sábado, septiembre 18, 2010

De mierdas y palos

La culpa, en el fondo, es toda mía.

Primero, por esperarme algo decente, a estas alturas, de una saga que empezó en lo más alto (el “Depredador” de John McTiernan, lo comentaba el otro día, es un maldito clásico del cine de acción; un standard, que dirían los entendidos en jazz) y que ha ido cayendo (a plomo, sin apenas progresión) hasta los más insondables abismos de la fatalidad (aún siento escalofríos al recordar “Alien Vs. Predator 2”).


Segundo, por creer que Robert Rodríguez, un tipo capaz de lo malo y, aún más, de lo peor, iba a sacar adelante un proyecto mínimamente digno (dejando además la dirección a cargo de un tal Nimród Antal, conocido en su casa a la hora de comer), cuando está visto que el hombre apenas sabe caminar y sostener el sombrero sobre la cabeza al mismo tiempo (lo de “Planet Terror” debió ser una serendipia, habida cuenta de que todos sabemos a quién atribuir los méritos de “Abierto hasta el amanecer”).


Tercero, por llegar a imaginarme a Adrien Brody como un auténtico action man, cuando está visto que al aún inédito (por estos lares) Manolete le va más lo de morirse de hambre y frío en la Polonia ocupada por los nazis que repartir tollinas a peligrosos alienígenas de safari (mientras, acaso viniera a cuento, ¡se nos pone a citar a Hemingway!).


Lo que no me esperaba, desde luego, es que alguien (posiblemente el propio Rodríguez) se hubiese atrevido a darle el visto bueno a un libreto que no sólo es paupérrimo (con la de cosas interesantes que se podrían contar con los predators; y a la miniserie de tebeos “Concrete jungle” me remito), sino que además es un calco exacto, desde la descripción de personajes hasta el orden en que se suceden las distintas escenas, al de la ya mentada cinta que protagonizó (no demasiado mal, además) Arnold Schwarzenegger en 1987.


Toca ahora presentar a vuela pluma una sinopsis argumental, aunque sólo sea por cubrir los mínimos indispensables que toda reseña cinematográfica debe ofrecer: un ecléctico grupo de tipos duros (aguerridos soldados de diferentes nacionalidades, un yakuza mutista, un narco mexicano...) se despiertan en plena caída, a miles de pies de altura sobre una inmensa jungla, con un arma en las manos y un paracaídas a la espalda. Una vez en tierra (los que consigan sobrevivir al aterrizaje, claro), coincidirán en no recordar cómo han llegado hasta allí, no tener ni idea de dónde es “allí” y, lo más importante, la necesidad de agruparse para hacer frente a lo que sea que les espera entre la selvática frondosidad. Lo que no saben, por supuesto, es que "lo que sea que les espera" son unos cuantos predators armados hasta las cachas y con ganas de mambo. Es obvio, dado lo originalísimo de la propuesta, que la peli va a seguir el tan sobado desarrollo de “a ver quién muere, cuándo y cómo”.


Sumémosle a todo ello un par de giros argumentales absolutamente innecesarios y previsibles, unos efectos especiales que no parecen haber avanzado ni un milímetro desde el año de concepción de la entrega original, un sentido prácticamente nulo del ritmo y la tensión (en oposición directa con otra de las muchas virtudes del film de McTiernan), una desmadradísima interpretación a cargo de Laurence Fishburne que produce auténtica vergüenza ajena (que es lo que obtienes, inevitablemente, cuando mezclas a Gollum con el coronel Kurtz en un mismo personaje), y finalmente comprenderemos que nos hallamos ante una de esas películas que, por eso de no malgastar muchas neuronas en la inútil búsqueda de eufemismos con mejor sonoridad, podemos calificar exactamente como lo que es: una mierda pinchada en un palo.

5 comentarios:

J.J. González Haro dijo...

Joder tio... se nota que no te ha gustado... jaja.

Yo aun tenia esperanzas, pero se ve que la cosa esta jodida...

charlie furilo dijo...

Ay! si el bueno de Dutch Schaeffer levantara la cabeza... ¿Cómo era eso? Si parece mierda, huele como la mierda y sabe a mierda....no lo dudes ES MIERDA. Pero no aprendemos, nos puede la nostalgia, hermano. Yo al final, después de mucho despotricar, aun me autoconvencí de que podía ser algo decente; menos mal no llegué a pagar una entrada (pero a punto estuve, palabra)...

Jero Piñeiro dijo...

Kin. G Haro: si aún tienes curiosidad, yo esperaría al DVD de alquiler (o su alternativa no estrictamente ilegal...)

Charlie: tienes razón, la nostalgia es muy mala consejera. Si Dutch levantara la cabeza le metería a Robert Rodríguez el sombrero por el agujero más recóndito de su cuerpo... Si no la has visto aún, te digo lo mismo que a Kin G. Haro: aguarda al DVD. De todos modos yo debo ser un poco gilipollas, porque estoy casi seguro de que pasaré por taquilla para ver "Machete" en pantalla grande. Como digo al principio de la entrada: la culpa, en el fondo, es toda mía.

Critical + dijo...

¿Has visto "Southern Comfort" de Walter Hill?

Lo mejor que he visto de Depredador, tras la mítica película de McTiernan, es el corto "Batman: Dead End".

Saludos.

Jero Piñeiro dijo...

Ante todo, bienvenido y gracias por tu comentario, Critical +.

No he visto "Southern Comfort" (de hecho ni siquiera la conocía), pero acabo de rastrearla en FilmAffinity y a priori tiene buena pinta (buen director, buen reparto, empezando por el infravalorado Keith Carradine, y una temática atractiva). Intentaré verla ;)

El corto "Dead End" me sorprendió muy positivamente cuando lo vi. No sólo es lo mejor que se ha hecho con Depredador desde la película original (y esa miniserie de comics que cito en la reseña y que me trae muy buenos recuerdos, "Concrete jungle"), sino también lo mejor que le ha pasado a Alien en los últimos... no sé, 20 años. Y la visión que ofrece del Joker me parece la más canónica que se ha visto nunca en un medio audiovisual (y no es que critique la de Nolan en "El caballero oscuro", de hecho me parece una reinvención maravillosa, pero lo cierto es que la de "Dead end" es más fiel).