domingo, agosto 05, 2012

El naufragio de la Prometheus

El caso de “Prometheus”, el último largometraje de Ridley Scott, expone con bastante claridad la situación actual de la superproducciones cinematográficas estadounidenses. El film cuenta con un presupuesto estimado en unos 130 millones de dólares y ha tenido una campaña de marketing masiva: mientras en internet se pueden ver innumerables teasers, trailers, vídeos virales, afiches, ilustraciones de arte conceptual y sinopsis de mayor o menor extensión, en Santiago de Compostela (la ciudad en la que actualmente resido y donde apenas existen dos multicines) uno de cada dos mupis muestran el cartel del film. El esfuerzo económico ha sido bestial, pero no mucho más que el realizado este mismo año de cara al estreno de “John Carter”, “Los Vengadores” o “The Dark Knight Rises”. El blockbuster hay que cultivarlo siguiendo unas fórmulas de marketing precisas, y es en esta tarea donde los grandes estudios y las principales distribuidoras parecen haber puesto toda su atención en los últimos tiempos, olvidando por el camino que, más allá del éxito de taquilla durante las 2 ó 3 primeras semanas de proyección, el triunfo de una película se mide en última instancia por su calidad. Al menos en lo que respecta a los espectadores.

Póster promocional de "Prometheus".

Si echo la vista atrás, son pocas las cintas de ciencia-ficción de gran presupuesto que en la última década han logrado superar las expectativas previas a su estreno y se han establecido por méritos propios en la memoria colectiva. Comparada con la producción de los años 70 y 80, la última cosecha de la ciencia-ficción cinematográfica deja bastante que desear (más allá de casos muy puntuales, como los de “Inception” o la muy discutida “Avatar”). Que Ridley Scott, artífice de dos hitos del género como “Alien” y “Blade Runner” decidiese volver a pisar el terreno de sus mayores éxitos (cualitativos) bien se merecía las ilusiones del público afín. El proyecto, además, jugó al despiste desde el principio con la posibilidad de que se tratase de una precuela de la mismísima “Alien”, con lo que el hype estaba más que servido.

Scott contó para la parte literaria de esta “Prometheus” con dos guionistas de escasa experiencia cinematográfica: John Spaihts, cuyo único trabajo estrenado hasta la fecha es “La hora más oscura” (ojo al dato: 4,1 en Filmaffinity y 4,9 en IMDb), y Damon Lindelof, arquitecto de uno de los mayores flops de la historia de la pequeña pantalla (me refiero, cómo no, al final de “Lost”) y partícipe destacado en el guión del choriflán por excelencia: “Cowboys & Aliens”.

-Con la D: guionista de cine y televisión con tendencia a cagarla con los finales.
-Eeeeeh... ¿David Koepp?

¿Por qué, se preguntará más de uno, confiarían la productora Scott Free (propiedad de Ridley Scott y de su hermano Tony) y 20th Century Fox en las dudosas aptitudes de esta pareja de guionistas para escribir el libreto de una película que acabaría costándoles, entre el presupuesto de producción y el de publicidad, más de 200 millones de dólares? ¿Siendo el guión de un film uno de los pilares básicos del proceso creativo, no convendría haber realizado un esfuerzo mayor de cara a pulir el elemento sobre el que posteriormente se construiría un sofisticadísimo dispositivo de producción y post-producción que involucrase a reputados profesionales del medio (el director de fotografía Dariusz Wolski, habitual de Alex Proyas, Gore Verbinski o Tim Burton; el montador Pietro Scala, inseparable del propio Scott desde los tiempos de “La teniente O'Neil”)?

La nave que da título al film.

El guión de “Prometheus”, por cierto, narra la expedición de un grupo de científicos a bordo de una nave espacial hasta los confines del universo en busca de una antigua raza extraterrestre, los ingenieros, que podría conocer el secreto de los orígenes de la vida en la Tierra. La tripulación de la Prometheus cuenta con el liderazgo del capitán Janek (Idris Elba, a años luz de Baltimore), los conocimientos antropológicos de la pareja formada por Elizabeth Shaw (Noomi Rapace, dejando atrás al personaje de Lisbeth Salander) y Charlie Holloway (Logan Marshall-Green, o la versión baja en calorías de Tom Hardy), las múltiples prestaciones del humanoide sintético David (perfecto, como de costumbre, Michael Fassbender) y la presencia de una directora de operaciones, Meredith Vickers (Charlize Theron, cada vez más acostumbrada a los papeles de z***a), enviada desde la poderosa corporación que financia el proyecto, propiedad del espiritual multimillonario Peter Weyland (holográfico e irreconocible, bajo capas de maquillaje, Guy Pearce).

