The Killers ya no
molan.
No
lo digo yo, ojo, sino la crítica
musical seria y los bloggers
entendidos. Molaban antes, al
principio, cuando dieron el campanazo con “Hot Fuss”, un LP del
que resulta realmente difícil destacar algo más que esos tres singles
portentosos que los auparon a la fama. The Killers empezaron a no
molar con su segundo disco, según muchos, porque “Sam's town”
(que así se llamaba) dejaba de lado la tendencia indie
para abrazar el rock de estadios alla
Springsteen. Porque buscaba la épica, una cosa que no mola nada en
estos tiempos en que lo cool
es ser un cínico por vocación o un simpático nihilista. Para
otros, The Killers dejaron de molar cuando publicaron hace cuatro
años un single titulado “Human” que se convirtió en el último
grito en politonos para el móvil y que supuso el derrumbe de su
credibilidad como banda respetable de música pop. Para la inmensa
mayoría de sus detractores, sin embargo, The Killers no molan porque
Brandon Flowers y compañía (esos tres cuyo nombre nadie recuerda...
ni siquiera el del tipo que parece hermano gemelo del actor Jason Lee) son unos horteras. Y mormones. Y republicanos (y amiguetes de
Mitt Romney). Y porque hacen música para quinceañeras.
Pero a mí sí me
molan The Killers. Me gusta moderadamente su primer disco (“Hot
Fuss”) y me divierte bastante el tercero (“Day and Age”). Me
vuelve loco “Sam's town”, el segundo (el de la épica para
estadios; el que recuerda al
Boss). Y me gusta mucho el que sale oficialmente hoy a la venta:
“Battle Born”.
No
voy a negar que The Killers sean unos horteras. Tú también lo
serías si hubieses crecido en Las Vegas, maldita sea. Tampoco puedo
desmentir (como si importase lo más mínimo) el hecho de que al menos uno de ellos, Flowers, sea mormón y republicano. Ni siquiera
que hagan música para quinceañeras. Pero ¡ey! yo una vez tuve
quince años y tampoco estuvo tan mal. Bueno, vale, reconozco que
podría haber estado mejor. Ejem. Corramos un tupido velo.
“Battle
Born”. Sí, a eso iba.
Un
disco que es todo lo que uno podría esperar a estas alturas de The
Killers: una colección de baladas románticas para bailar apretaditos y medios tiempos ampulosos que terminan infinitamente mejor que como empiezan, todo
ello sazonado con guitarras y teclados de inconfundible
aroma ochentero, ligeros arreglos electrónicos, "coros al estilo Queen" (alguien debería registrar esta frase y hacerse de oro cobrando derechos) y toneladas de épica. Y en
medio, cuatro cortes arrolladores: “Flesh and bone”, “Runaways”,
“The Rising Tide” y el titular; definiciones perfectas del
término “grower”
que quedarán de pinga junto a “Somebody told me”, “For reasons unknown” y “Spaceman” en el futurible greatest
hits.
Así,
“Battle Born” es un cruce (im)perfecto entre “Sam's town” y
“Day and age”. Un álbum incapaz de decepcionar a cualquier fan
de la banda que no se haya ido quedando en la cuneta tras cada nueva
decisión creativa de Flowers y cía. a lo largo de la última
década. Sin duda, un éxito a muchos niveles.
Mmm.
Para ser una reseña sobre un disco tan grandilocuente como “Battle Born”, esto ha quedado un poco soso. Toca sacarse de la manga una bottom line epatante: si Bret Easton Ellis hubiese escrito “American Psycho” la semana pasada, The Killers serían el grupo favorito de Patrick Bateman. ¿Cuenta eso como una recomendación?
Para ser una reseña sobre un disco tan grandilocuente como “Battle Born”, esto ha quedado un poco soso. Toca sacarse de la manga una bottom line epatante: si Bret Easton Ellis hubiese escrito “American Psycho” la semana pasada, The Killers serían el grupo favorito de Patrick Bateman. ¿Cuenta eso como una recomendación?
5 comentarios:
El tipo que parece hermano gemelo del actor Jason Lee se llama Ronnie Vannucci, es el batería y tiene un proyecto por su cuenta la mar de interesante, Big Talk. Recomiendo para iniciarse los dos singles extraidos del LP, Getaways y Replica. En El País de los Sueños han sonado bastante.
Y sí, el nuevo disco de The Killers no hay por donde cogerlo.
Pues si este disco te da dentera, ya verás el próximo que asomará por aquí, Fran. A mí ya digo que "Battle Born" me ha gustado mucho, y eso que después de "Flamingo" (el LP de Flowers en solitario) no me esperaba nada bueno. Yo creo que éste es el típico álbum que tienes que darle 3 ó 4 escuchas antes de emitir un veredicto. Al menos en mi caso las impresiones han pasado de un "buf, qué horterada" a un "¡qué horterada, cómo mola!" en cuestión de días.
Lo de Vannucci era retórico, pero acabo de escuchar los dos temas que comentas de Big Talk (eso sí que no lo sabía) y no suenan nada mal, aunque si te gustan esos no entiendo qué puedes ver de malo en "Battle Born". Tampoco están tan alejados, en realidad.
Cierto, no están tan alejadas en sonido, pero, oh, las de Big Talk son buenas canciones.
¿Sí? Bueno...
Oh, te repites, babe...
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