Viendo las noticias de las elecciones en Francia, no puedo dejar de pensar que por muy poco confiables que parezcan los líderes políticos del país del vino y el queso, resulta vergonzoso comparar la mirada inteligente y el gesto astuto de Sarkozy y Royal, que serán mejores o peores personas (y puede que unos terribles dirigentes de estado), pero que no muestran la apariencia de deficientes e incompetentes de aquellos que nos vemos obligados a soportar en nuestro país, a los que se me hace imposible respetar no tanto por su credo (que de todo hay), sino por lo ridículos que se me antojan.
Aunque claro, a tenor de las últimas declaraciones de nuestro flamante expresidente, realizadas durante unas recientes jornadas vinícolas en Valladolid, uno no puede sino pensar que en peores manos de las que ya estuvimos no vamos a caer…
Es curioso que, no queriendo que nadie conduzca por él, nunca se preguntase si yo quería que alguien hiciese una guerra por mí.
1 comentario:
sólo una palabra: REPUGNANCIA...
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