jueves, octubre 06, 2011

Mi canción favorita del 2011 (y otras 10 que tampoco están nada mal)

Esto sí que no me lo esperaba. Que un grupo con un nombre tan tontorrón, cuyo debut había volado hace un par de años por debajo de mi radar (lo cual no es de extrañar, dada mi habitual reticencia a probar suerte con bandas de calidad no contrastada), se encarame apenas unos días después de descubrirlo al podio de mis álbumes favoritos del año en curso es toda una novedad.

Arriesgando ya desde la portada, que contiene TODAS las letras del disco. Con un par.

Hablo de Girls y su segundo LP, “Father, Son, Holy Ghost”, un disco que arranca como una centella con “Honey Bunny”, una alegre oda surf al complejo de Edipo, y de ahí en adelante no hace más que mejorar. Las referencias más variopintas a la música de los 60 y los 70 van y vienen mientras Christopher Owens entona con su voz de beach boy unas letras de un romántico fatalismo naïf que uno sólo puede entender como broma autoconsciente.

Está claro que esa pose de muchacho hipersensible (“Alex has a boyfriend / Oh well, I'm in hell”) le sienta como un guante a tonadas dulces y desesperadas como “Alex” o “Just a song” (donde el cantante recita un “it feels like nobody's happy now” tan exageradamente dramático que me hace sonreír). Entre éstas, sin embargo, los muchachos de Girls tienen tiempo para acelerar el pulso del oyente con la metalera (sí, metalera) “Die”, que parece salida del repertorio de unos Deep Purple encabronados, y de virar poco después, con total naturalidad, a los medios tiempos teatralmente depresivos con la rotunda “My ma”, que además deja el terreno preparado para la que ya es, por derecho propio, mi canción favorita en lo que llevamos de año (mientras ningún otro disco ya editado venga a demostrar lo contrario y a falta de saber qué más nos deparará este 2011, claro).

"¡Cuidado, Nota, son nihilistas!"

El corte en concreto se llama “Vomit” y es el primer single extraído del álbum. Un tema que lo tiene todo: guitarras furibundas, cambios de ritmo, órganos épicos, una letra tan concisa como contundente (“I need your love / Come into my heart”), un increíble trabajo coral y una voz solista femenina alla “Dark Side of the Moon” que me seducen, me elevan y me retuercen el alma exprimiéndole hasta la última gota de melomanía. Impetuous! Homeric!”, que decía Michaleen Flynn en una de las escenas más memorables de “El hombre tranquilo”.

Luego el disco sigue manteniendo el tipo hasta el final, lo cual en este caso es decir mucho, recordando a los Beatles en “Magic” (igual son imaginaciones mías, pero cada vez que la escucho me parece que Sir Macca va a empezar a cantar “Getting better”), firmando unas guitarras alucinantes al final de “Forgiveness” y versionando (o casi) el “Stop” de Sam Brown al estilo oldies en “Love like a river”. Remata la jugada “Jamie Marie”, uno de esos lentos y elegantes fines de fiesta que te dejan instalada en el cuerpo la necesidad de darle otra vez al play y volver a tragarte de cabo a rabo los pucheros desconsolados de estas Girls californianas.

Y... ¿cómo decíais que se llamaba vuestro grupo?

Así que ya podéis iros haciendo a la idea de encontraros “Father, Son, Holy Ghost” en todas las listas de los mejores discos del 2011 que se publicarán, como ya viene siendo habitual, en el navideño mes de diciembre. Que estará en la mía, ni lo dudéis.

6 comentarios:

Nonchalant Debonair dijo...

Desde luego es un número impresionante y totalmente diferente a lo que habían hecho anteriormente. Llevo pinchando sus anteriores discos en El País de los Sueños desde que salieron (cosas como The Oh So Protective One y Heartbreaker) y en concreto Vomit lleva varias semanas como fijo en la playlist.

Jero Piñeiro dijo...

Ya sabía que pinchabas la canción en el programa, Fran. De hecho creo que lo comentamos también por facebook. Ahora tengo que ponerme al día con el disco debut y con un EP que sacaron entre aquél y éste. No me espero algo tan rotundo como "Father, Son, Holy Ghost", pero desde luego estos fulanos han sabido captar mi atención...

charlie furilo dijo...

Camarada. Se me quedó en la memoria esta reseña y esta tarde lo he escuchado un par de veces vía Spotify y me pongo a la voz de ¡ya! a bajarmelo para escucharlo con mayores detenimiento en el Ipod. Apunta muy, muy, alto...

Saludos

Jero Piñeiro dijo...

¿Te parece, Charlie, si te cambio esta recomendación por dos tuyas que me están dando mucha vidilla estos días? Por un lado "Breaking bad" (de la que ayer terminé la primera temporada y me está pareciendo cojonuda) y por el otro el nuevo disco de Machine Head, que descubrí gracias al enlace que colgaste en el muro de Facebook de "TMCAF" y que es un trallazo de disco ;)

charlie furilo dijo...

HECHO!!

Me alegra saber que, por fin!! te has decidido a darle una oportunidad a "Breaking Bad". La primera temporada es un simple aperitivo, ya verás. Todavía no he visto la 4ª temporada pero la 2ª, y sobre todo, la 3ª, son para enmarcar... Heisenberg rules!!!

Se que no eres especialmente aficionado al metal, pero el de Machine Head es un discazo descomunal. Me alegro que te haya gustado.

Saludos, camarada!!

Jero Piñeiro dijo...

Mi intención es ir dosificando "Breaking bad" hasta el estreno de la quinta y última temporada. Tras completar la primera, ahora estoy con "Generation Kill", y a continuación me pondré con las temporadas que se están emitiendo actualmente de otras series que sigo ("Boardwalk Empire", "Dexter", "The Walking Dead", "Misfits") y con algunas nuevas propuestas que pintan muy bien ("Hell on Wheels", "American Horror Story"), intercalando temporadas completas de "Breaking bad" entre unas y otras.

No soy especialmente metalero, como bien dices, pero creo que la calidad, sea en el género que sea, justifica el internarse en territorios más o menos desconocidos (me pasa con más grupos de metal como Metallica, Dream Theater, System of a Down, Tool...) La música, cuando es buena, es buena y punto.

Heisenberg rules! ;)