lunes, junio 01, 2009

Superman in excelsis

Ya he comentado en el Abismo alguna vez (y lo he documentado con fotos), que Superman es uno de los referentes ficticios más importantes de mi vida, tal vez el más importante. Cuando vi la película “Superman” de Richard Donner, a los dos años, mi vida cambió para siempre. Seguramente en algún universo paralelo existe un Jero que no conoció esa película hasta después de la mayoría de edad y cuya vida, por lo tanto, ha estado siempre falta de ilusión y esperanza. Es una suerte enorme saber que, como decía Mari Trini, ése no soy yo.

Al igual que Bill, aquel proxeneta/asesino que David Carradine inmortalizó en el díptico “Kill Bill” de Quentin Tarantino, yo también creo que el concepto de Superman es simple y llanamente irreprochable: un Moisés kriptoniano enviado a la Tierra por sus padres, una pareja de científicos que conocían el fatal destino de su planeta moribundo; un niño que descubre que, gracias a su herencia alienígena combinada con la radiación de nuestro sol amarillo, puede realizar portentos con los que los hombres sueñan desde los tiempos de la más antigua de las mitologías; un hombre, además, que lejos de emborracharse de poder decide emplear sus dones para hacer del mundo un lugar mejor. Superman es el tipo al que quiero como mejor amigo, como padre, como presidente de mi país. Es, desde luego, la persona a la que me gustaría parecerme.


Ok, vale, Superman no existe. Es una ficción pueril inventada para entretener a los niños americanos de la década de los 30 y para arengar a las tropas aliadas durante los años posteriores. También es un potente recurso económico para la editorial DC Comics, un producto mercantilizado y en (demasiadas) ocasiones prostituido, vejado y humillado por toda suerte de analfabetos artísticos y junta-palabras de la más baja ralea.

Muy pocas veces las narraciones protagonizadas por Superman han estado a la altura de su leyenda. Después de un cuarto de siglo como lector de comics puedo contar con los dedos de las manos (y aún me sobran algunos) los títulos protagonizados por la gran S que han conseguido cumplir plenamente mis expectativas. Pese a todo el cariño que profeso hacia el personaje, ninguna obra había conseguido hacer efectivo todo el potencial que yo, desde mi más tierna infancia, he sabido que tenía.


Esa sensación cambió hace tres años cuando, pasando unos días en París, me encontré en una tienda de comics de importación el primer número de “All-Star Superman”, una maxiserie de 12 números escrita por Grant Morrison y dibujada por Frank Quitely (uno de los equipos creativos más espectaculares del mainstream USA, responsable de tebeos tan recomendables como “We3”, “JLA: Tierra 2” o algunos números de “New X-Men”). Aquel primer número me pareció tan jodidamente maravilloso que decidí, por primera vez, seguir una serie en inglés al ritmo de publicación estadounidense. Pese a la fama de dibujante lento de Quitely, nunca imaginé que fuesen a necesitarse 3 años para ver publicados todos los episodios de la colección. Por suerte, los lectores españoles no tendrán que aguantar los continuos retrasos en la salida de cada número porque la editorial Planeta, inteligentemente, decidió esperar a tener todo el material y así lanzarlo al mercado bajo la forma de un lujoso (y barato, en mi opinión) tomo recopilatorio integral como parte de sus novedades para el Salón del Cómic que se celebró el pasado fin de semana en Barcelona. Huelga decir que, pese a haberlo leído ya en inglés, “All-Star Superman” era la novedad salonera más imprescindible (y desgraciadamente para mi bolsillo hay unas cuantas) para el abajo firmante.


A la hora de afrontar las muchas virtudes del tebeo es preferible separarlas en dos bloques: unas puramente objetivas y otras, menos importantes para algunos pero fundamentales para mí, totalmente subjetivas.

Entre las primeras encontramos una trama sólida y bien estructurada, dividida en doce capítulos más o menos autoconclusivos, articulados de forma semejante a las historias de “Sleeper” (Ed Brubaker y Sean Phillips) o “Planetary” (Warren Ellis y John Cassaday). Así, cada uno de los números que componen la serie tiene su presentación, nudo y desenlace, y aborda un aspecto de Superman y su universo. Al mismo tiempo, el conjunto constituye una única línea argumental que tiene a su vez principio y final. Personalmente creo que este tratamiento revaloriza el formato de 24 páginas (en unos tiempos en los que, decompressive storytelling mediante, el comic-book de grapa ha perdido gran parte de su capacidad de satisfacción inmediata en virtud del trade paperback) y siempre he pensado que debería ser el modelo empleado por los guionistas y editores, premiando al lector que sigue una colección mes a mes en lugar de esperar a comprarse el recopilatorio de turno (pudiendo luego hacerlo, como un servidor, por cuestiones de calidad en la edición o simple completismo).

