miércoles, diciembre 31, 2008

Top 10: mis discos de 2008

Inicio con esta entrada una serie de tres top 10’s con lo que, en mi nada modesta pero siempre discutible opinión, ha sido lo mejor del año que ahorita mismo termina. En todos los casos, se trata de obras estrenadas, editadas o publicadas en nuestro país (y no en el suyo de origen) a lo largo de 2008. Empiezo con la música, aclarando que no he oído ni una milésima parte de lo que se ha publicado este año, así que la lista resultante no debe ser tomada por nadie como algo cerrado ni, desde luego, respetable. Ya sabemos que las opiniones son como los culos y cada uno tiene el suyo, además de las filias o fobias propias de cada persona (y que en mi caso, por ejemplo, me alejan de ciertos géneros musicales en los que me siento más perdido que un pulpo en un garaje). En fin, no me lío más:

10-Dark Captain Light Captain – Miracle Kicker


Aunque en mi primer borrador de este top 10 este puesto era para el “Day and age” de The Killers, la semana pasada descubrí este discazo y desde entonces cada día estoy un poco más enganchado a él. Quizás con algo más de margen para escucharlo se habría colocado entre los primeros lugares de la lista. Voces dulces con letras directas sobre una guitarras elegantes en grandes temas como “Jealous enemies”, “Circles” o “Speak”.

9-Metallica – Death Magnetic


Tras cinco años de silencio y con el turbador recuerdo de “St. Anger” en mente, la redención de Metallica llegó con esta bofetada en forma de metal que revive y sintetiza el espíritu de una de las bandas más grandes de nuestro tiempo. Temas como “The day that never comes” ya son, sólo unos meses después de su publicación, clásicos en su repertorio.

8-Matt Elliott – Howling Songs


El de este disco es un caso curioso. Leyendo una reseña no demasiado efusiva en Hipersónica me enamoré de la portada (que, si no es suya, al menos tiene un aire con el trabajo del ilustrador James Jean). Tanto que, contradiciendo las recomendaciones del autor de dicha reseña, me hice con él guiado por mi impulsividad. Al final ha resultado ser un disco cojonudo, mezcolanza de filosofías góticas y sonidos de Europa del Este (ya sabéis, violines llorones y todo ese rollo) en el que cada aullido y cada lamento de Elliott trasmiten tristeza y maldición.

7-The Last Shadow Puppets – The Age of the Understatement


A medio camino entre el sonido brit actual y las bandas sonoras del cine de espías de los 70 está este álbum que rezuma clase en todos sus cortes. La fusión de afiladas guitarras con el característico sonido de trompetas y violines a lo Monty Norman tiene como resultado uno de los discos más frescos y sorprendentes (por inesperado) de la temporada.

6-Nacho Vegas – El Manifiesto Desastre


Mi reencuentro con Vegas no podía haber sido más satisfactorio. Al gran nivel habitual de sus letras se unen unas composiciones que remarcan el patetismo y el sentido de lo tremendo que han convertido al asturiano en una figura única en el panorama independiente nacional. Canciones como “El tercer día”, “Mondúber”, “Un desastre manifiesto” o, sobre todo, “Morir o matar”, lo acreditan como uno de los más destacados cantautores en lengua hispana.

5-Sigur Rós – Med Sud I Eyrum Vid Spilum Endalaust


El giro alegre de los islandeses en este disco de nombre impronunciable les ha sentado de maravilla. Cada vez que escucho temas como “Gobbledigook”, “Vid spilum endalaust” o “Ara batur” me embarga un profundo síndrome de Stendhal y comprendo que, como está cansado de saber Julio Salinas, la vida puede ser maravillosa.

4-Coldplay – Viva la Vida or Death and all his friends


Otros que han cambiado de registro han sido los ingleses que lidera Chris Martin. Polémicas aparte (sobre el tema que da nombre al álbum pesan no una sino varias acusaciones de plagio), Coldplay ha firmado uno de los discos imprescindibles del 2008 tanto en lo puramente comercial como en lo estrictamente musical. Aunque cada vez suenen más a U2…

El hecho de que sea un directo y de que se haya publicado hace casi 12 meses juega en contra de este espectacular concierto que Muse ofreció en la catedral inglesa del fútbol. Si se hubiera publicado en noviembre, posiblemente ocuparía el puesto más alto de mi lista. Se trata de un disco perfecto para quienes quieran subirse al carro de una de las bandas de rock más en forma del momento y, para los que llevamos años siguiendo (y babeando con) su trayectoria, un regalo para los oídos.

2-Extremoduro – La Ley Innata


Hacer una lista de este tipo es muy divertido pero también bastante complicado. ¿Por qué no está “La ley innata” en el primer puesto? Musicalmente no me faltan motivos para ubicarlo en lo más alto, porque el disco de Robe Iniesta y los suyos se merece todos los laureles posibles. “Extremoduro” se ha pasado al AOR en un disco conceptual que se escucha del tirón y se hilvana con un leit motiv recurrente y han conseguido un disco redondo desde las primeras hasta las últimas notas (que además son las mismas). Entonces, ¿por qué queda relegado al segundo puesto? La respuesta al enigma está en el numero 1…

1-Vetusta Morla – Un Día en el Mundo

…porque, como decía unas entradas atrás, éste ha sido el “Año Vetusta”. Este disco me ha acompañado incansablemente durante la mayor parte del 2008 y a él debo muchos buenos momentos, tanto musicales como personales. Las canciones de “Un día en el mundo” han sido mi banda sonora personal durante este año que hoy termina, y el hecho de haber protagonizado también el último concierto al que he asistido en 2008 les ha dado el empujón definitivo para situarse por encima de sus competidores en lo más alto de este Top 10.

[Se han quedado fuera mogollón de grupos y artistas importantes este año como pudieran ser The Killers, Russian Red, Glasvegas, Gnarls Barkley, Grand Archives, Korazón Crudo, Julio de la Rosa, Los Campesinos!, MGMT, My Morning Jacket, Paul Weller, Okkervil River, Tote King, Adele, TV on the Radio o Vampire Weekend, pero es lo que tienen los top 10, que sólo caben 10… Con todo, las ausencias más destacadas debieran ser las de The Mars Volta y Enrique Bunbury, cuyos discos se prometían fundamentales y han resultado estar por debajo de mis expectativas. Sobre todo en el caso de The Mars Volta, cuyo “The Bedlam in Goliath” aún no he podido escuchar entero: si es que no hay por dónde cogerlo…]

No hay comentarios: