sábado, octubre 01, 2011

Jero, Eva, Aguirre y los demás

Voy a contaros una cosa, pero tenéis que prometerme que guardaréis el secreto. Es importante que lo hagáis, porque si esta información llega a oídos de mis amigos hipsters, comenzarán primero a hacerse los suecos conmigo cuando les proponga ir a ver pelis de Von Trier o Kore-eda, luego se desharán sutilmente de mí cuando sepan que Micah P. Hinson viene presentar su nuevo disco a Madrid y finalmente dejarán de hablarme de forma permanente y de darle al “me gusta” en mis ingeniosos estados de Facebook. Así que tenéis que prometérmelo, ¿vale?

En fin, voy a decirlo. Ejem. Venga. Decisión. Ahí va:

Me gusta Amaral.

(Ya está, ya lo he dicho. Alea jacta est.)

Los discos de Amaral nunca se caracterizaron por tener grandes portadas...

Es terrible, lo sé. Yo he intentado con todas mis fuerzas que no me gusten, porque sé que han tenido mucho éxito y que suenan en las radios generalistas y en las cadenas de televisión donde también se emiten videoclips de El Pescao y de Amaia Montero, pero por más que me he esforzado, no he conseguido cogerles manía.

Un amigo muy moderno que tengo, que sabe mucho más de esto que yo porque compra todos los meses la "Rockdelux", me dijo una vez que si escuchas a Amaral te salen granos y hasta te puedes quedar ciego, pero yo sigo teniendo la piel igual de grasienta que cuando tenía 15 años y mis dioptrías no aumentaron durante los días que me pasé dándole vueltas a “Gato negro, dragón rojo”. Y eso que era un álbum doble.

Míralos, si hasta parecen limpios.

Lo que pasa es que me caen bien, ¿sabéis? Eva y Aguirre. Me parecen un par de muchachos simpáticos, con sentido del humor, que hacen lo que les gusta y lo hacen además lo mejor que saben. Que no tienen miedo a emprender nuevas etapas en su propio sello discográfico, por ejemplo, y que cuando hablan no sueltan 20 tonterías por minuto. Además un día vi a Eva caminando por Fuencarral y me pareció una chica muy normal. Una más entre la gente. La vi y pensé: “mírala qué maja, tan campechana ella; parece mentira que guarde todo ese vozarrón ahí dentro”, y no pude odiarla por no ser indie y por vender miles de discos y por haber taladrado a media España con aquel pegajoso “El universo sobre mí”. No pude. Soy débil, lo sé.

Y ahora sacan nuevo disco, “Hacia lo salvaje”, y yo me lo pongo en casa muy bajito, de noche y a oscuras, cubierto por las sábanas de la cama para que nadie pueda ver en la pantalla de mi iPod lo que estoy escuchando, y me conformo con mover los labios para que no me oigan cantar la letra de la canción que da nombre al disco, que además tiene un vídeo muy bonito sobre superación personal hecho con imágenes de animalillos asilvestrados.

Aunque los focos le den calor, Aguirre no se descubre la cabeza ni a tiros.

Hay más temas que me gustan en el disco nuevo, lo reconozco. “Si las calles pudieran hablar” me recuerda mucho a las tonadas urbanas del penúltimo Quique González. “Robin Hood” es una desnuda composición intimista y triste que me llega precisamente por su simplicidad. “Como un martillo en la pared” posee un atractivo fatalismo que casa muy bien con la situación actual del mundo (o igual es sólo una cuestión de perspectiva). Y luego está “Hoy es el principio del final”, que a veces parece a punto de caer en el ridículo, con esas guitarras tan a lo The Edge (entre gorricos anda el juego, ya lo decía Bono*) y esas modulaciones tan raras que hace Eva con su voz. Pero, ay, también me gusta, qué le vamos a hacer.

De todos modos, “Hacia lo salvaje” es el disco perdedor de Amaral: poco radiable (dentro de los estándares habituales de la banda), derrotista en sus letras, virado hacia un sonido americano que lo alejará de los gustos del público mainstream nacional... Es, desde luego, un trabajo pensado por y para ellos dos, sin tener en cuenta lo que demandasen sus fans o sus antiguos mecenas. Un disco agradable, fácil en todos los sentidos, que me hace sentir cómodo, como cuando quedo con un viejo conocido para tomar algo en un bar y a los cinco minutos ya me siento otra vez próximo a él, como si el tiempo se hubiera detenido desde la última vez que charlamos y nos pusimos al día. Y lo que creo, en resumen, es que de una forma extraña e inexplicable Eva y Aguirre también son, a su modo, mis amigos.