Siguiendo con los aspectos literarios, no es descabellado afirmar que “All-Star Superman” supone uno de los guiones más redondos de entre todos los firmados por Grant Morrison (lo cual no es moco de pavo, teniendo en cuenta que el escocés ha escrito títulos tan recomendables como “Los invisibles”, “El asco” o sus etapas al frente de las series “Doom Patrol” y “Animal man”). El habitualmente excesivo guionista se muestra aquí contenido y certero, pero no por ello falto de esas locas ideas que suelen salpicar sus obras: bombas suicidas con aspecto humano codificadas genéticamente, megantropoides anaerobios diseñados para viajar por el espacio profundo a temperaturas bajo cero, subterranosaurios descendientes de lagartos prehistóricos que se refugiaron en el centro de la Tierra para librarse de la extinción o formas de vida de tungsteno gaseoso que se comunican con lenguaje óptico son algunas de las muchas rarezas que pueblan el universo de “All-Star Superman” (y estos conceptos son más bien de propina; los realmente contundentes es mejor que los descubra cada uno en el propio tebeo). Además, Morrison concede sabiamente a cada personaje su momento de relevancia (el capítulo dedicado a Jimmy Olsen es sencillamente delicioso) y consigue, por encima de todo, que su Superman resulte al mismo tiempo épico y cercano, conviviendo perfectamente sus facetas opuestas de Clark Kent y Kal-El, algo que pocos guionistas han logrado en los 70 años de andadura editorial del personaje.


Respecto al dibujo, sólo consigo encontrar un adjetivo que pueda describir mi impresión sobre el trabajo de Frank Quitely: perfecto. Teniendo en cuenta que Quitely es uno de mis dibujantes favoritos (también dejé constancia de ello aquí), quizás mi opinión parezca de todo menos objetiva. De acuerdo, no lo es. Ni me importa. Habrá quien diga que Quitely no sabe dibujar mujeres (lo cual no es cierto, su Lois Lane es encantadora), o que la anatomía de sus personajes no es biológicamente exacta, pero yo personalmente no conozco a ningún dibujante de tebeos que sepa aunar estilo, composición de página y fuerza narrativa como él (y ya sólo por la escena del Parásito en el número 5 se merece una ovación y un pisito en Torrevieja). Teniendo en cuenta que para completar este tebeo ha tenido todo el tiempo que ha necesitado y que absolutamente todas las páginas de la serie llevan su firma (cosa que no había sucedido en el “The Authority” de Mark Millar o en los “New X-Men” de Morrison), tampoco nadie debería sorprenderse si afirmo que éste es su mejor trabajo hasta la fecha.


Objetivamente, en fin, “All-Star Superman” es un pedazo de tebeo.

Pero, ¿qué lo convierte además en la mejor historia de Superman jamás contada? Entran aquí por fin esas nociones subjetivas que antes comentaba. Y es que si para cualquier amante del comic esta serie es más que recomendable, para los aficionados al género super-heroico y sobre todo al último hijo de Kripton se trata de una lectura imprescindible. “All-Star Superman” consigue aunar en sus doce números toda la mitología del personaje: desde su archi-conocida génesis hasta el enfrentamiento con Doomsday pasando por la ciudad embotellada de Kandor, Bizarro, la kriptonita de colores, la zona fantasma, la quinta dimensión, los años de Superboy en Smallville junto a Lana y Pete Ross, los viajes en el tiempo, Krypto el super-perro, la amistad con Batman y la pertenencia a la Liga de la Justicia, la casa de El, Solaris el tirano solar (visto por primera vez en otro comic de Morrison, “JLA: un millón”) e incluso la fiebre de las esporas escarlatas kriptonianas (que había presentado Alan Moore en el “DC Comics Presents” #85, co-protagonizado por la Cosa del Pantano), sin olvidarnos por supuesto de su longeva enemistad con Lex Luthor, todo ello desligado de las ataduras de la continuidad y presentado en sólo unos cientos de páginas de la forma más pura y sin adulterar que uno pueda imaginarse. “All-Star Superman” representa la esencia concentrada de 70 años de leyenda y supone además una celebración de todos los elementos del género super-heroico tal y como fue concebido tiempo atrás (décadas antes de que el citado Moore y Frank Miller lo deconstruyesen, oscurecieran y ridiculizasen en “Watchmen” y “El regreso del caballero oscuro”, respectivamente). Es un comic alegre y divertido, apto para todos los públicos (sin apenas violencia y totalmente exento de sexo y palabras malsonantes), cargado de buenos sentimientos y una honda humanidad (más allá de su super-humanidad) pero rematado además con tanta inteligencia y elegancia que no importa que uno tenga 15 años ó 75 porque la magia, el sentido de la maravilla, conseguirán deslumbrarlo igualmente.


De la edición española hay que destacar positivamente la presentación en tapas duras y el ingente número de páginas (más de 300) a un precio increíble (tan sólo 20 €), con papel de buena calidad y un tamaño ligeramente superior al habitual en los comic-books (pero muy manejable en comparación con las monstruosas ediciones Absolute). En el lado negativo de la balanza encontramos un par de errores de traducción (de escasa importancia, pero haberlos haylos) y la lamentable ausencia de una de las portadas originales (la del número 6, en cuyo lugar aparece repetida la del capítulo 2). Son errores molestos pero al fin y al cabo intrascendentes, por lo que (aún siendo mejorable) la edición de Planeta pasa el corte satisfactoriamente.


Después de unos meses desencantado con el panorama super-heroico actual (entre Crisis DCeras e Invasiones marvelitas el género no parece levantar cabeza), “All-Star Superman” se ha convertido en la mejor historia de corte fantástico (e incluyo en el saco al cine y la literatura) que he podido disfrutar en mucho, mucho tiempo, y parte con enorme ventaja de cara a encabezar mi lista de tebeos favoritos del año en curso.

No podía ser de otro modo, tratándose del comic de Superman que servidor llevaba toda una vida esperando.

9 comentarios:

marguis dijo...

Espero que esto no te resulte un Chock, pero Superman nunca ha sido santo de mi devoción, siempre me gustó mas Batman y aún así, mi fiebre Marvel les superó a los dos, ya sabes, Spiderman, Patrullas varias, Los 4 Fantásticos siempre ganaron por goleada al universo DC.
Aún así se colaron bastantes cosas, como Muerte y vida de Superman, El regreso del caballero de la noche (Miller es Miller) como Crisis en tierra infinitas, algunos números suletos de La Liga... y poco mas.
Hace unos años leí "Identidad Secreta" si es que se puede encuadrar dentro del círculo de Superman y salí muy satisfecha del trance pero no volví al universo DC... y después de leer tu reseña, me han entrado unas ganas locas de adquirir el tomo. Si esas eran tus intenciones ¡lo has conseguido! Aunque yo miraré si en inglés lo han sacado... :P

Cristian dijo...

Sé que no te vas a creer que yo esté comentando una entrada etiquetada en "comics" después de no haber dado señales de "vida" (ni siquiera a través del humo negro) en los comentarios sobre tu última referencia a "Nuestro Común Amigo"...
Pero Jero (amigo y sempai) tus disertaciones sobre la finale (en particular) y toda la 5ª temporada (en general), a pesar de duras (una dureza que raya lo sacrílego) eran ciertas (y eso escuece...)
Así que el que calla otorga meu...
PD: "¿Sabes las ganas que tengo de matarte?"

Jero Piñeiro dijo...

Marguis: ser marvelita o DCero es un poco como ser del Madrid o del Barça, no puede objetivarse. Todos pasamos por un momento determinado en que algunas historias y personajes nos marcan a fuego y a partir de ahí les guardamos cariño para toda la vida (más o menos). Yo siempre he sido de Superman y Batman (creo que ambos, como conceptos, son los super-héroes ideales... y además los conozco desde mi más tierna infancia), pero hoy por hoy estoy más enterado de lo que pasa en Marvel (tanta Crisis cósmica en DC ha acabado por desorientarme... y además el hiato editorial que va desde los últimos tiempos de Ediciones Zinco hasta la compra de derechos por parte de Planeta me desconectó totalmente de la continuidad). De todos modos ambas editoriales tienen un nivel general de calidad bastante bajo y ambas tienen al mismo tiempo obras maestras protagonizadas por sus personajes. "Superman: identidad secreta" es uno de esos títulos satisfactorios que decía en la entrada que puedo contar con los dedos de las manos. A mí también me causó una grata impresión aunque, si debo elegir, me quedo ("All-Star" aparte) con las historias de Alan Moore (sobre todo "Para el hombre que lo tiene todo") y con "Hijo rojo" de Mark Millar, Dave Johnson y Killian Plunkett.