De izquierda a derecha: Logan Marshall-Green, Noomi Rapace e Idris Elba.

Resulta patente desde los primeros compases de la cinta que “Prometheus” es casi tanto un remake encubierto de “Alien” como una precuela de aquélla. El reparto de roles entre personajes, la sucesión de escenas prácticamente calcadas y la inevitable repetición de atmósferas y motivos visuales hacen del film, en sus 45 minutos iniciales, un innecesario y moderadamente entretenido déjà vu. Es algo buscado por los responsables de la cinta, que apelan por un lado a la nostalgia por el Nostromo y por el otro a un preciosismo estético capaz de atrapar en la butaca a cualquier espectador con un mínimo de sensibilidad audiovisual.

El mejor actor del mundo. Incluso de rubio oxigenado.

No obstante, el grado de incoherencia argumental, dramática y científica se dispara desde el momento en que la expedición protagonista comienza a explorar el mundo aparentemente inhabitado en el que aterriza la nave del título, y la película se convierte rápidamente en una sucesión de tópicos y despropósitos (al más puro estilo serie B) revestidos de una solemnidad metafísica de baratillo que finalmente elude cualquier posible respuesta a las insondables preguntas que parecían formularse en las escenas iniciales del film. En última instancia, las viscosas criaturas tentaculares (la sombra de Lovecraft es alargada), las persecuciones trepidantes y la pirotecnia panorámica se adueñan del relato minimizando cualquier resquicio filosófico o dramático que pudiese aportar un valor añadido al gran espectáculo, tristemente vacío, que supone “Prometheus”. Los predecibles giros de su argumento, la vaguedad a la hora de resolver las incógnitas que éste plantea y el final abierto (con las miras puestas en una secuela recientemente confirmada) no hacen más que lastrar una película que podría haber sido fabulosa si tan sólo uno de sus elementos hubiese recibido una atención mayor: el guión; siempre el guión.

Noomi Rapace en ropa interior, al más puro estilo Ripley.

Queda la música”, que diría Aute. O, en este caso, la espectacular caligrafía visual con que Ridley Scott logra plasmar cada escena, por disparatada que sea, en la pantalla. Si de algo puede presumir el film es de un acabado formal sublime, en el que fotografía, dirección artística y efectos especiales lucen al más alto nivel. Además, parece que por fin Scott ha apagado el piloto automático con el que rodó algunas de sus cintas más olvidables (“Hannibal”, “Red de mentiras”) y vuelve a aparecérsenos aquí como un realizador totalmente implicado en el proceso narrativo, planificando brillantemente algunas escenas de impacto como no se recordaban en su filmografía desde hacía mucho tiempo (me estoy refiriendo, por supuesto, a ese momento en el que estarán pensando quienes ya hayan visto el film). Tal vez “Prometheus” no sea la gran historia de ciencia-ficción al estilo de los 70 y 80 que algunos (inocentemente) esperábamos, pero sí es el reencuentro, a nivel plástico, con uno de los cineastas más destacados en la historia del cine fantástico (tal vez no por cantidad de títulos, pero sí por la relevancia de los mismos).

No es suficiente para salvar la nave del naufragio, pero sí un grato consuelo para todos aquellos que hayan decidido darle una oportunidad a la pantalla grande, pese a que la cinta se haya estrenado en nuestro país con más de dos meses de retraso respecto al mercado internacional. Del 3D poco puedo decir: mi asesor financiero me lo tiene terminantemente prohibido.


EDITADO: Se ha publicado en Jot Down Magazine un artículo que expone con mucha claridad (y bastante mala baba) todas esas incoherencias en el guión de "Prometheus" que menciono (pero no desvelo) en esta entrada. Es un texto cargado hasta los topes de SPOILERS (así que sólo os recomiendo leerlo si ya habéis visto la película). Servidor lo suscribe casi punto por punto. Podéis acceder a él siguiendo este enlace.

18 comentarios:

Jerry F. dijo...

