Hace unos años el guionista Mark Millar escribió uno de sus mejores trabajos hasta el día de hoy bajo el título de “The Ultimates”. El tebeo era una revisión bajo un prisma actual y sin ataduras con la continuidad del super-grupo por excelencia de la editorial Marvel Comics, los Vengadores. Formando tándem creativo con el espectacular dibujante Bryan Hitch (apoyado en las tintas por Andrew Currie), Millar logró una gran repercusión entre el fandom y, lo que es más, dejó para los anales un tebeo de super-héroes argumentalmente sólido, con personajes bien desarrollados y, sobre todo, rabiosamente divertido.
Bajo el amparo literario de Millar, los Ultimates vivieron dos grandes aventuras en sendas series limitadas de 13 números y, cuando el escocés abandonó el timón de la nave para seguir trayendo nuevos aires al resto del universo Marvel (en cabeceras como “Lobezno”, “Fantastic Four” o “Kick-Ass”), su relevo a los mandos, el inefable (pues su éxito como guionista es incomprensible) Jeph Loeb, pergeñó un engendro denominado “The Ultimates 3” que tiró por la borda (por seguir con el símil marítimo) el buen trabajo de su predecesor. Tras la conclusión del crossover “Ultimatum”, canto del cisne de Loeb en el universo Ultimate, el editor jefe de Marvel Joe Quesada debió suplicarle a Millar que (porfavorporfavorporfavor) volviese a tomar posesión de los Ultimates para, en la medida de lo posible, reconducir el barco sano y salvo hasta puerto seguro, intentando que los lectores olvidasen por el camino el mal trago que Loeb les había hecho pasar.
Para este regreso anunciado a bombo y platillo se optó por un cambio de título (“Ultimate Avengers”; “Ultimate Vengadores” en nuestro idioma) y la presencia de un dibujante diferente para cada arco argumental. Es ahora, recién publicados por Panini en nuestro país los seis primeros números de la nueva colección (en tres cuadernillos dobles de 48 páginas), que el lector español puede juzgar convenientemente si el regreso de Mark Millar a la serie Marvel más importante de la última década ha sido todo lo satisfactorio que debiera.
El primer ciclo argumental de “Ultimate Vengadores” comienza con el regreso de Nick Furia (de donde quiera que Loeb lo hubiese mandado durante el fatídico “Ultimatum”) para hacerse cargo, por petición de la nueva dirección de S.H.I.E.L.D., de un sucio asuntillo que tiene mucho que ver con el pasado del Capitán América, que involucra a la malvada versión ultimatizada de Cráneo Rojo y que no debe salir a la luz pública bajo ningún concepto. Para interceptar esta nueva amenaza, Furia (y por consiguiente Millar) improvisará un equipo de black ops formado por un desconocido (en cualquier continuidad marvelita) hermano de Tony Stark, unas nuevas Viuda Negra y Avispa, la versión ultimate de Máquina de Guerra y un friki con los poderes de Hulk que responde al originalísimo nombre de Hulk friki y que intentarán, liderados por ese Ojo de Halcón que ya nada tiene que ver con el que aparecía en los dos primeros volúmenes de “The Ultimates”, impedir que Cráneo Rojo lleve a cabo sus planes y que el Capitán América descubra el terrible secreto de S.H.I.E.L.D. Pero el Capi lo descubre, claro, y la lía parda.
Espectacularmente narrado por Carlos Pacheco, pese a que sus lápices hayan sufrido un inconveniente entintado obra de Danny Miki, la primera saga de “Ultimate Vengadores” ofrece cantidades industriales de acción, mala baba “Millar-style” y diálogos chispeantes (la mención a la polémica “A de Francia” supone quizás el momento más divertido de estos seis números), pero se viene argumentalmente abajo por la incapacidad del escritor escocés para evitar sus lugares comunes favoritos.
Así, tenemos una alineación de versiones oscuras de los Vengadores que parece directamente sacada de las páginas del primer arco argumental escrito por Millar para “The Authority”. Nos encontramos, de nuevo, con un Capitán América perseguido por S.H.I.E.L.D., al igual que en las páginas de “The Ultimates 2”. El mismo Capitán América que, por cierto, parece tener una inexplicable afición a estrellar aviones de guerra contra sus enemigos (como en las últimas páginas del primer volumen de “The Ultimates”). Y, lo que es peor, nos damos de bruces contra un final de saga que parece un mal calco del combate que los chicos de The Authority mantuvieran con el Doctor renegado en la segunda saga que Millar guionizó para la serie de WildStorm, y que ya era, qué curioso, una copia algo descafeinada de la que es, para un servidor, la mejor pelea de super-héroes de todos los tiempos: la del número 15 del “Miracleman” de Alan Moore. Todo ello culminado, además, con un par de giros finales que chocan con lo que el lector sabía hasta el momento sobre los protagonistas, acentuando esa sensación bastante inequívoca de que Millar pretende únicamente ser tope cool: escribir escenas molonas, macarras y epatantes, aunque éstas vayan en contra del desarrollo lógico de personajes y argumento.
Todo esto contribuye, pues, a que “Ultimate Vengadores” se postule como un tebeo de pijamas palomitero y divertido, a años luz de la excrecencia con la que Jeph Loeb inundó el universo Ultimate, pero también muy por debajo de los mejores momentos que Millar nos regaló en su primera etapa al frente de estos modernizados Vengadores. Que nadie le eche la culpa a la ausencia de Bryan Hitch, pues ya digo que Pacheco cumple con buena nota. Es Millar, y sólo Millar, el responsable final de que el nuevo título no alcance los niveles de satisfacción que parecía destinado a ofrecer.