Por supuesto, te recomiendo encarecidamente que te hagas con el "All-Star Superman", ya sea en inglés o en su edición española (juraría que ésta es más barata, cosa inusual...)

Cristian: pues sí me extrañaba, jejeje, sobre todo habiendo una entrada dedicada a "Lost" en la que contaba con tu intervención (por mínima que fuese). Intento ser lo más justo posible al expresar mis opiniones, y creo que si he "arremetido" contra la 5a temporada de "Lost" es porque lo merece. Cuando me puede la pasión, como en esta entrada, intento dejarlo claro también, jejeje... Aún así, sigo pensando que, en su conjunto, "Lost" sigue siendo increíble. En fin, confiemos en que la 6a sea la hostia. Los losties fieles nos lo merecemos después de tanto tiempo de culto a Jacob, ¿no? Unha aperta, sempai!

Francisco J. Ortiz dijo...

Yo siempre he sido de Marvel. Y dentro de DC, más de Batman que de Superman. Pero por encima de todo soy de autores, y SOY de Grant Morrison. Vamos, que soy suyo, que le pertenezco. Así que este ALL STAR SUPERMAN caerá sí o sí.

Vamos, que sí. :-)

Jero Piñeiro dijo...

Fran: por supuesto, por mucho que una historia este protagonizada por Superman, Batman o la virgen santísima si el equipo creativo no me gusta paso olímpicamente (léase: prácticamente todo lo escrito por Jeph Loeb o Scott Lobdell), del mismo modo que si Mark Millar y Bryan Hitch aterrizan en "Fantastic Four" o si Warren Ellis se pone a escribir "Thunderbolts", me siento obligado a echarles un vistazo.

Grant no siempre acierta, pero al menos es de los que siempre tira a gol por entre los tres palos. Y cuando acierta, ACIERTA. Lo que me extraña es que me haya olvidado de incluir en la entrada, entre sus méritos recientes, un proyecto tan acojonante como "Los siete soldados de la victoria". Ojalá su "Crisis final" se parezca a ésta y no a todo lo pergeñado últimamente en DC Comics...

charlie furilo dijo...

Ay! Que ganas tengo de leerlo, coño.

Aunque no sea mi personaje favorito (siempre me han ido más los que tienen un "lado oscuro", digámoslo así, y Superman es como dices el hijo, yerno y nieto perfecto) tiene una pinta que te pedes Mercedes. Solo por esa maravilla de dibujos de Quitel ya valdría la pena y además Morrison (pese a sus extravantes ideas e idas de olla puntuales) es toda una garantía de calidad.

A ver si tengo un rato y me paso a comprarlo (la semana pasada en la tienda de comics más importante de Zaragoza estaba agotado....)

Jero Piñeiro dijo...

Charlie: yo antes también prefería los héroes oscuros (Batman, Daredevil, Lobezno) pero últimamente me gusta también encontrar cierto positivismo y "sentido de la maravilla" en los super-héroes. Con todo, Superman siempre ha sido Superman, jejeje... Ya me contarás cuando lo leas. Yo estos días releo capítulos sueltos cuando tengo un ratillo y con cada relectura sigue creciendo y creciendo...

David dijo...

Estupenda reseña (y pregúntale a Nemo, por lo de estupenda y la facilidad con la que uso el epíteto si quieres reirte)...
Igual los releeo (yo lo tengo en dos tomitos en la edición de allí). Eso sí, no es el cómic de Superman que llevo toda la vida esperando. Ese, me temo que tendría que escribirlo yo. Pero es muy bueno, eso sí es verdad.
Un saludito.

Jero Piñeiro dijo...

Gracias, David. Yo tengo un par de ideas para historias de Superman que podrían funcionar muy bien, pero de ahí a que me den manga ancha en DC para llevarlas a cabo, jejeje...

Igual con este tebeo no soy todo lo objetivo que debiera: supongo que es lo que ocurre cuando un guionista de renombre (y en estado de gracia) trata con cariño y respeto a tu personaje de ficción favorito y, para más inri, el encargado de plasmarlo visualmente es uno de tus dibujantes preferidos. No puede fallar ;)

Un saludo.