No estoy para nada de acuerdo con la crítica que has hecho de esta película. Considero que se está siendo (en general) terriblemente injusto con el filme por el simple hecho de las elevadísimas expectativas que tenían los espectadores frente al markéting de la pelicula (aunque para mí, todas fueron alcanzadas), además de porque "homenajea" a Alien (algo que, para mí, es genial) y a que su guionista es Damon L. (un excelente guionista que por la polémica que suscita ve cómo le llueven injustificadísimos palos). Pero bueno, siempre digo que el cine tiene un grandísimo componente subjetivo...

J.J. González Haro dijo...

Volvemos a coincidir amigo Jero. Es una lastima lo que ha ocurrido con la película, y aunque el hype ha tenido parte de la culpa un guión tan insulso no debería librarse de la quema. Esperemos que la secuela arregle este desaguisado de alguna forma decente. Un abrazo.

Jero Piñeiro dijo...

Jerry F.: muchas gracias por tu comentario. Es cierto que las apuestas estaban muy altas con esta película, pero aún así considero que más allá de la negativa influencia del hype, hay elementos que me han parecido decepcionantes y que se pueden discutir de forma más o menos razonada. Como para mí la principal flaqueza de "Prometheus" es su guión, resulta complicado hablar sobre lo que no me ha gustado sin soltar SPOILERS a diestro y siniestro, así que a partir de ahora recomiendo cautela a todos aquellos que todavía no hayan visto la película:

¡ATENCIÓN, SPOILERS!



Una cosa que a mí personalmente me disgusta encontrar en las películas que pretenden aparentar un cierto rigor científico (y "Prometheus" es una película de ciencia-ficción "seria", en la línea de "Alien", "2001" o "Blade Runner") es la "casualidad caprichosa": los protagonistas del film aterrizan en un planeta cuya orografía tiene montañas el doble de altas que el Everest, por lo que se le presuponen miles de kilómetros de extensión, y justo toman tierra a apenas unos cientos de metros de un templo/arsenal puesto allí por los ingenieros. Pura serendipia. La última escena del film también es fruto de una casualidad muy retorcida: el novio de Noomi Rapace la fecunda cuando está contaminado por la misteriosa sustancia negra (cuyo origen nunca llegamos a comprender del todo, aunque se insinúa que es un arma biológica desarrollada por los ingenieros); Noomi Rapace da a luz a una monstruosidad tentacular que resulta ser un proto-facehugger (fruto impredecible de la genética entre especies) que implanta un embrión en el ingeniero superviviente, y de ahí, voilá, nace el primer Alien (con A mayúscula). ¿Por qué? Pura casualidad, cuando habría sido más fácil (y lógico) que los Aliens fuesen el resultado consciente de los experimentos biológicos de los ingenieros. Al menos, yo lo hubiera preferido, pues sería una respuesta menos "caprichosa".

Por otro lado, las decisiones que toman los personajes me parecen ridículas en demasiadas ocasiones: el geólogo y el biólogo cobardes se pierden en el interior de las cuevas y se ponen a jugar con una "adorable" criatura con pinta de cobra. Una actitud más propia de esos secundarios “carne de slasher” del cine de serie B que de los mejores especialistas en sus respectivos campos que se puedan pagar con el dinero de Weyland. Científicos de reputación mundial encuentran un planeta con aire "supuestamente" respirable y ni cortos ni perezosos se quitan los cascos "a la de tres" como si tal cosa. Pilotos espaciales que están ahí por la pasta deciden en cuestión de segundos sacrificarse por la humanidad sin que les entre el pánico: es más, incluso se marcan un chascarrillo antes de estamparse en plan kamikaze contra la nave del ingeniero.

Más incoherencias: una mujer sin entrenamiento físico de ningún tipo (recordemos, una antropóloga/bióloga/arqueóloga) es sometida a una cesárea de urgencia porque alberga en su interior un calamar alienígena. Sin haber descansado ni 30 segundos, se pasa las horas siguientes corriendo, saltando, peleando con humanoides hipertrofiados de 3 metros y esquivando (en la misma dirección en que gira del artefacto caído, faltaría más) naves gigantes con forma de cruasán. Dopada, sí; con calmantes. Suspensión de la incredulidad elevada a infinito.

(se me acaban los caracteres, así que sigo en otro comentario)

Jero Piñeiro dijo...

¡SIGUEN LOS SPOILERS DEL COMENTARIO ANTERIOR!


