Las primeras
noticias posteriores al lanzamiento de “xx” no fueron halagüeñas:
la guitarrista Baria Qureshi abandonaba el grupo y el cuarteto
devenía trío, compuesto ahora por los vocalistas (además de
instrumentistas) Oliver Sim y Romy Madley Croft y el percusionista y
responsable de la parte electrónica Jamie Smith (a.k.a.
Jamie xx).
Tras las
conjeturas cultivadas a lo largo del 2011 (que si el nuevo disco
sería más desenfadado, que si ahora tenían la vista puesta en las
pistas de baile), no fue hasta julio de este año que pudimos
escuchar un primer adelanto oficial y descubrir qué se estaba
cociendo en el seno de la banda. “Angels” es todo lo que aquellos
que nos enamoramos de The xx en su debut podríamos desear. Es
lírica, delicada, breve, directa, íntima y asombrosamente romántica
(“te mueves por la habitación /
como si respirar fuese fácil / si alguien me creyese / estaría tan
enamorado de ti / como yo lo estoy”).
Es esa canción que te gustaría tener de fondo, sonando en bucle, en
el interior de una habitación clausurada al mundo exterior, mientras
follas haces el amor con la mujer de tus sueños durante el resto del
2012. El segundo adelanto llegaría algunas semanas después bajo el
título de “Chained” y supuso un nuevo motivo de alegría: la
Patrulla X mantenía el tipo con otra canción que rezuma
sexualidad/complicidad y “Coexist” se postulaba, una vez más, como uno de los grandes lanzamientos del año.
Y llegó el 5 de
septiembre, y con él la hora de la verdad. Y la verdad es que, en mi nada modesta pero siempre discutible opinión, el disco no funciona. Al contrario que en su predecesor donde,
pese a la homogeneidad de sus arreglos, cada corte tenía una
personalidad propia, las nuevas canciones se perciben débiles y
formulaicas: pensadas para no exigir a la hora de interpretarlas más
de lo que la banda puede ofrecer. Las hay mejores y las hay peores,
por supuesto, pero pasada la excitación de los primeros compases,
“Coexist” se convierte progresivamente en una sucesión de tics
recurrentes (cuatro acordes de guitarra que se repiten en cada tema,
bases rítmicas de una simpleza desconcertante) que termina por
desdibujar totalmente su tracklist:
¿cuántas canciones he escuchado ya?; ¿la última ha durado 15
minutos o en realidad han sido varias?; ¿tiene Oliver Sim otro
registro vocal además del de susurro-para-hacerme-el-interesante?
Lo que en pequeñas dosis (un par de singles) se prometía la experiencia musical de nuestras vidas, al dilatarse hasta conformar un LP descubre sus muchas carencias y propiedades somníferas: he intentado
escuchar “Coexist” al completo varias veces, pero sólo lo he
logrado en la primera ocasión. Me aburre mucho. Muchísimo. Y sí,
tal vez el emperador haya estado siempre desnudo, pero antes al menos
lucía unos abdominales de ensueño.
3 comentarios:
Otros pelmazos aburridísimos cuyo predicamento no entiendo.
No había visto que habías publicado reseña (justo ayer, además). Coincidimos bastante, aunque yo he conseguido escucharlo al menos unas 3 ó 4 veces al completo, y aún así no me engancha. Pronto tocará hablar del nuevo de Muse, ¿no?
Ya sabía yo que éste te iba a gustar, Nemo...
Tenenbaum: mira que se me hace largo para lo corto que es, ¿eh? Con el primero me pasaba todo lo contrario: se acababa en un suspiro. La reseña de "The 2nd Law" está programada para el día de su lanzamiento oficial en nuestro país, el 2 de octubre ;)
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