jueves, enero 17, 2013

Un siglo de (meta)ficción

Ya lo decía el otro día a cuento de mis tebeos favoritos de 2012: la última entrega de las aventuras de “La Liga de los Extraordinarios Caballeros” de Alan Moore y Kevin O'Neill estaba al caer. Y así ha sido. Desde esta semana puede encontrarse en las librerías españolas, de la mano de Planeta de Agostini, la conclusión de la saga “Century” bajo el subtítulo “2009”.


La lectura de este último volumen requiere, de entrada, la revisión de sus inmediatos predecesores: “1910” y “1969”. Si no, corre uno el riesgo de perderse en el denso mapa de referencias a la ficción británica (literaria, televisiva y cinematográfica) de los últimos cien años, y también de un poco más atrás y un poco más lejos (¿un ex-presidente de EE.UU. apellidado Bartlet?). Al igual que en los episodios precedentes, el guionista de tebeos más importante de todos los tiempos (la obra de Moore puede gustar más o menos, pero su relevancia es absoluta e innegable) se las arregla para introducir cientos (literalmente) de guiños, homenajes, situaciones y personajes de la cultura popular que van desde la última tragedia de Shakespeare (¡en 3D!) hasta James Bond (todos los James Bonds), pasando por el gran icono literario/cinematográfico de la actual Gran Bretaña, auténtico leit motiv de toda la saga (aunque su identidad se hubiese mantenido semi-oculta hasta ahora).


Todas las profecías planteadas en volúmenes anteriores se resuelven aquí de la más satisfactoria de las maneras. Por fin uno entiende, por ejemplo, quién era aquel hippie ocultista que en 1969 decía “Me llamo Tom. Mi segundo nombre es una maravilla, y mi apellido, un acertijo” (ya digo: hay que releer). Por fin se descubre qué era ese Anticristo del que tanto hemos oído hablar, y por fin, también, se lleva a nuestro trío protagonista (Allan Quatermain, Mina Murray y el/la delicioso/a Orlando) al destino dramático que las páginas anteriores venían apuntando.


Con un estilo cada vez más visceral y caricaturesco, Kevin O'Neill entrega unas páginas llenas de fuerza expresiva que no precisan más que una clásica cuadrícula de 3x3 viñetas para desarrollar el aluvión de conceptos propuestos por el guionista de “Watchmen” y “V de Vendetta”. Éste no da puntada sin hilo, y se las arregla (como quien no quiere la cosa) para salpicar su distópica y fantasiosa reconstrucción de la historia londinense con referencias a la crisis económica, la represión policial en los estados supuestamente democráticos, las tensiones en Oriente Medio y las masacres estudiantiles en los institutos. Lo hace, además, divirtiendo, sorprendiendo y dándole un giro inesperado a muchos conceptos que todos tenemos anclados desde muy niños (guiño guiño) en el subconsciente colectivo.


Por todo ello, los tres volúmenes que componen esta “The League of Extraordinary Gentlemen: Century” posiblemente constituyan el comic de super-héroes (por victorianos que sean) con más chicha que un servidor haya leído desde que Warren Ellis y John Cassaday despidieron su monumental (y también meta-ficcional) “Planetary”. Lo cual a estas alturas tampoco debería sorprender a nadie: el caballero barbudo de Northampton juega desde hace décadas en otra liga. Una realmente extraordinaria. La suya propia.


P.D: no terminan aquí las buenas noticias. Tal vez "Century" haya concluido, pero parece que a Moore y O'Neill aún les queda cuerda para rato. Por lo de pronto, ya se ha anunciado para dentro de un mes (en EE.UU.) un spin-off protagonizado por Nemo bajo el título "Heart of ice". Mientras tanto, problemas con los derechos de autor impiden que se publique fuera de las fronteras estadounidenses la auténtica tercera entrega ("Century" sería la cuarta) en la cronología extraordinaria: "The Black Dossier". Qué lástima. Podéis leer un interesante artículo al respecto clickando AQUÍ.

2 comentarios:

David GB dijo...

Parece que últimamente está de moda el revisionismo histórico en los cómics... o será la impresión que yo tengo de tanto leer Before Watchmen. Anyway, hay que alabarle a este hombre su ánimo de ofrecer cosas nuevas y no acomodarse, treinta años después sigue siendo uno de los mejores. Probablemente el mayor talento que ha dado el medio. Me pregunto, de todo lo que ha hecho en los últimos 10 años, ¿qué es lo mejor?

Jero Piñeiro dijo...

Yo creo que Alan Moore lleva haciendo meta-revisionismo desde principios de los 80: las primeras páginas de su "Marvelman"/"Miracleman" ya eran un homenaje a los tebeos de los años 50. Por otro lado, si tengo que elegir entre toda su producción del siglo XXI, creo que me quedo con "Top Ten" y su secuela "The 49ers". Pero reconozco que "Promethea" y "Lost Girls" también me parecen dos obras magistrales.