jueves, septiembre 10, 2009

Primeras impresiones de "The Resistance"

Y llegó el día en que un servidor pudo al fin escuchar “The Resistance”, quinto álbum de estudio de Muse y, para el abajo firmante, el lanzamiento musical más esperado del año. Aunque la fecha oficial de su lanzamiento en nuestro país es el 14 de septiembre, el disco se filtró en internet hace unos días, por lo que los más impacientes fans del trío británico nos lanzamos en su búsqueda como yonkis con el mono a cuestas.

Se deduce del número de entradas que le llevo dedicadas en El Abismo que Muse es, hoy por hoy, mi banda de rock en activo preferida (y si no se deduce ya os lo acabo de decir yo ahora). Junto al “Born to run” de Bruce Sprinsgteen (ése nunca sale de la bandeja de la mini-cadena), “Black holes and revelations” es probablemente el disco que más veces he escuchado en los últimos tres años (es decir, desde su lanzamiento en junio de 2006). Comprenderéis entonces cuánto necesitaba una nueva dosis de Muse que aplacase mi síndrome de abstinencia.

Por todo ello he decidido que hoy voy a pasar de la estructura habitual de mis entradas musicales y voy a hacer una auténtica crítica (por poco definitiva que resulte… al fin y al cabo sólo llevo unas siete u ocho escuchas completas del álbum), desde la primera hasta la última canción.

Let’s go!


“The Resistance” (cuya portada conjuga magistralmente el gusto por la ciencia-ficción, las teorías conspiranoides y las proporciones cósmico-apocalípticas de las letras de Matthew Bellamy) se abre con “Uprising”, que además ejerce de primer single extraído para la promoción del álbum. Se trata de una canción que entronca directamente con “Black holes and revelations”; quizás engañosamente, pues el resto del disco no seguirá necesariamente las directrices marcadas por aquella obra en el sonido de la banda. En su momento describí esta “Uprising” como un híbrido entre “Exo Politics” y la cabecera de “Dr. Who” y creo que sigue siendo una ecuación bastante acertada.



El segundo corte del disco es el que da título al álbum, “Resistance”, y arranca de forma algo dudosa (la primera vez que uno oye el teclado piensa “¡Santo Kirby, Camela!”) para luego convertirse en una agradabilísima sorpresa: aquella previa de 30 segundos que se hizo pública hace unas semanas daba mala espina pero el resultado final me parece muy satisfactorio. Además, el estribillo es tope pegadizo (tanto lo de “it could be wrong, could be wrong” como el posterior “love is our resistance”).

Si en “Black holes and revelations” uno podría pensar que los chicos de Muse habían robado a Depeche Mode la canción que éstos llevaban una década deseando componer (la brillante “Map of the problematique”), ahora parece que es Madonna quien echará de menos “Undisclosed desires” entre sus objetos personales. Se trata del único tema hasta la fecha compuesto por la banda íntegramente con bases electrónicas programadas. En un primer momento se hace difícil conjugar este sonido sintético con la trayectoria anterior del grupo, pero una vez sobrepasado el prejuicio de la novedad se revela como una canción pegadiza que, sin ser lo mejor de “The Resistance”, sigue ganando puntos en cada nueva escucha. Por supuesto, será interesante comprobar la reacción que genere entre los fans más inmovilistas de la banda (me apuesto mi colección de tebeos a que les van a llover críticas acusándolos de vendidos y comerciales).



“United States of Eurasia (+ Collateral Damage)”, cuarta canción del álbum, ya había sido presentada en julio en una esperpéntica maniobra promocional disfrazada de ciber-ginkana internacional. Es un tema con claros ecos del sonido Queen (coros y estructura recuerdan a “We are the champions”, por ejemplo) con compases que emulan la BSO de “Indiana Jones en el templo maldito” y que finalmente deriva en una revisión de los Nocturnos de Chopin que casa perfectamente con la admiración de Bellamy hacia los compositores románticos clásicos. Aunque dicho así suene a empanada de referencias (y de las gordas), la mezcla funciona a las mil maravillas y tendrá aún más sentido al escuchar los tres últimos cortes del álbum.

“Guiding light” es posiblemente la canción más sosa de “The Resistance”. Está ligada a “Collateral Damage” por sonidos de aeronaves surcando el cielo y, cuando la batería comienza a marcar el ritmo, lo primero que me viene a la cabeza es el principio de “Made in heaven” de Queen (sí, de nuevo ellos). Luego el tema deriva en un himno de cadencia lenta a lo “Invincible” que, al igual que aquella, no consigue transmitirme tanta épica y/o emoción como parece pretender. El breve solo de guitarra podría haber dado más de sí, supongo.