Pero que todo esto quede entre nosotros, por favor.

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* Si me dieran un euro por cada vez que he enlazado este vídeo... tendría muchos euros.

22 comentarios:

J.J. González Haro dijo...

como diria Nelson de los Simpsons ..... jaaaaa jaaaa.....

A mi tambien me gustan Jero... aunque tu ya sabes que soy facilon... pero me gustan sus rimas con palabras poco habituales (mercurio, magnetico...)

Un saludo

Nemo dijo...

A mí me gustaban Amaral. Me introdujo en ellos una jovencita y, vaya, no estaban nada mal. Pero el otro día escuché la canción que da título a este nuevo disco y me dió mucha grima. Nada más empezar me dije: "Jo, más de lo mismo, pero amanerada de c0j0n3s" y la letra me hizo sentir como si pasaran las uñas por una pizarra.

¿Y qué demonios es El Pescao?

Jero Piñeiro dijo...

Kin: pues en este disco se marcan un "ciclotímicos reflejos" en la letra de "Antártida" que te encantará ;)

Fran: a mí "Hacia lo salvaje" (el single, no el disco) me parece una de las mejores canciones que Amaral ha compuesto nunca. Opiniones, culos y bla bla bla.

El Pescao, ex-guitarrista de El Canto del Loco (¡toma referencia curricular!), es el responsable de crímenes musicales como ÉSTE. Me había negado a enlazarlo desde la propia entrada (por no espantar a mis escasos lectores) pero todo sea por arrojar algo de luz sobre tu pregunta... (vamos, que si ahora estás deglutiendo el desayuno, la culpa es tuya y sólo tuya).

Nemo dijo...

Cómo detesto la frase esa de las opiniones y los culos. Aparte de que es vulgar a más no poder me tiene francamente (hey) haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaarto.

Jero Piñeiro dijo...

Te guste o no, y por muy trending topic bloguero en que se haya convertido, la frase de marras sigue siendo tan cierta hoy como cuando el tito Clint la acuñó hace un par de décadas... Y oye, a mí la palabra "culo" no me parece nada vulgar. Yo suelo emplear a menudo la más barriobajera "ojete" (que a ti te parecerá el colmo del "belenestebanismo", claro)...

Nemo dijo...

Yo soy un ser cuasi-celestial con cara de arcángel y cuerpo de dios griego, así que hay ciertas cosas con las que no me codeo.

Jero Piñeiro dijo...

Toda la razón. Aún recuerdo aquella cabecera homoerótica de "El pequeño misántropo"...

Nemo dijo...

Ah, ¿te ponía?

Jero Piñeiro dijo...

El problema de los querubines, ya sabes, es que sólo son interesantes de cintura para arriba...

Nemo dijo...

Vaya, lo siento. No era mi intención...

http://www.youtube.com/watch?v=2YO0WyOGHjU

Jero Piñeiro dijo...

Tus dos últimos comentarios son dignos de estudio en la Blogger Unversity of Massachusetts. Un auténtico 1-2 que tenías hábilmente preparado de antemano. Niños, aprended de un maestro.

David dijo...

Esta mañana, que he ojeado la reseña, pero no la había leído, he pensado...luego le meto el párrafo ese del restaurante de El lobo estepario.
Pero luego (ahora, en realidad), después de poner eso de Hacia lo salvaje (que me has hecho quitar el California Dreamin' de los Beach Boys; qué mala parece después de eso) ya he pasado...
A estos les he escuchado unas cuantas en la radio, o en el supermercado (esa de los amigos, por ejemplo; la letra es nostálgica, pero no está mal). Sin más.
Y oye, a cada uno le gusta lo que le gusta y si no le gusta a los demás... eso da igual.
Pero mejor que esta entrada es el diálogo que os habéis pegado aquí el joven padawan y el maestro jedi... ay qué risa MªLuisa, se me encoge la camisa.

Nemo dijo...

Yes, my darlin. Like playing chess.

Jero Piñeiro dijo...

