miércoles, marzo 07, 2007

Madrileando

Acabo de llegar de los madriles, después de 4 días increíbles.

Paso de desglosar aquí tooooooooooodo lo vivido en este largo fin de semana, porque ha sido mucho y muy bueno. Quizás lo vaya haciendo poco a poco en futuras entradas (o probablemente no, jajaja), pero ahora estoy muerto de sueño (no me extraña, llevo cuatro días rozando el límite de horas dormidas necesarias para no perder la noción de la realidad y que mi vida se parezca a una peli de Darren Aronofsky). Por lo de pronto, me contento con decir que se echó de menos a los que finalmente no pudieron venir (pelirrojos y viveirenses dos a dos), y agradecer a los que sí estuvieron lo bien que me lo hicieron pasar, las enormes risas que me eché, las buenas conversaciones (de ésas de empanada de manzana a las 7 de la mañana), las competiciones de bailes nocturnos (que creí haber ganado, ex-aequo con Leti, claro, hasta que el profesor adjunto de la Complutense me arrebató, con justicia, el cinturón de campeón), las carreras en las escaleras del metro (que creo que también gané, o no, no lo sé ;-)), los escupitajos en la boca (sí, sé que a veces soy un poco desagradable, jajajajaja), los mapas del Jardín Botánico y todo el resto de anécdotas, frases desternillantes, comentarios de todo tipo, juegos, bailes, sonrisas, miradas cómplices, el escote de Pe y los puntos de discreción, los aplausos, la música, la luz y el color... y también los sudokus y la teletienda en Camerún.

Y agredecérselo todo y más especialmente a Lincoln, que sigue preocupado por C.J., y que cada día demuestra y re-demuestra que hay pocas máximas tan ciertas como que “tener un amigo es tener un tesoro”. (Movimiento de gorra).

En resumen, y como diría Peter Griffin a lomos del dragón Fújur: “¡Biiiiiiiiiiiiiiien!”

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Nos vemos en la Frontera con tarta de manzana, flamenco transgresor, la buena compañía que tuvimos en la capi y el carné de estudiante!!
Soy otro desde que descubrí el oscuro secreto!! ...ya Tengo a L.J.

Jero Piñeiro dijo...

... y yo todo el fin de semana llamándole C.J. (cuando, lógicamente, es Lincoln Junior). Abróchate el botón, que se me ve el tatuaje...