Pero lo que menos me ha gustado, con todo, ha sido la cobardía de los guionistas a la hora de afrontar los aspectos metafísicos del film: la protagonista es cristiana y no duda en atribuir a su dios la existencia de los ingenieros (“si ellos nos crearon a nosotros, ¿quién los creó a ellos?”). "Toda pregunta llevará a otra pregunta anterior", decía la madre de Jacob en uno de los últimos (y más lamentables) episodios de "Lost". O lo que es lo mismo: soy David Lindelof, un guionista sin respuestas que siempre recurre a las explicaciones prefabricadas y políticamente correctas (no vaya a ser que alguna asociación estadounidense de cristianos ultra-ortodoxos nos acuse de ateos o, peor aún, darwinistas radicales).

Por desgracia, no hay nada que teorizar en “Prometheus”. No hay misterios que uno pueda desentrañar si le da unas cuantas vueltas a la película en su cabeza (como sí sucedía con “2001”, por ejemplo, donde las respuestas no eran explícitas pero estaban ahí de un modo u otro). Lo que hay son vacíos que sus responsables prometen ir rellenando en futuras entregas. “Prometheus” no ha desvelado nada, sólo lo ha pospuesto, y de una forma bastante ramplona, además. Me parece una auténtica pena, porque en todo lo que no atañe al guión, la película es excelente, en mi nada modesta pero siempre discutible opinión.


FIN DE LOS SPOILERS

Jero Piñeiro dijo...

Kin: pues sí, últimamente no dejamos de coincidir en nuestras opiniones. Desgraciadamente, eso se traduce una vez más en que los dos hemos salido decepcionados del cine. Yo no le tengo mucha fe a la secuela. La veré, claro, porque soy un cinéfago a mi pesar y porque además el género me pierde, pero desde luego no lo haré con las mismas expectativas que tenía puestas en “Prometheus”...

David GB dijo...

No he visto Prometheus (entre otras cosas porque las opiniones que escucho me están quitando las ganas), así que no puedo opinar sobre la reseña. Reconozco que la visión del "Big Dental Patient", como Cameron describió al space jockey, me puso los vellos de punta en el trailer, pero me resisto a ver más mitos culturales violados por la maquinaria de Hollywood.

De tu reseña me ha llamado la atención la pregunta que yo mismo me llevo haciendo durante años: ¿Por qué en Hollywood invierten tanto en todo elproceso, y se desentienden del guión, germen y corazón de cualquier película? No me lo explico, y sólo se me ocurre que los buenos guionistas se deben sentir tan ninguneados en el cine que todos han emigrado a la TV, donde HBO ha impuesto la filosofía de que sean los verdaderos reyes del cotarro, muy por encima de los directores de cada capítulo (con evidentes resultados).

Por cierto, Avatar es un truño de proporciones épicas tridimensioanles, ahí no admito discusiones, y lo es, de nuevo, por un guión que mueve a la risa.

Cinemagnific dijo...

A lo mejor es un filme víctima de las enormes expectativas que se habían puesto en él, como ha pasado con el tercer Batman de Nolan, pero es que joder, es muy decepcionante, a mi me ha parecido igual.

Jerry F. dijo...

Jero, entiendo todo lo que has dicho y lo respeto enormemente. Yo siempre defiendo que el cine, a pesar de tener muchísimos factores que pueden ser calificados como "buenos" según unos criterios puramente objetivos, ofrece al espectador algo que la mayoría de las veces debe ser digerido por valores subjetivos.

Considero que aquí ha ocurrido algo así: a ti (corrígeme si me equivoco) lo que te ha defraudado más de la película, aparte de la cobardía del guión (algo en lo que, a decir verdad, yo no había caído hasta que lo has mencionado), ha sido, en resumidas cuentas, el poco "realismo" del filme (ALERTA SPOILERS): los personajes toman decisiones que no te parecen razonables, la operación quirúrgica no le da a la Dra Shaw ni una mísera molestia (porque esos quejidos ocasionales obviamente no reflejan el post-operatorio - aunque he de decir en su defensa que la cantidad de anestesia que se mete nuestra protagonista es importante y podría explicar, en cierto modo, cierto bienestar), la zona de aterrizaje es curiosamente súper apropiada... En fin, que te parecen fallos garrafales que, por ejemplo, yo no he considerado tan importantes.