David: no tengo "El lobo estepario" a mano (está en casa de mi hermano, en Galicia) y no recuerdo a qué fragmento te refieres. ¿Serías tan amable? Es que ese libro me gusta mucho y no sé cuándo podré rebuscar ese párrafo y saciar mi curiosidad...

Y a ver, Amaral me gustan, sin más. Ni "Hacia lo salvaje" es el disco del año (ni mucho menos) ni voy a pagar lo que cuesta una entrada para verlos en concierto ni nada de nada (de gratis sí que me apuntaría sin dudarlo). Pero me da guasa ver cómo algunos los crucifican por el simple hecho de haber tenido éxito entre el gran público cuando, qué demonios, son de lo más digno y escuchable en materia nacional de lo que suena diariamente en las emisoras de radiofórmula como M-80, Kiss FM o los 40.

Y a mí el "California dreamin'" de los Beach Boys no me parece, ni de lejos, la mejor versión del tema (la original de M's & P's, la de Baby Huey o la de George Benson me parecen muy superiores). Volvería a decir lo de los culos, pero igual Fran se me enfada ;)

David dijo...

La original es ya mítica. Pero yo
comparaba la versión de los chicos de la playa con el vídeo de las tortugas de la playa que se ha abierto mientras te leía.
A ver..el párrafo.. más bien la última frase(de un libro y un autor que no me terminan de convencer; pero esto, sí): ¡Qué estúpido eres! ¡Pues no ha tenido que mirar a hurtadillas a los demás comensales, para comprobar que no lo ven coger un bocado de mi tenedor! No tengas cuidado, tú, hijo perdido, no te pondré en evidencia. Pero si para divertirte necesitas el permiso de los demás, entonces eres verdaderamente un pobre diablo."
Página 123 en la 20º edición de Anaya (1989). Me asombra la facilidad que tengo a veces para dar con textos en libros que no tengo ni subrayados, ni marcados...
Un saludito

Jero Piñeiro dijo...

Muchas gracias, David. Muy apropiada la frase.

Yo de Hesse he leído sólo tres novelas ("El lobo estepario", "Demian" y "Siddharta") y el que más me ha gustado ha sido el primero. "El lobo estepario" conecta muy bien (demasiado bien, incluso) con muchos de mis estados de ánimo, dudas existenciales y demás manías y paranoias personales. De todos modos, habiéndolo leído dos veces, confieso que no he terminado de entender el final.

Seguro que Charles Xavier le encontraría una utilidad bienhechora a tu habilidad mutante para localizar párrafos de libros, jajaja...

David dijo...

Pues no sé...Me da que lo leí con 19-20 años... Ya ni me acuerdo del final. Pero eh! Me acordaba de aquella frase.

Anónimo dijo...

Joder...

Has tardado en salir de tu armario musical!!! Pero te queremos igual.

O al menos yo, Chicarrón! MUAKS

charlie furilo dijo...

jajajaja, joder, ni que fuera un sacrilegio que te gusten Amaral. Creeme hay cosas muchísimo peores que ni siquiera me atrevo a nombrar por aquí (para no mentar a la bicha...)

A mí también me gustan, que coño!!!

Jero Piñeiro dijo...

Anónimo: me alegro de que me sigas queriendo aunque me guste Amaral. Seas quien seas ;)

Charlie: di que sí, camarada. ¡Y además son de tu tierra!

Henry Morton Stanley dijo...

Jajaja, qué bueno, a mí también me encantan, pero no me atrevo a decírselo a nadie. De hecho, “De la noche a la mañana” me parece una de las mejores canciones de los últimos años, es una obra pop redonda. Se agradece la entrada, estoy seguro de que un montón de lectores se identifican con ella, pero por fuera se declaran fans de Loquillo…
Saludos.

Jero Piñeiro dijo...

Todos tenemos "placeres culpables" escondidos en el fondo de nuestras preferencias musicales, Henry. En el caso de Amaral, las críticas les han llovido (estoy convencido) por "haberse atrevido" (entrecomillo) a tener éxito entre el gran público. Los clásicos "enteraos" seguirían dándoles cera si aún siguiesen dando conciertos ante 500 amigotes en lugar de ante 10.000 personas. Siempre es más molón declararse fan del típico "artista maldito" que seguir pareciendo moderno y enrollado cuando te gustan abiertamente Amaral o Vetusta Morla...