, que podría dar para mucho o para muy poco dependiendo de quién sea el responsable de su desarrollo, se queda en lo puramente anecdótico transcurridas las primeras páginas del título que nos ocupa. Millar, en un acto de flagrante autoindulgencia, asume que al lector no le interesa (ni por asomo) disfrutar de un desarrollo dramático lógico, de unos diálogos con sentido o de una estructura argumental coherente y se dedica a pasear a su personaje (disfrazado de obra de Malevich; para que la sangre de sus víctimas destaque ún más sobre la tela blanca, supongo) por medio globo terráqueo mientras el unidimensional super-villano mata a todo bicho viviente e idea planes de lo más rocambolesco para poder partirse de risa a costa de los mejores policías del mundo.


Tras 120 páginas de palabrotas que sólo harían gracia a un niño de 8 años y toneladas de la más absurda violencia gratuita, “Némesis” concluye dejando al lector (a mí, al menos) con cara de primo y la sensación de que le han estafado 15 euros. Ni siquiera por el arte de McNiven merece la pena acercarse a este tebeo, pues el dibujante que antaño ilustrara viñetas impactantes en cabeceras como “Marvel Knights: 4” o “Civil War” se manifiesta aquí perezoso, poco imaginativo y perjudicado además por un entintado y un color que aplanan su estilo, firmando así algunas de las peores páginas que le recuerdo.

¿Ultraviolencia? Así, desde luego, no.


Por suerte, el título que ejemplifica la otra cara de este fenómeno me ha dado todo lo que “Némesis” no ha podido/sabido/querido ofrecerme. Se trata del volumen 14 de la serie “Invencible”, escrita por Robert Kirkman, dibujada por Ryan Ottley y publicada en nuestro país por Aleta/Dolmen.

Quienes estén al tanto de las perrerías que Kirkman ha cometido durante 80 y tantos números (y subiendo) con los personajes de su serie más célebre, “Los muertos vivientes”, ya sabrán que este guionista mofletudo de aspecto bonachón es un gran aficionado a las carnicerías salvajes y a las escenas truculentas. Lo que tal vez no sepan es que a estas alturas, su odisea zombi ya no es “el comic de Robert Kirkman que hay que leer”. Cierta repetición de ideas y el inevitable agotamiento de una larga colección que por todo lo demás es absolutamente recomendable, han provocado que sea “Invencible”, una serie en continuo e imparable crecimiento, el título por él escrito del que con más ansiedad y mayores expectativas aguardo noticias en la actualidad.


Afortunada amalgama entre la versión Ultimate de Peter Parker y el Clark Kent adolescente de "Superboy", Mark Grayson es uno de los héroes más poderosos del universo Image. Además de lidiar con invasores alienígenas, hombres-lobo, científicos locos y criaturas subterráneas que homenajean descaradamente a cierto villano de los Cuatro Fantásticos, Mark tiene también una compleja vida familiar y sentimental que le mantiene ocupado las 24 horas del día. Pese a todas las aventuras y enemigos que ha debido superar en su ya larga trayectoria como héroe enmascarado (60 números al inicio de este decimocuarto recopilatorio), Invencible no está preparado para lo que se le viene encima.

Kirkman, muy consciente de que las series regulares funcionan mejor si se le aplica ese principio básico de la animación conocido como “squash & stretch”, ha asumido que la calma antes de la tormenta es tan importante o más que la tormenta en sí, pero también que cuando ésta llega debe ser rotunda y marcar un punto de inflexión en el statu quo de una colección. Y eso es precisamente “Todavía en pie”: la mayor tormenta de hostias, gore y destrucción masiva que el guionista haya orquestado jamás.


Más próxima a las grandes mega-peleas que Toriyama planificaba en “Dragon Ball” que a la mentada Batalla de Londres de “Miracleman”, la enorme contienda que ocupa la práctica totalidad de este tomo resulta adictiva, trágica y demoledora gracias al trabajo previo que el guionista ha sabido desarrollar en los capítulos anteriores de la colección. Llevados los personajes a este punto, confrontados con sentido héroe y villanos y establecidos los valores dramáticos del argumento, lo lógico era precisamente dar paso a la acción y dejar que fueran los puños, las explosiones y el gore desatado quienes tomasen momentáneamente el control de la serie.


El dibujante Ryan Ottley produce aquí, además, algunas páginas memorables. Es cierto que su estilo es algo limitado y que narrativamente no aporta nada a los archi-conocidos recursos del medio, pero sus escenas de acción son brutalmente plásticas y efectivas, y en ellas se perciben claramente la diversión y entusiasmo con que han sido afrontadas.

El resultado es uno de los mejores tebeos de hostias de la década (sí, como lo leéis), punto álgido de una serie todavía infravalorada pero que, con el tiempo, será un clásico de culto: un absoluto referente del género super-heroico en el siglo XXI.

¿Ultraviolencia? Si es como ésta, dádmela toda.