Y por ello digo lo de la "subjetividad": para ti esos fallos crucifican a la película mientras que para mí, esas incoherencias (o "casualidades") son recibidas gratamente porque, al ver la película, no esperaba nada de realismo. Al fin y al cabo es una película, y en las películas a veces hay un exceso de "coincidencias" que a mi personalmente no me molestan nada [Aunque, en mi defensa he de decir que, por ejemplo, muchos antibioticos y vacunas han sido descubiertos así: por pura casualidad]. Yo paso un poco de esas incoherencias y prefiero unas actuaciones convincentes, una buena ambientación con una extraordinaria fotografia y un guión claustrofóbico y intrigante acompañado de una buena música de ambiente. Lo repito: mera opinion personal.

Pero bueno, dejando el tema ya de lado he de decirte que me encanta cómo escribes y que aquí tendrás a un nuevo y continuo lector.

Enhorabuena por tu blog!

PD: eso si, "Damon Lindelof", no "David" Perdoname, pero tenía que decirlo jajaja ;)

Jero Piñeiro dijo...

David GB: yo no lamento en absoluto el haber visto "Prometheus" en pantalla grande. Su guión no tiene demasiado sentido, es verdad, pero estéticamente es fascinante y, aún con todos sus fallos, se trata de una película entretenida. Además, tiene una escena en concreto que por sí sola ya me justifica el precio de la entrada (exagero, lo reconozco; pero vamos, que esa escena está MUY bien). Lo de los malos guiones para películas carísimas es todo un misterio. Más aún cuando, tal y como apuntas, ahora mismo en televisión se están haciendo cosas increíbles que dejan al cine de hoy en día a la altura del betún. Estoy de acuerdo en las "proporciones épicas tridimensionales" de "Avatar", pero no en lo de "truño", jajaja. A mí me gustó mucho, y eso que iba con las expectativas muy altas. Me pareció una película simple y bonita: como un clásico Disney ultra-hormonado. Pero bueno, entiendo que quienes esperaban al Cameron de "Aliens" o "Terminator" no saliesen contentos del cine.

Cinemagnific: de acuerdo entonces.

Jerry F: es un placer discutir sobre cine con alguien que muestra tanto respeto hacia las opiniones ajenas, aunque éstas sean opuestas a las suyas. Yo también entiendo tu postura aunque no la comparta. Como le decía a David GB más arriba en este mismo comentario, "Prometheus" me parece una película entretenida y con una factura técnica espectacular. He leído por ahí otras opiniones que dicen que la película es directamente "una mierda". Yo no lo comparto. Pero sí me parece una cinta fallida, y si no logro pasarle por alto esas incoherencias de guión que antes señalaba es porque "Prometheus" se toma mortalmente en serio a sí misma. Todas esas casualidades más o menos caprichosas no me molestarían tanto en otro tipo de cine fantástico donde se admita ya de entrada una mayor suspensión de la incredulidad, como por ejemplo en "Star Wars", "Star Trek" o "John Carter", que tienen un tono pulp que las aleja de la rama más hard de la ciencia-ficción. Lo de "David" Lindelof es un desliz de lo más extraño, jajaja. Estoy harto de escribir su nombre y aún así... ;)

Jero Piñeiro dijo...

Una cosa más: gracias a David GB he descubierto un artículo en el que se exponen con mucha claridad (y bastante mala baba) esas mismas incoherencias de guión que yo le encuentro a la película. Creo que merece mucho la pena leerlo siempre que uno ya haya visto "Prometheus" (porque está cargadito hasta los topes de SPOILERS). Lo añado al final de mi reseña, pero también podéis echarle un vistazo desde AQUÍ.

Anónimo dijo...

Pasopalabro, no sé que guionista es...jeje Lync

Jero Piñeiro dijo...

¿Es un comentario capcioso, Lync? :P

Jockey dijo...