El sexto corte del disco se titula “Unnatural selection” y es posiblemente el que más recuerde a “Origin of Simmetry”, uno de los discos más queridos por los seguidores del grupo. También es, por eso mismo, la canción que más inmediatamente se lleva el gato al agua en la primera escucha. El riff de guitarra recuerda poderosamente al de “New born” y la forma en que Matthew entona la melodía vocal cada vez que dice la palabra “ocean” le recuerda a uno de dónde proviene toda esa admiración hacia Muse. Sin duda, uno de los momentos climáticos de “The Resistance” y, casi seguro, una bomba en el directo.
Tras ella viene “MK Ultra”, cuya letra y título están inspirados en un programa de control mental llevado a cabo por la CIA durante la década de los 50. Se trata de una canción con muchos cambios de ritmo y un tono opresivo que conecta a la perfección con las palabras que Matthew canta en múltiples registros. Pese a ser ligeramente “pastillera”, encajaría perfectamente en el tracklist de “Absolution” y consigue mantener el elevado entusiasmo que se inició con el corte anterior.

“I belong to you / Mon coeur s’ouvre à ta voix” recuerda, por su ligereza pop, al sonido que la banda articulaba en “Showbiz” (pese a tener la interpretación de bajo más extraña que nos haya regalado nunca Chris Wolstenholme), para luego enlazar con una versión bastante peculiar (y en un francés ininteligible) de un fragmento de la ópera "Sansón y Dalila". Cuando la melodía regresa al ritmo original (y le añade un clarinete de lo más marciano) uno ya está irremediablemente enganchado a esta pequeña extravagancia que culmina con elegantes coros y el sonido de un gong.



Finalmente, los tres últimos cortes de “The Resistance” corresponden a la sinfonía “Exogenesis”, dividida en “Overture”, “Cross-pollination” y “Redemption”. Se trata de tres piezas prácticamente instrumentales que narran, según las declaraciones del propio Bellamy, el éxodo de la raza humana en busca de un nuevo hogar a través de las estrellas. Pese a durar en conjunto más de 12 minutos, “Exogenesis” se hace cortísima y deja la sensación de ser, toda ella, los prolegómenos de algo más grandilocuente y megalomaníaco que, sin embargo, nunca llega a estallarnos en las narices. Igual es culpa mía, que cada vez que oigo o leo la palabra “sinfonía” me viene a la cabeza la novena de Beethoven, con su abrumadora explosión de voces y sus violines haciendo eses sobre la partitura… y lo cierto es que “Exogenesis” es una composición hermosísima, cargada de lirismo y con momentos realmente sublimes, sobre todo en el tercer movimiento.

A la hora de emitir un veredicto sobre “The Resistance” es necesario tener muy en cuenta que ésta es una primera impresión que irá enriqueciéndose a medida que vaya acostumbrándome a escuchar cada canción, descubriendo detalles aquí y allá y componiéndome una imagen global más exacta (quizás más positiva, quizás no).



De todos modos no es descabellado afirmar ya ahora que Muse no sólo no ha perdido el norte, como algunos vaticinaban, sino que ha creado un disco que continúa explorando nuevas direcciones musicales (electrónica, rock canónico, clásica) y ampliando el alcance de sus influencias. Ya no queda en su música prácticamente nada de aquella deuda a Radiohead con la que iniciaron su andadura discográfica en “Showbiz” y está claro que “The Resistance” es un disco más denso (aunque quizás también más disperso) que “Black holes and revelations”. Así que, sin llegar al grado de excelencia de “Origin of simmetry”, sí se puede decir sin reparos que mantiene el altísimo nivel de calidad al que Bellamy y compañía ya nos tienen malacostumbrados.

7 comentarios:

Ѕilυiα dijo...

Después de que me recomendaras algunas canciones suyas que podía bajarme me quedé con ganas de más así que estoy escuchando el nuevo disco. Cada vez que escucho una canción me gusta más.
Es un descubrimiento, yo es que a Muse sólo los conocía por el nombre.

charlie furilo dijo...

Bueno, lo he escuchado unas 6 veces (ahora me lo estoy bajando con la mula, pero va mas lento que el caballo del malo) y así a bote pronto creo que es un disco cojonudo, que mantiene un poco la línea marcada por el BH&R, con alguna innovación musical; sigo pensando que Muse es un grupo que va creciendo disco a disco, digan lo que digan algunos.

De este me gusta especialmente "Uprising", "Resistance", "United States of Eurasia", y sobre todo "Unnatural Selection" (acojonante); las otras van ganando con cada escucha (en especia, "Undisclosed Desires", que al principio me dejo un poco flasheado, pero me va gustando cada vez más)

En su momento, no se cuando, prometo una reseña en el blog

Jero Piñeiro dijo...

Silvia: es que Muse es uno de esos grupos a los que hay que acostumbrarse un poco. No todas sus canciones son fáciles en la primera escucha. Este último disco no es una excepción, aunque lo cierto es que no tiene la densidad de "Origin of Simmetry". Me alegro de que las canciones que te recomendé te animasen a conocer algo más de su trayectoria ;)

Charlie: coincido contigo en lo de que Muse es un grupo en continuo crecimiento. Que sus dos últimos discos no sean tan rematadamente buenos como "Origin of Simmetry" o "Absolution" no implica que la calidad de todos ellos no sea sobresaliente. Digan lo que digan algunos, para mí siguen siendo una garantía.