Por desgracia, los dibujantes anunciados para los dos siguientes arcos argumentales son el irregular Leinil F. Yu y el anti-épico (no sé cómo le dejan dibujar super-héroes) Steve Dillon, con lo que no parece que la cosa vaya a mejorar, precisamente...
7 comentarios:
"de donde quiera que Loeb lo hubiese mandado durante el fatídico “Ultimatum”... YO LO LEÍ PARA ENTERARME DE TODO, YO L LEÍ (on line, ejem)...pero juro que ya no me acuerdo de NADA :P
Por lo demás, estoy de acuerdo, este tebeo arranca bien, mete sus efectos, entretiene, pero definitivamente (no he leido Kick Ass, ¿podría ser su redención?), la jugada de Millar hace mucho que está marcada y resabida.
Ah, sí, esa pelea Miracleman-Kid Miracleman... no ha habido cosa igual en un tebeo de pijamas.
No lo he leído. Igual lo que te pasa es que la segunda vez no soprende tanto.
A mí me gustó Ultimates. Me gustó más su etapa en The Authority (más bestia y divertida que los ultimates) que la de su creador original. Lo de Kick Ass me entretuvo más por JR JR que por él, me parece... Y recuerdo con mucho cariño su etapa en la versión comiquera del Superman animado. Ahí había buenas historias, y como era para niños, no podía ser tan cool con sus "efectos" y buscaba otros modos.
Esta etapa la he ojeado. Me gustan los dibujos de Pacheco, y no me desagrada su nuevo entintador (es un cambio).
En lo de Dillon me has hecho gracia (claro que pienso parecido).
Un saludo.
Octavio: yo intenté leer "The Ultimates 3" y no pasé del segundo número. Menuda atrocidad... Luego mi hermano se leyó digitalmente "Ultimatum", me comentó un par de cosillas por encima y se me quitaron totalmente las ganas de darle una oportunidad. En esta misma entrada tienes un enlace a mi reseña de "Kick-Ass": a mí me parece mejor escrito que estos "Ultimate Vengadores" pero tampoco es para tirar cohetes. Divertido y macarrilla al estilo Millar, aunque la sensación general que se me quedó es que era un "Wanted" protagonizado por adolescentes, peor dibujado y menos sorprendente (a mí "Wanted" sí me había gustado bastante). Con todo, se lee con agrado y es bastante mejor que el 90% de lo que actualmente publica Marvel (tampoco es decir mucho, lo sé). "Miracleman" es una cumbre del género: "mis apologistas sostienen que el taxi estaba vacío..." Ufffffffff. Acaban de entrarme ganas de releerlo, jajaja.
David: estos "Ultimate Vengadores" siguen la línea de acción widescreen hollywoodiense de "The Ultimates" y "The Authority" (a mí también me gusta mucho más la etapa Millar/Quitely que la Ennis/Hitch, pena que Frank no dibujase todos los números...) No he leído esas "Aventuras de Superman" con estética cartoon, pero "Superman: Hijo rojo" me había hecho disfrutar un montón y se notaba que Millar estaba mucho más contenido en cuanto a sus efectistas giros habituales. El cambio de entintador es para mal, David. Yo pude ver unos originales a lápiz de "Ultimate Vengadores" en el último Viñetas desde o Atlántico y molaban mucho más que las páginas acabadas. También había unas planchas originales de "Arrowsmith" que eran una delicia. Así que yo sí echo de menos a Merino a las tintas, que había alcanzado una complicidad artística enorme con Pacheco. Steve Dillon me parece un dibujante adecuado para las conversaciones de cervecería de "Predicador" o los ambientes de la Inglaterra proletaria de "Hellblazer", pero dibujando super-héroes me da cien patadas. Además creo que ha ido involucionando con los años. Sus primeros números en "Predicador" eran mucho mejores que lo que hace ahora para Marvel...
Yo ni me moleste en leer "The Ultimates 3", en aras de mi salud física y mental...
Ya sabes que soy seguidor de casi todo lo que hace Millar, pues normalmente te da lo que esperas: diversión, entretenimiento, mala baba y macarrismo a partes iguales.
¿Además con Carlos Pacheco? donde hay que firmar. Me lo apunto (aunque creo que esperaré a comprarmelo cuando lo publiquen en tomo.
Charlie: seguro que te diviertes leyéndolo. Ahora bien, yo creo que Millar podía haberse esforzado un poco más argumentalmente en lugar de autoplagiarse como lo ha hecho. Y sí, seguro que lo editan pronto en un tomo de tapas duras. El de "El viejo Logan" está a la vuelta de la esquina...
Hace poco encontré el vídeo de una conferencia de Nacho Vigalondo sobre el "buen hacer" de Mark Millar en
http://blogs.elpais.com/nachovigalondo/2010/05/merend%C3%A9-con-mark-millar.html
Para un no-versado (como yo) en la materia, fue un acercamiento bastante desenfadado pero no menos interesante a la obra del escocés éste...
Pd: ¿¿¿¿Blacksad 4???? Juuuuurl!!!!
La porca anónima {x_x}
Porca anónima: como te decía en el e-mail, hay una par de cosas que me parecen rebatibles en el discurso de Vigalondo, aunque me gusta su propuesta como ponente: "yo soy el puto fan". "Blacksad: el infierno, el silencio" caerá en Reyes (o eso espero: creo que este año he sido bastante bueno...)
Unha aperta, sempai ;)
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