Tampoco estoy deacuerdo con la opinión del autor. A fecha de hoy, el film está funcionando muy bien en España, incluso a pesar de que se estrenó con dos meses de retraso respecto a otros países. Está dando mucho dinero la taquilla a este film, teniendo en cuenta que España tampoco suele "respaldar" el cine CCFF.
Por otra parte me parece patético que muchas personas se fíen de lo que dicen algunos autores para decidir no ir a ver películas, en vez de buscar más opiniones o simplemente ir a verla si a uno le llama la atención, y luego poder hablar. Algunos no saben lo que se pierden con este grandísimo film, el cual el tiempo pondrá en su lugar como fué el caso de Blade Runner.
Y es que Prometheus, a pesar de tener algún pequeño fallo en el ¿guión?, el montaje con el que Scott tuvo que lidiar para recortar película por imposición de la productora (en el bluray añadirá los 20 min. adicionales), y una música que simplemente cumple (lástima que Goldsmith murió hace unos añitos, el compositor de Alien), es un film magnífico, muy por encima de films del género. Técnicamente impecable en todos los aspectos, su estilo visual es único porque ese es el don de Scott, su diseño, etc...; la historia es fascinante, filosófica y grande como la humanidad, lamentablemente ese es el fallo del film para algunos: pensaban que verían un film de terror como Alien, pero ya lo dijo Scott y es que esto no se trataba de terror como en Alien, ni de la famosa criatura aunque compartiría (metafóricamente hablando) el ADN de aquella, siendo una precuela sin ser directa a la famosa película.
Una historia que muchos no supieron entender o bien no quisieron entender, para finalmente acribillar el film con sus (muchos de ellos) inexistentes fallos de guión. Es un film que se debe de ver una segunda vez para ver los detalles que esconde. Es un film fantástico, de aventuras, suspense, terror, con imágenes impactantes como las tuvo Alien, y unos actorazos.
Animo a muchos de los que la critican, que vayan a la web oficial u otros foros, donde se explica con detalles toda la historia de la película.
Además es entretenida, y te quedas con ganas de más.
Mi película favorita es Alien, pero fuí a ver Prometheus sabiendo que vería algo muy diferente a aquella, pero con importantes puntos en común...

Jero Piñeiro dijo...

Gr VD: antes de nada, muchísimas gracias por tu comentario y bienvenido al Abismo :)

Por partes: el hecho de que una película funcione en taquilla no la legitima artísticamente en modo alguno. Adam Sandler es una máquina de hacer millones y a mí el 99% de lo que hace me parece basura. No sé hasta qué punto en España no se respalda al cine de ciencia-ficción (en el sentido "duro" del término), pero las super-producciones fantásticas últimamente están teniendo muy buenas recaudaciones: pelis como "Avatar", "Origen", "Transformers" o "Los Vengadores" han sido grandes taquillazos.

Yo soy de esos que se fían de algunas opiniones, según de dónde provengan, pero sólo si éstas respaldan mis intuiciones previas: en el caso de "Prometheus", yo habría ido a verla incluso si todos mis allegados me hubiesen dicho que es mala. Es Ridley Scott regresando al género que lo encumbró, y eso tengo que verlo en pantalla grande por mis propios ojos. Ahora bien, si a alguien que esté desencantado con el realizador y que le dé un poco de pereza el proyecto le dicen lo que yo argumento en esta reseña, entiendo que decida no pasar por el aro. Cada cual hace con su dinero lo que quiere.

Dudo mucho que el tiempo acabe poniendo a "Prometheus" a la altura de "Blade Runner", pero eso nadie lo sabe. El tiempo, precisamente, lo dirá.

Para mí la película tiene inconsistencias de guión suficientes para calificar este apartado (el guión, exclusivamente) de desastroso. Como digo en la reseña, el apartado técnico del film es modélico, y mis quejas no van en absoluto por ahí. Ni siquiera la música "simplemente cumplidora" me parece un defecto en sí misma: no enamora pero tampoco me saca de la película. Ahora bien: yo sabía que "Prometheus" no iba a ser "Alien" y no era esa clase de película lo que me esperaba. Tampoco que la nueva cinta siguiese a pies juntillas el desarrollo del film de 1979 en sus primeros compases, lo cual me ha parecido de una alarmante falta de inventiva. Luego la trama toma derroteros distintos, es verdad, pero es precisamente entonces cuando descarrila entre sus ínfulas trascendentales (que a mí me parecen muy básicas y pretenciosas) y su componente de terror-aventuras, con giros argumentales tan manidos que se ven venir desde kilómetros de distancia. Por momentos parece que Scott no sabe si está filmando su "2001" o su "Horizonte final" (dos películas que sin embargo me funcionan estupendamente por separado: "2001" es realmente poética, profunda y abierta a interpretaciones; "Horizonte final" es un serie B con encanto que conoce sus limitaciones y que ofrece exactamente lo que promete... bastante más que esta "Prometheus").

Jero Piñeiro dijo...

