domingo, marzo 11, 2007

En ruta hacia el concurso de belleza infantil


Ayer vi “Pequeña Miss Sunshine”, una de esas películas indie que basan todo su encanto en un guión que “aspira a más”.

El film, ganador de un par de Oscars en la más reciente edición, tiene a su favor el no acabar de tomarse excesivamente en serio a sí misma en ningún momento, y la capacidad de contención en el metraje (últimamente tengo la sensación de que todos los directores creen que es mejor contar una historia de 90 minutos en 120 que a la inversa).
La película trata de una familia, a punto de desmoronarse, que emprende un viaje hacia Los Ángeles para que la hija menor, una friki de los concursos de belleza, participe en el certamen que da nombre a la película. A lo largo del viaje, como podréis imaginar, cada uno de los miembros de la peculiar troupe tendrá su punto de inflexión personal, y aprenderá una valiosa lección (y patatín patatán).

Se ve con agrado, provoca un par de sonrisas cómplices y tiene algunas situaciones ingeniosas. Pero, desde mi punto de vista, resulta terriblemente banal. Un esbozo de algo más complejo y que, no obstante, no termina por llegar. Porque ya hemos visto mil y una familias disfuncionales, mil y un vejetes enrollados que blasfeman para algarabía del público deseoso de diálogos ácidos y políticamente incorrectos, mil y una esperanzas rotas, mil y un viajes por América en busca de un “sueño/excusa argumental”. Y si, a día de hoy, una película con esos mismos elementos no aporta nada más, pues es una pena. Es una ocasión perdida de buscar un nuevo camino para la comedia, un género que no suele tener mucha fortuna en el celuloide.

Personalmente, encuentro un poco turbador que la Academia de cine de Hollywood decidiese otorgar el Oscar al Mejor Guión Original a esta producción, simpática y poco más, teniendo una opción mucho más válida en el libreto de “Babel” (no habiendo nominado en esta categoría a dos películas mucho más ingeniosas, como son “Gracias por fumar” y “El señor de la guerra”). Lo de haberla nominado a Mejor Película ya me parece de escándalo.

Pero los premios, es lo que tienen.
P.D.: Cómo odio a Greg Kinnear... Dios, como lo odio...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues a mi me ha gustado. Vaaale, es banal, y sabes lo que va a pasar. Pero como soy una espectadora fácil, he reido y llorado: me lo he pasado bien. Ça fait du bien!
Tb es verdad que podrian haber nominado Lord of War que es genial.

Voilà, c tout ;-)
biz

Anónimo dijo...

Es una película dulce y sencilla que para mi gusto sólo pretende ser dulce y sencilla. Punto. No toda peli tiene que estar examinada a conciencia y comparla con las "leyes" del cine que tanto gustan a los pseudocríticos que piensan que entienden de cine. Si no eres capaz de ver una peli con un poco de virginidad cinematográfica y a priori ya la estas juzgando con criticas forzadas, mala capacidad te veo yo para hacer una pelicula. Aunque sea "Pequeña miss sunshine"...

Jero Piñeiro dijo...

¡Emma! Yo también me lo pasé bien, de eso no cabe duda, pero es que las expectativas eran tan altas... Creo que últimamente cualquier cosa bien hecha ya se nos vende como una maravilla, como en este caso.

¡Qué caña, anónimo! ¡Ahí, sentando cátedra! ¡Con dos cojones! Ya si hubieras firmado el comment... Jajajaja. Pero bueno, supongo que serás uno de los "anónimos" de siempre... ;-)