Cuanto más escucho "The Resistance" más aprecio algunos cortes que quizás en un principio me pasaron desapercibidos, como "I belong to you", que es realmente adictiva y tiene un último minuto fabuloso. También "Exogenesis" me va ganando poco a poco, aunque sospecho que el disco entero habría quedado más redondo si sus tres movimientos estuviesen más integrados con el resto ("Overture" al principio del álbum, "Cross-pollination" entre "Guiding light" y "Unnatural selection" y "Redemption" después de "I belong to you", poniendo el broche de oro al conjunto).

Con todo, "The Resistance" mejora a cada nueva escucha y, aunque me pierda la pasión, ya vislumbro que tendrá un lugar destacado entre mis discos favoritos del 2009.

Cristian dijo...

Oh my God, sempai!
Creo que no tienes suficiente "perspectiva histórica" para ofrecer una crítica mínimamente objetiva y jugosa de las tuyas (esas que leo con el mismo celo con el que he escuchado el disco en cuestión de "pe" a "pa").
Yo no sé si considerarme un "inmovilista", pero confieso que si no se tratase de Muse, la canción "Undissclosed desires" la hubiese pasado al poco tiempo de empezar)... Lamento que, como bien señalas, quede poco de Radiohead en Bellamy& cía.
Puestos a comparar, ¿no crees que "Guiding Light" puede recordar también un poco a riffs y ecos típicos de U2 con solo de guitarra a lo Brian May incluído?
Bueno, en fin, disco tan esperado como descafeinado, para un servidor...
Yo le concederé más escuchas, pero ¡no soy tan magnánimo como tú, Vader!
Se te ve el plumero, porca... {x_x}

Jero Piñeiro dijo...

Vayamos por partes, Sempai ;)

Por supuesto que no tengo perspectiva para juzgar el disco en condiciones. La entrada se titula "Primeras impresiones de The Resistance" y eso es lo que es, ni más ni menos: primeras impresiones. Igual en tres meses lo tengo aburrido hasta la saciedad y no quiero ni que me lo menten...

A mí "Undisclosed desires" me parece una buena canción pop. Si a los fans inmovilistas no les gusta el pop, esta canción no les gustará, la firme Muse, Madonna o Manos de Topo. Si a los fans inmovilistas no les gusta que Muse haga pop, no les gustará que hayan compuesto "Undisclosed desires". Pero a mí me gusta el pop cuando está bien hecho y no me importa en absoluto que un grupo (sea Muse, U2 o Rage Against the Machine) hagan un tema pop si es una buena canción. Así que sí, me gusta "Undisclosed desires". Pero bueno, yo debo ser un poco rarito, porque también me gustó "Supermassive black hole" en su momento...

Totalmente de acuerdo en lo de "Guiding light". Apesta a U2 y a Queen. Aunque sigue siendo la que menos me gusta del disco, cada vez me molesta menos (y hasta la canturreo con gusto, fíjate qué cosas).

¿Se me ve el plumero? Si lo que quieres decir es que soy magnánimo con el disco sólo porque lo firma Muse, deberías recordar que en su momento escribí en este blog decepcionado sobre "Death proof" y la nueva "Star Trek", la quinta temporada de "Lost" o los últimos discos de Springsteen o Bunbury (cinco obras que las tenían todas consigo para llevarme al huerto y que esperaba con grandes expectativas). Lo que sí es cierto es que siendo de Muse el disco ya parte con cierta ventaja: si no me gustase le daría siempre el doble de escuchas que a cualquier otro, por eso de ver si soy yo el que aún no ha aprendido a apreciarlo (con Radiohead suele ser la norma). Aquí no ha hecho falta: "The Resistance" me gusta, y mucho.

En fin, a ver si podemos discutirlo in person un día de estos tomándonos un refrigerio en la Verdura, ¿eh?

¡Unha aperta, rapaz!

charlie furilo dijo...

"Indisclosed Desires", cuanto más la oigo más me gusta, que más da que sea pop, rap o rumba!

Rarito? pero que problema hay con "Supermassive Black Hole"? pero si es un temazo!

Jero Piñeiro dijo...

Obviamente no hay ningún problema con "Supermassive black hole", pero en mi entorno musero más cercano cuando salió en single fue como un jarro de agua fría. Sin embargo cuando lo escuché en el disco me pareció un puntazo de tema. ¡Y en directo no digamos!

En lo de "Undisclosed desires" estamos más o menos igual: es la que más choca en las primeras escuchas de "The Resistance", pero a mí ya me ha ganado... Y "I belong to you" se está convirtiendo en una de mis favoritas.