(sigo en otro comentario por limitaciones del HTML)

Me parece estupendo que te haya gustado la película. Para ti es una obra maestra con un mensaje filosófico. Para mí es un nuevo timo orquestado por el guionista que ya nos la intentó meter doblada con la sexta temporada de "Lost": Damon Lindelof. Pero no estoy seguro de poder convencerte de ello y realmente no aspiro a hacerlo, dada tu defensa a ultranza del film (lo entiendo, ojo: yo no pasaría por el aro con alguien que quisiese convencerme de que "Conan el bárbaro" es un zurullo, cuando para mí es una película maravillosa). Lo que tampoco voy a asumir es el argumento de que "Prometheus" no me ha gustado porque no he sabido entenderla o porque fui al cine esperando otro tipo de película. Me considero un espectador (casi) tan inteligente como el que más, con un conocimiento muy alto de la filmografía de Scott, un conocimiento alto del universo Alien y unas nociones sólidas del género de la ciencia-ficción en general. Así que mi recomendación tanto para los que les haya gustado la película como para los que no, es que en lugar de verla una segunda vez se lean "En las montañas de la locura" de H.P. Lovecraft y vuelvan aquí para contarme qué les parece ahora "Prometheus". Igual hasta descubren que Lindelof, además de un estupendo vendedor de humo (negro) es todo un maestro en el arte del plagio indisimulado...

David GB dijo...

Veo que el tema Prometheus aún colea. Sólo quiero hacer tres matizaciones:

1) Yo SÍ sé que el tiempo no pondrá a Prometheus en el mismo sitio que Blade Runner... ni de coña, vamos.

2) Junto a "En las montañas de la locura", Lindeloff también se permite plagiar aspectos del argumento de la saga de videojuegos Mass Effect, en la que una raza misteriosa vuelve cada X millones de años a la galaxia para purgar toda la vida conocida y reiniciar el ciclo.

3) El otro día reparé en el enésimo absurdo encerrado en el guión de Prometheus: los Ingenieros se dedican durante siglos a entrar en contacto con distintas civilizaciones terrícolas, dejando a su paso mapas cartográficos encriptados que conducen a... ¿un planeta desértico donde desarrollan armas biológicas? ¿Eh? ¿Para qué?

Jero Piñeiro dijo...

Ya ves, David GB, que la polémica "Prometheus" tiene cuerda para rato. Y seguro que al finalizar el año se reabrirá cuando unos cuantos la califiquen como una de sus pelis favoritas de 2012 y otros muchos la metamos en el saco de las grandes decepciones. Sobre tus matizaciones:

1) "Blade Runner" fue un fracaso de crítica y público en el momento de su estreno y ahora es un clásico prácticamente indiscutible. Yo no creo que mi percepción sobre "Prometheus" vaya a (o incluso pueda) cambiar con el paso del tiempo, pero siempre es más elegante dejar una puerta abierta al cambio de opiniones. Con todo, en Betfair las apuestas a que "Prometheus" será un clásico están 10.000/1 a que no ;)

2) No he jugado a "Mass Effect", así que no tenía ni idea del dato. Aún así, la idea de especies alienígenas creando otras o de extraterrestres haciendo borrón y cuenta nueva no es en absoluto una novedad: si mal no recuerdo, en la saga "Starcraft" (sólo jugué al 1 y a su expansión "Brood wars") había unos tal Xel'Naga que estaban detrás del origen de las distintas razas con las que uno podía jugar. Y estoy convencido de que más allá de Lovecraft muchos otros escritores del género fantástico han manejado conceptos parecidos. Yo mismo, que estoy a años luz de ser un tipo especialmente original, escribí hace unos años una sinopsis para un tebeo (que nunca empecé a dibujar) en la que una raza alienígena hacía experimentos con la raza humana para dirigir su evolución y conseguir una especie de arma biológica humanoide (buf, en mi cabeza molaba un montón, pero dicho así suena terrible...)

3) Yo también me planteé eso un día o dos después de ver la peli. Y más cosas que fueron surgiendo con el tiempo, o que leí en alguna otra reseña en internet. Se podría hacer una lista realmente exhaustiva de todas las cuestiones que la película no responde, o en las que se manifiesta una incoherencia evidente, pero sería un trabajo largo y aburridísimo. El artículo de Jot Down Magazine ya mete el dedo en unas cuantas llagas y yo por mi parte paso olímpicamente de darle más vueltas al asunto; no creo que "Prometheus" las merezca.

DavidGB dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo en que Prometheus no merece la pena tanta tinta (digital). Por cierto, no sabía que fueras ilustrador. Si te animas a colaborar en un pequeño proyecto para el que me hace falta un dibujante, dímelo por mail ;)