lunes, agosto 20, 2012

Los monstruos viven en Islandia

Lejos de la vocación experimental de compatriotas como Björk o Sigur Rós, los islandeses Of Monsters and Men han comenzado su prometedora carrera discográfica con las miras puestas en el movimiento indie-folk-rock (a veces me pregunto para qué nos molestamos en crear tantas etiquetas) en el que podríamos encuadrar a formaciones como Beirut, Fanfarlo o Mumford & Sons. Los crescendos épicos y los instrumentos menos rockeros que uno pueda a priori imaginarse (acordeones, trompetas, banjos y violines) son seña de identidad de una generación de músicos que han arropado unas canciones de estructura pop con toda suerte de influencias folclóricas y densos arreglos instrumentales para formular un sonido compacto y preciosista que vive ahora su momento dorado, pese a que la sobreabundancia de propuestas similares pueda llevarnos de cabeza al aburrimiento.


El primer disco de Of Monsters and Men, “My head is an animal”, vio la luz en su país de origen en septiembre de 2011, pero dado el tirón comercial de su single “Little talks”, el desembarco internacional se convirtió en una realidad apenas 7 meses después. La edición estadounidense de “My head is an animal” cuenta con nuevas grabaciones (entre ellas otro single indiscutible, “Mountain sound”) y manifiesta cambios notables en el orden de presentación de las canciones. Los dos temas citados, así como “Dirty Paws” y “Lakehouse”, remiten directamente al espíritu hippioso de los mejores Edward Sharpe & the Magnetic Zeros, haciendo del abuso coral y de los heys! festivos una constante que huele a estrategia prefabricada, pero que uno acaba perdonando gracias a la pegada inmediata de sus contagiosas melodías y a las dulces voces de Nanna Bryndís Hilmarsdóttir y Ragnar þórhallsson, cantantes además de letristas.


Emulando la buena química entre Win Butler y Régine Chassagne, Nanna y Ragnar entonan en “King and lionheart” y “Six weeks” sendos himnos cargados de "épica canadiense" que perfectamente podrían haber formado parte de la banda sonora de aquella estupenda adaptación cinematográfica que Spike Jonze hizo del libro infantil “Donde viven los monstruos”.

Mientras el registro de Nanna se acerca tanto a una Lourdes Hernández (a.k.a. Russian Red) en sus momentos más delicados como a una Florence Welch en las notas más enérgicas, Ragnar ejerce de Oliver Sim en el arranque de ese “Yellow light” que recuerda por momentos a The xx (pese a que los coros y el ritmo casi marcial de su segunda mitad jamás tendrían cabida en las minimalistas composiciones del trío londinense).


Así, “My head is an animal” no propone nada especialmente novedoso, pero a lo largo de sus 12 cortes consigue transmitir esa gratificante joie de vivre que tantas veces elude a los gélidos músicos de vanguardia. Y si es cierto aquello que decía Hemingway de que “la gente buena, si se piensa un poco en ello, ha sido siempre gente alegre”, los seis chicos que han dado forma a un LP tan contagiosamente vital como éste deben ser unas bellísimas personas.

7 comentarios:

Merche dijo...

Pues considerando lo que cuentas de esta banda, creo que bien se merecen una escucha... o dos, que una nunca parece justo.

Anónimo dijo...

Islandeses y con melodías pegadizas, vaya vaya... parece una contradicción.Tomo nota para escuchar algo... Me gusta le frase de hemingway. lync

Jero Piñeiro dijo...

¡Ojalá te gusten, Merche! :D

Lync: a mí también me gusta la frase de Hemingway... y qué raro es esto de responderte un comentario desde tu portátil, jajaja. De paso que estoy aquí voy a pillarte algo de beber en la nevera... ;P

Merche dijo...

Efectivamente, con las referencias que ofrecías, me ha parecido un disco brillante... en el sentido literal del término: luminoso. Y aunque sí veo similitudes con Edward Sharpe & the Magnetic Zeros, a quien indudablemente me llevan es a la banda de Seatle "The Head and de Heart", a los que si no conoces, te recomiendo su album homónimo. Como muestra: http://www.youtube.com/watch?v=xjoA4nYBD5U
Un saludo.

Jero Piñeiro dijo...

Perdona el retraso en la respuesta, Merche: he estado unos días alejado del ordenador y no he podido pararme a actualizar el blog o responder a comentarios. No conocía a The Head and the Heart, pero ahora que escucho el tema que enlazas no puedo más que darte absolutamente la razón. Suenan calcados. Teniendo en cuenta que a mí me gusta esta "onda" de grupos folk-rock hippiosos, no dudes que le daré una escucha (o dos, como tú dices) al álbum que me recomiendas. Mil gracias :)

entre líneas dijo...

me encanta este grupo! y el videoclip de little talks me rechifla

Jero Piñeiro dijo...

No sé por qué, pero ya suponía que serían de tu agrado, Tentadora ;)