14 comentarios:

J.J. González Haro dijo...

Nemesis me ha parecido divertido a rato, pero el final me ha dejado igual que a ti.

En cuanto a invencible estoy haciendo poco a poco la coleccio y actualmente tengo los 4 primeros volumenes. No esta mal, pero si se pone al nivel que dices merecera la pena continuar.

Un saludo crack

Arion dijo...

Interesante comparación entre Millar y Kirkman.

Por cierto, tienes un muy buen blog de cómics, si quieres visitar el mío (cine y cómics) ahí va el link: www.artbyarion.blogspot.com

Anónimo dijo...

...que era La Porca. Y, además, añadió:

Por lo que cuentas, parece que Millar empezó partiendo la pana a la altura de un "jodido-Tarantino" y ha acabado derivando en un "no-inspirado-Guy-Ritchie" o, peor me lo pones, en un "haz-tus-cosas-Robert-Rodriguez"...
Lo último que leí de los Muertos Vivientes fue el primer tomo recopilatorio y me cundió tanto que espero con ganas el segundo. Habrá que ver si su adaptación aguanta el tipo después de la marcha de Frank Darabont o, por desgracia, pone el piloto automático y se transforma en un zombie televisivo "agazapadeishion como una alimañeishon" (como diría el chanante Hombre Asqueroso)
Últimamente estoy tomando buena nota de tus recomendaciones musicales. Ahí van unas para ti: el último disco de Metronomy ("The English Riviera") o el disco debut de Anna Calvi.

Jero Piñeiro dijo...

Kin: supongo que por los 4 primeros volúmenes te refieres a las dos miniseries iniciales (la que no tiene subtítulo y "Con ocho basta"), ¿no? Yo creo que es precisamente a partir del siguiente tomo, "Auténticos desconocidos", que la cosa se pone interesante y comienza el progresivo ascenso de la serie hasta las cotas de diversión de los últimos tomos. Desde el nº12 USA hasta ahora ("Todavía en pie" incluye hasta el 65) ha sido un no parar... Además el cambio de colorista le ha sentado genial al dibujo de Ottley, que sustituye a Corey Walker en "Con ocho basta" y que también ha ido mejorando (y de qué manera) con el tiempo.

Arion: ante todo, bienvenido al blog y muchas gracias por comentar. Lo cierto es que no escribo sobre comics tanto como me gustaría y, a decir verdad, últimamente tengo la impresión de que el Abismo se ha convertido más en un blog de cine con esporádicas reseñas de comics y música que en el cajón de sastre que originalmente era... Me pasaré a echarle un ojo a tu blog, tiene una pinta interesante ;)

Porca: Millar es el último y quizás más exitoso (en términos comerciales) de una tradición de guionistas británicos malhablados y macarras que tuvo su máximo exponente (o eso creo yo) en los guiones de Garth Ennis para "Predicador". El primer recopilatorio de "Los muertos vivientes" es muy bueno, pero el segundo es indudablemente mejor. Si abarca hasta donde yo creo (nº 48 USA), casi diría que es la mejor etapa de la serie hasta ahora, sin desmerecer al resto. Me apunto tus recomendaciones musicales, of course ;)

Jero Piñeiro dijo...

Autoexplicándome (que me he dejado mucho en el tintero): lo que quería decir con lo de Millar y Ennis es que, salvando distancias, si alguien tuviera que ser el Tarantino del comic mainstream, ése sería Ennis: por saqueador de ideas, por sentido del humor, por repetición de tics y por uso y abuso de la violencia.

Millar, por su parte, estaría a medio camino entre lo chabacano de Ennis y el corte más intelectual (al menos en sus primeros trabajos) de Warren Ellis y Grant Morrison. El problema es que últimamente ha pasado olímpicamente de ese legado ciencia-ficcionero y se ha creído que sólo con tacos y burradas se puede construir un comic divertido (ya no digo bueno). Parece que hayan pasado un millón de años desde que escribiera tebeos tan apreciables como "Superman: Hijo rojo", "Wanted", "The Authority" o los dos primeros volúmenes de "The Ultimates". Tebeos que contaban algo y lo hacían, además, de forma divertida.

Por lo general, estos autores "hot" suelen patinar cuando se creen demasiado graciosos y asumen que sus chascarrillos son más interesantes que sus ideas de partida. A Ennis le lleva pasando mucho tiempo (de ahí tubérculos como "Las aventuras de la brigada de los fusileros", "The Boys" o su estancia en "Punisher") y Ellis también metió la pata con "Nextwave" (hasta el fondo) y con el 75% de "Transmetropolitan" (con lo bien que empezó esa serie...)

David dijo...

Uuummmm... No he leído ninguno de los dos (y aquí podría decir Nemo...¿entonces para qué comentas?)
Bueno...en realidad el comentario debería hacerlo en uno de los enlaces que has puesto..el de "parece empeñado en dilapidar". Ya he leído ese arco. Y sí, coincido bastante con lo que decías allí (o lo que recuerdo que decías; ahora sólo lo he ojeado por encima y he visto el comentario en el que te decía que no lo había leído). Los dibujos de Carlos están bien, pero la historia es muy flojita y engancha menos que la de sus primeros Ultimates o las que se curró en Authority.
Un saludo.

