viernes, enero 23, 2009
"And if you want these kind of dreams that's..."
Tengo la costumbre de no simultanear series. De hecho, espero a tener las temporadas enteras descargadas y así poder vérmelas del tirón (aunque mi rutina diaria no me permite ver más de uno o dos capítulos al día). Creo que se disfrutan mucho más de este modo, centrándose en una sola historia como si se leyese un buen libro (ya sé que hay gente que puede leer varios libros a la vez, pero a mí me resulta a todas luces imposible). El problema de este hábito es que, por un lado, tengo que meterme el puño en la boca cada vez que se estrena “Lost” para contener mi primer impulso de verme cada episodio el día en que se cuelga en el eMule (es duro, sobre todo si eres tan alérgico a los spoilers como yo, pero al final se agradece ver cada temporada de carrerilla y sin parones); por el otro, hace que se me acumulen varias series en la recámara y que a veces esté deseando terminar con una para poder empezar con la siguiente.
No es que estuviese deseando acabar con la primera temporada de “True blood”, porque realmente la disfruté un montón, pero pensar que tenía doce episodios de “Dexter” y otros doce de “Californication” esperándome en el disco duro estaba empezando a crispar mis nervios. Así que, tras finiquitar a la familia Stackhouse y sus vampíricos asuntos, me vi en la disyuntiva de elegir entre mis buenos amigos Hanky y Dex.
Al final la decisión la tomó el calendario: voy fatal de tiempo con mis actuales encargos y cada capítulo de “Californication” dura unos 25 minutos frente a la casi-hora de “Dexter”. Soy de letras, pero creo que hasta ahí puedo llegar…
Después de una primera temporada deslumbrante, las nuevas desventuras de Hank Moody no lo tenían, a priori, todo a su favor y eso se puede percibir claramente en el inicio de esta segunda temporada, el cual manifiesta cierta zozobra: algunas líneas argumentales siguen una evolución lógica mientras que otras aparecen de forma algo forzada para volver a poner la maquinaria de “Californication” en movimiento después del estatismo al que el episodio final de la primera temporada la había conducido.
Un ejemplo de ello es la incomprensible situación de Mia (a la que interpreta Madeline Zima) en el nuevo status familiar de Hank. Siendo lógicos, su personaje no pintaría nada en la trama hasta al menos el sexto episodio y esto provoca una cierta sensación de incongruencia o falta de realismo cada vez que la vemos cruzar el umbral de la casa de los Moody.
Por suerte, aunque los mimbres del guión sean ahora más visibles que nunca, “Californication” continúa blandiendo tres inmensas virtudes: 1- una imaginación desbordante para las situaciones sexuales (y vitales) más surrealistas; 2- dos personajes masculinos inolvidables, Hank y Charlie, a los que ahora se suma el disoluto productor musical Lew Ashby, fundamental en esta segunda temporada; y 3- unos diálogos que por momentos rozan la perfección (todo el capítulo titulado “In utero” es, a este respecto, formidable).
Haciendo balance, resulta que esta segunda temporada carece de la espontaneidad y capacidad de sorpresa de la primera, pero consigue mantener el tipo y finalmente aprobar con nota a base de divertir al personal (no hay nada más agradecido que una buena sesión de risas), dejando además una mayor libertad a los guionistas de cara a una ya anunciada tercera remesa de episodios. Tan sólo espero que las correrías sexuales de Hank Moody no se prolonguen ad nauseam en sucesivas entregas que desvirtúen la fuerza original de su propuesta (como ha sucedido con otras series como “House”, “Prison Break” o “Heroes”).
En fin…
Ahora me toca dibujar como un poseso para entregar cuanto antes las páginas en las que trabajo y así, cuando llegue un poco de calma a mi vida, disfrutar al fin de la tercera temporada de “Dexter”; otra que lo tiene difícil para mantener el altísimo listón que se ha autoimpuesto.
Sea como fuere, es una gran momento para ser tele-adicto. Y más si se tiene internet.
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3 comentarios:
Yo soy de esas que ven un montón de series a la vez, igual que tengo empezados varios libros...
La verdad es que de las series que has nombrado las veo casi todas menos Californication. Vi un par de capítulos y pensé que lo mejor era dejar la imágen que tenía de "Fox Mulder" intacta y sin tanta perversión :p
yo soy de los que por mucho que quieran si no lo veo reviento, asi que por ejemplo hoy nada mas levantarme me fui a ver mininova para descargarme el ultimo episodio de Lost XD, pero bueno la verdad es que se disfrutan las series mucho mas una vez tienes la temporada entera pero con series que mucha gente de tu circulo social ve es imposible sin que te cuelguen un buen spoiler de vez en cuando sin querer XD. Y a todo esto, empezaste a ver ya Los Soprano?? yo ya estoy casi a la mitad de la 6ª temporada, que pasada de serie, creo que la mejor que he visto hasta ahora sin duda. Y bueno con respecto a la 2ª de Californication me ha decepcionado un poco, me gusto mucho mas la primera. Un saludo desde Rota.
Silvia: yo prefiero a Hank Moody (el personaje de Duchovny en "Californication") antes que Fox Mulder. Su relación con Scully siempre me puso nervioso. Moody se las hubiera arreglado para montárselo con ella salvajemente dentro de un ovni y luego habrían continuado la investigación como si tal cosa... Vamos, que a mí el punto perverso sí me gusta, jejeje.
Jesús: Coño! Cuánto tiempo, tío! Ahora me siento jodidamente culpable por no haber dado más señales de vida. Lo de los spoilers es un puteo. Yo intento no soltar ninguno en mis entradas del blog, porque sé lo mucho que joden... Aún no vi los Soprano, tengo toda la serie esperando a ser degustada en V.O. No se cuándo me pondré a ello, porque son más de 70 episodios y me gustaría verlos del tirón. Además tengo las expectativas altísimas... En fin, un abrazo enorme para ti, y a ver si me acuerdo de escribir más a menudo...
P.D.: Mírala, es un lagarto! Jajajajaajajajajaja!
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