sábado, febrero 02, 2008

Horizontalidad

Así es “Viaje a Darjeeling", la nueva locura de Wes Anderson: horizontal.

No he visto “Academia Rushmore” ni “Los Tenembaum”, así que descubrí a Anderson en “Life Aquatic”, esa película algo rarita en la que un Jacques Cousteau (bautizado Steve Zissou) interpretado por Bill Murray se lanza a la búsqueda y captura de un tiburón animado en stop motion. Todo ello, debo añadir, con las canciones de David Bowie de fondo, pero interpretadas de forma minimalista (sólo guitarra) en portugués. Lógicamente, fue un flechazo.



Pero, cosa rara, no me interesé por la obra de Anderson más allá de aquella película; lo cual se ha demostrado como terriblemente errado por mi parte.

Hace un par de días pude ver “Viaje a Darjeeling”, su nuevo film, que narra el viaje por la India de tres hermanos (interpretados por Owen Wilson, Adrien Brody y Jason Schwartzman) en una búsqueda espiritual (y de más cosas que se desentrañarán a lo largo del film). La cinta está rodada con increíble esmero técnico, moviendo la cámara como lo haría una torre de ajedrez, en largos movimientos de izquierda a derecha (y viceversa) y cortos ajustes verticales. Todo en el film discurre como una vía de tren, en perfecta geometría visual horizontal.



Justo antes de la película, alegre excentricidad, se proyecta un corto titulado “Hotel Chevalier” y protagonizado por el personaje de Jason Schwartzman y la hermosísima (porque lo es) Natalie Portman, y que también forma parte del argumento de la película. Pues bien, tan sólo con ver el cortometraje ya ardía en deseos de levantarme a aplaudir en medio de la sala de cine vacía (sí, estaba yo solo, ilustrando lo muy querido que debe ser Anderson por el gran público): tal es la impresión que me causó “Viaje a Darjeeling”. La de una película que debe ser aplaudida.

Anderson tiene un sentido del humor propio, un estilo cinematográfico particular, una sensibilidad estética sui generis, una caligrafía argumental perfectamente reconocible, tics y manías, actores fetiche (Wilson, Schwartzman, Murray, Angelica Huston,…), un gusto musical claro y definido (en el caso que nos ocupa marcado por las canciones de The Kinks)… y, sobre todo, una capacidad insólita de desprender melancolía (que no tristeza) desde un patetismo con el podemos llegar a identificarnos sin mucha dificultad.

De todo esto obtenemos lo que sin duda es una voz propia como realizador y, sobre todo, las características de un “director de culto”. Eso significa, por cierto, que habrá quien lo adore y quien lo odie, pero dudo que deje indiferente a nadie.

Tanto es así que yo me declaro desde ya parte de su secta de adoradores, y ya estoy a la espera de que el cuadrúpedo digital ponga a mi disposición sus anteriores películas, pues ardo en deseos de volver a internarme en su particular universo.

4 comentarios:

Arale Norimaki dijo...

Q casualidad, justo la fui a ver el otro dia a uno de los miticos cines "de adultos" de Portland, donde puedes tomar cerveza y pizza mientras ves la peli, cosa que yo no hice, puesto que mis circuitos se saturan si hago mas de una cosa al tiempo. Estoy de acuerdo, es una pelicula horizontal y con aromas melancolicos. Personalmente no soy una gran fan de Anderson, pero si que disfrute la peli, de su especial sentido de humor, la belleza de las imagenes, las interpretaciones. Aunque confieso que yo no tenia el dia para ver una peli Anderson...

Jero Piñeiro dijo...

Esa etiqueta de "cines de adultos" me intriga sobremanera...

Aclaro que me considero fan de Anderson en base a las películas que he visto. Quizás cuando vea el resto de su filmografía no opine exactamente lo mismo. Y es obvio que hace la clase de cine que si no tienes el día apropiado no entra ni a tiros (otra característica propia de los directores de culto, supongo).

Una curiosidad: ¿qué tal las críticas de la peli en los USA? Es la clase de película que en España no tiene repercusión salvo en círculos muy reducidos (o en la redacción de ciertas revistas de cine).

Y no seas modesta respecto a las capacidades multitarea de tus circuitos, que ambos sabemos que dan muuuuucho de sí... (yo aún no he asimilado, entre otras muchas cosas, tu excelente disposición para el diálogo y el razonamiento en pleno día de resaca... es algo que me supera, jajaja).

Home de xeo dijo...

Tomo nota.

Ya casi he terminado con el montaje. Sólo me queda pulir un par de cosas y revisar ciertas secuencias; pero lo peor ya ha pasado.

¿Qué tal "30 dias de noche"?

Un regalito:

http://mattdixon.co.uk/gallery.htm

Jero Piñeiro dijo...

Home de Xeo: al final no fui a verla el sábado porque era en Área Central y no tenía coche, y el domingo tocaba "No es país para viejos", de la que ya escribiré en otro momento, porque da para un blog entero ella sola...

Ánimo con el vídeo (aunque a estas alturas supongo que ya estará todo el pescado vendido...)

Sobre el enlace, ya sabes, el asco y la repulsa habituales hacia estas desmedidas y exhibicionistas muestras de talento... Con todo, creo que la mayoría de las ilustraciones ya las tenía de su deviant. Qué cabrón...