Tras el impresionante éxito de crítica y público de Amy Winehouse, las solistas femeninas con toque Motown se han adueñado de la palestra en Reino Unido y amenazan con atragantarnos con sus voces de mujer fuerte a lo Aretha Franklin y su carácter independiente heredado de Nina Simone (más quisieran ellas, claro).
“Mercy”, de la cantante Duffy, es la canción del momento. Seguro que ya estáis más que aburridos de oírla en la radio, en la calle, en anuncios, de fondo en algún programa o serie de televisión, en Internet, en la residencia de ancianos a donde vais a llevar galletitas a los viejos o como marcha fúnebre del último entierro al que hayáis asistido... En unos meses será la canción más amada y odiada del continente a partes iguales, tomando el relevo al “Rehab” de la Winehouse (curiosamente, la frase más celebrada de una es “No, no, no” y la de la otra, “Yeah, yeah, yeah”… ¿serendipia o hábil maniobra discográfica? Qui lo sa!).
Pero tranquilos, que aún queda una dama de la canción por dar el campanazo. Se llama Adele y ya empieza a sonar en las ondas españolas. A mí particularmente me gusta más su disco que el de las dos anteriores (y sospecho que la Tentadora tiene una opinión muy parecida a la mía), aunque reconozco que en el caso de Amy quizás sea porque, aunque la disfruté mucho en su momento, ahora manifiesto cierta aversión hacia su persona debido a la saturación a la que me he visto sometido (hay días en que uno no puede más que sentirse como un extra en la película musical de esta mujer: se despierta por la mañana y escucha “Rehab” en la radio, sale a la calle y en el urbano ponen el video de “Rehab”, come con los anuncios del tono/politono “Rehab” y cuando sale de marcha para desconectar y pasarlo en grande, ¿adivináis lo que suena en los locales?).
Volviendo a Adele, mi recomendación es que se la intente disgregar de esta corriente revival que asola la Pérfida Albión y se la escuche sin prejuicios y disfrutando del paseo. Su álbum “19” tiene temas fabulosos como “Best for last”, “Tired”, “My same”, “First love” o mi favorito absoluto, “Hometown glory” (con un piano con mucha clase que recuerda levemente al “sonido Yann Tiersen”).
Sólo espero que la maquinaria mediática no nos meta su pequeña ración de Adele en cada cucharada de nuestra sopa de cuscús vital, porque sería una pena sufrir otro efecto rebote como el que ya acompaña a la Winehouse o a Duffy, y que ya hizo mella en la imagen que algunos teníamos de Fito y los Fitipaldi, excelente banda de rock patrio a la que muchos ya no pueden ni ver por lo cansino de su presencia adonde quiera que uno vaya.
A veces creo que es una bendición que mis grupos favoritos no suenen en los 40 y la MTV... ¡salvemos Fly Music!
4 comentarios:
Como siempre tomo nota de tus recomendaciones; y se que muchas veces no coincidimos en cuanto a música se refiere, pero mi búsqueda de nuevas adicciones musicales no tiene fin.
Por cierto, el otro día jugué al guitar hero y se me agarrotan los dedos "tocando" Knights of Cydonia ^^
Confusión de cuentas :P
El anterior mensaje es mio ;)
Pues raramente coincidimos, es verdad. Tampoco creo que esta vez sea la buena, jajaja...
Qué envidia lo del Guitar Hero. Aún no lo probé nunca, pero seguro que es un vicio tela... (y con Muse ni te cuento).
Hmmmm, estoy escuchando un tema de Adele y me gusta su voz...pinta bien y aqui en el emporio aun no nos han llegado sus ondas. Como bien dices, a ver si las dosifican con sentidiño, que menudos empachos....
Nos vemos pronto! (o tal vez no)
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