Lejos de la
vocación experimental de compatriotas como Björk o Sigur Rós, los
islandeses Of Monsters and Men han comenzado su prometedora carrera
discográfica con las miras puestas en el movimiento indie-folk-rock
(a veces me pregunto para qué nos molestamos en crear tantas
etiquetas) en el que podríamos encuadrar a formaciones como Beirut,
Fanfarlo o Mumford & Sons. Los crescendos épicos y los
instrumentos menos rockeros que uno pueda a priori imaginarse
(acordeones, trompetas, banjos y violines) son seña de identidad de
una generación de músicos que han arropado unas canciones de
estructura pop con toda suerte de influencias folclóricas y densos
arreglos instrumentales para formular un sonido compacto y
preciosista que vive ahora su momento dorado, pese a que la
sobreabundancia de propuestas similares pueda llevarnos de cabeza
al aburrimiento.
El primer disco
de Of Monsters and Men, “My head is an animal”, vio la luz en su
país de origen en septiembre de 2011, pero dado el tirón comercial
de su single “Little talks”, el desembarco internacional se
convirtió en una realidad apenas 7 meses después. La edición
estadounidense de “My head is an animal” cuenta con nuevas
grabaciones (entre ellas otro single indiscutible, “Mountain sound”) y manifiesta cambios notables en el orden de presentación
de las canciones. Los dos temas citados, así como “Dirty Paws” y
“Lakehouse”, remiten directamente al espíritu hippioso
de los mejores Edward Sharpe & the Magnetic Zeros, haciendo del
abuso coral y de los heys!
festivos una constante que huele a estrategia prefabricada, pero
que uno acaba perdonando gracias a la pegada inmediata de sus
contagiosas melodías y a las dulces voces de
Nanna
Bryndís Hilmarsdóttir
y Ragnar
þórhallsson, cantantes además de letristas.
Emulando la buena
química entre Win Butler y Régine Chassagne, Nanna y Ragnar entonan
en “King and lionheart” y “Six weeks” sendos himnos cargados
de "épica canadiense" que perfectamente podrían haber formado
parte de la banda sonora de aquella estupenda adaptación cinematográfica que Spike
Jonze hizo del libro infantil “Donde viven los monstruos”.
Mientras el
registro de Nanna se acerca tanto a una Lourdes Hernández (a.k.a.
Russian Red) en sus momentos más delicados como a una Florence Welch
en las notas más enérgicas, Ragnar ejerce de Oliver Sim en el
arranque de ese “Yellow light” que recuerda por momentos a The xx (pese a que los coros y el ritmo casi marcial de su segunda mitad
jamás tendrían cabida en las minimalistas composiciones del trío
londinense).
Así, “My head
is an animal” no propone nada especialmente novedoso, pero a lo
largo de sus 12 cortes consigue transmitir esa gratificante joie de
vivre que tantas veces elude a los gélidos músicos de
vanguardia. Y si es cierto aquello que decía Hemingway de que “la
gente buena, si se piensa un poco en ello, ha sido siempre gente
alegre”, los seis chicos que
han dado forma a un LP tan contagiosamente vital como éste deben ser
unas bellísimas personas.
7 comentarios:
Pues considerando lo que cuentas de esta banda, creo que bien se merecen una escucha... o dos, que una nunca parece justo.
Islandeses y con melodías pegadizas, vaya vaya... parece una contradicción.Tomo nota para escuchar algo... Me gusta le frase de hemingway. lync
¡Ojalá te gusten, Merche! :D
Lync: a mí también me gusta la frase de Hemingway... y qué raro es esto de responderte un comentario desde tu portátil, jajaja. De paso que estoy aquí voy a pillarte algo de beber en la nevera... ;P
Efectivamente, con las referencias que ofrecías, me ha parecido un disco brillante... en el sentido literal del término: luminoso. Y aunque sí veo similitudes con Edward Sharpe & the Magnetic Zeros, a quien indudablemente me llevan es a la banda de Seatle "The Head and de Heart", a los que si no conoces, te recomiendo su album homónimo. Como muestra: http://www.youtube.com/watch?v=xjoA4nYBD5U
Un saludo.
Perdona el retraso en la respuesta, Merche: he estado unos días alejado del ordenador y no he podido pararme a actualizar el blog o responder a comentarios. No conocía a The Head and the Heart, pero ahora que escucho el tema que enlazas no puedo más que darte absolutamente la razón. Suenan calcados. Teniendo en cuenta que a mí me gusta esta "onda" de grupos folk-rock hippiosos, no dudes que le daré una escucha (o dos, como tú dices) al álbum que me recomiendas. Mil gracias :)
me encanta este grupo! y el videoclip de little talks me rechifla
No sé por qué, pero ya suponía que serían de tu agrado, Tentadora ;)
Publicar un comentario