David dijo...

Ah! A mí también me impactó ese episodio de Miracleman. Y en el que violan al chaval, también. Jo! Qué pena que no tenga esa serie en papel.

Jero Piñeiro dijo...

Pues si el primer arco de "Ultimate Vengadores" no te ha gustado, ni se te ocurra acercarte a los siguientes, David, que son espantosos. Sobre "Némesis", con decirte que me ha parecido mucho peor que esa saga del Ultimate Cráneo Rojo ya te harás una idea de por dónde van los tiros (oh, qué ingenioso juego de palabras).

Yo tampoco tengo "Miracleman" en formato físico. Y mira que me fastidia, porque es uno de mis comics favoritos (en general, sin restricción de géneros). Para poder leerlo tuve que bajármelo de internet, algo que no me gusta demasiado. Pero claro, la otra opción era no leerlo, así que... Sigo aguardando el día en que Marvel (o quien sea) anuncie una reedición, porque los precios con que circula la edición de forum por internet son imposibles de asumir para mí (de 120 € para arriba, ¡11 cuadernos grapados!). Si al final hemos visto "Cerebus" publicado en castellano y parece que "Flex Mentallo" llegará a lo largo de 2012, no pierdo la esperanza de tener algún día el "Miracleman" de Moore en tres bonitos tomos recopilatorios (o en uno muy gordo de esos que tanto se llevan ahora).

charlie furilo dijo...

El otro día en la FNAC tuve "Nemesis" en mis manos y a punto estuve de picar. Leyendo tu reseña y la del Misántropo, se me han quitado las ganas, y eso que no he leido nada de lo que ha hecho Millar últimamente (me parece que lo último fue "El Viejo Logan"), aunque me temo que no me pierdo nada...

En cuanto a "Invencible" me pasó un poco como a KIN, leí las 2 primeras miniseries y no me pareció nada del otro jueves. Parece que tendré que reconsiderarlo.

Jero Piñeiro dijo...

Pasa de "Nemesis", Charlie. Es muy malo. Y además no cuenta absolutamente nada. A Millar desde "El Viejo Logan" no le he leído nada potable. Me estoy pensando muy mucho lo de pillarme la futura "Superior" cuando se publique... y eso que yo antes era un defensor a ultranza del escocés.

"Invencible" comienza muy suave porque tiene que establecer un statu quo tradicional, de super-héroes de toda la vida: crear su continuidad al estilo Marvel o DC para luego poder zarandearla a gusto. A mí me resulta apasionante, y además cada tomo me parece casi siempre mejor que el anterior, pero es verdad que hay que darle cierto margen para quedar enganchado. "Los muertos vivientes" tenía un punto de partida más apetecible. Curiosamente, creo que "Invencible" tiene más cuerda que la serie de los zombis precisamente porque su universo admite muchas más historias, tonos y subtramas diferentes...

charlie furilo dijo...

Un colega me paso "Némesis" y anoche me lo leí. Virgen santa que desproposito!!! La historia?? no tiene ni pies de cabeza, es una sucesión de hostias y violencia sin ningún sentido y el final es sencillamente sonrojante. Infumable es decir poco. Que pena, porque bien llevada era una idea interesante y con muchas posibilidades

Jero Piñeiro dijo...

Dadas nuestras habituales coincidencias en gustos, me hubiera extrañado que "Nemesis" te generase otra opinión, Charlie. Yo la tengo por una de las peores compras realizadas en 2011 en cuanto a comics, y también por uno de los peores ejemplos de todos los excesos a los que Millar puede llegar cuando no se toma en serio ni su trabajo ni la inteligencia del lector.

En otro orden de cosas: por fin he seguido tu recomendación de ver "Breaking Bad" y... ¡chico, cómo lo estoy gozando! (y eso que aún estoy terminando la 2ª temporada) Pepinazo de serie :D

Roman Moreno "Turbiales" dijo...

Invencible es uno de los mejores comics que he leido en los ultimos años.

Tiene un tono "Teen" que recuerda a los comienzos de Spideman. Pero con toda la frescura de sacar situaciones nuevas o situaciones viejas con cierta frescura. Desde authority no habia visto tanta vuelta de tuerca en el genero superheroico.

Y lo jodido, es un comic muyy spoileable. No se puede hablar casi nada de el para no joder la experiencia de los nuevos lectores.

Jero Piñeiro dijo...

Bastante de acuerdo en todo, Turbiales. Sobre todo en lo spoileable que es esta serie, jejeje. Algo que tiene en común con la otra serie "mayor" de Kirkman, "Los muertos vivientes". Y qué buenos recuerdos me trae el "The Authority" de Millar y Quitely...