domingo, marzo 09, 2008

Sangre en la pantalla

En materia de violencia cinematográfica últimamente estamos de un explícito que asusta y reconforta a partes iguales. Dos de las últimas películas que he visto en el cine son todo un recital de mutilaciones, estrangulamientos, rebanamientos de cuello y decapitaciones. Desgraciadamente, ninguna de las dos me ha convencido:


“30 días de oscuridad”, adaptación del tebeo de Steve Niles y Ben Templesmith por parte de David Slade (director que dio que hablar con su precedente “Hard candy”), se salda con una hora y tres cuartos de gore bastante profuso, una puesta en escena resultona y un montón de defectos heredados de su versión en viñetas, la cual desvirtuaba un planteamiento muy interesante (un pueblo de Alaska donde durante 30 días no sale el sol es atacado por una manada de vampiros) con un desarrollo y una conclusión torpes y previsibles. Típica película para alquilar en el video-club (o conseguir de la manera más o menos legítima que uno prefiera) y pasar el rato una tarde lluviosa de domingo. Pero nada más.

“Sweeney Todd” venía precedida de unas críticas fabulosas (que la calificaban incluso como la mejor película de Tim Burton desde “Ed Wood”), por lo que servidor tenía muchas ganas de descubrir si el gótico por excelencia había vuelto al redil de la genialidad o nuevamente nos iba a dejar con esa sensación de vacío que ya se percibía en “Big Fish” y “Charlie y la fábrica de chocolate” (“La novia cadáver” es otra cosa, mariposa, y “El planeta de los simios” prefiero no mentarlo, no sea que me produzca urticaria).



Hay que reconocer, ante todo, que el diseño de producción es brillante, los actores están todos espléndidos (siento debilidad por Alan Rickman) y está claro que la violencia y la atmósfera de terror convierten a esta peli en “otra cosa” dentro de su género. Vamos, que “Sweeney Todd” lo tenía todo, sobre el papel, para ser un peliculón. No obstante, existen dos grandes “peros” que desvirtúan enormemente el resultado final.

El primero es la ausencia del elemento más importante en un buen musical: buenas canciones. Sé que esto es muy susceptible de opinión, pero en lo que a mí respecta, si uno sale de ver una peli de estas características siendo incapaz de recordar una sola melodía y sin ganas de hacerse con la banda sonora, algo falla. Por eso no me ha emocionado como sí lo hicieron “Moulin Rouge”, la magistral “Hedwig and the angry inch” (jamás me cansaré de recomendarla) o, mirando de nuevo a la filmografía del propio Burton, “Pesadilla antes de Navidad”.

Por otro lado, el ritmo de la película es farragoso y, salvo algunos momentos bastante amenos (el duelo entre barberos, por ejemplo), el resto del metraje se salda con una ligera sensación de sopor y la certeza de que si algo falla dentro del conjunto es la labor del propio Burton, demasiado preocupado por lograr la atmósfera y los acabados formales deseados como para vertebrar un discurso cinematográfico coherente y bien estructurado.

Una ligera decepción, por tanto.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Tengo que darle la razón, al final he podido ir al cine y verla. En mi caso no me ha producido una decepción como la suya, pero sí, algo falla, no me ha producido esa falta de aire en los supuestos momentos álgidos del largometraje, é de decir que siento debilidad por el director y su protagonista fetiche, pero una vez más ha faltado algo, no se produce ese enamoramiento con los protagonistas (en mi caso) ni esa simpatía hacia las partes melódicas que se debe de producir en este estilo de películas, además de, a mi parecer, faltarle algo a la historia. Aun así, es una buena opción, a la vista de otras candidatas.

Anónimo dijo...

...pues yo estuve los dos días siguientes con "I feel youuuuu, Johannaaaaa....." en la cabeza....jajaja

...Big Fish...sensación de vacío...siento no estar de acuerdo con usted, pero para nada además...jiji...el protagonista siempre me recordó a mi abuelo (contando sus historias)

Tere

Jero Piñeiro dijo...

Quela: coincidimos, por lo que veo ;-)

Tere: yo al marinerito ese lo quitaba de la peli cagando millas. Y a Johanna igual hasta también. Sobre "Big Fish", me gustó cuando la vi, pero no deja de parecerme una peli "pensada para enternecer", se le nota mucho la sensiblería. Pero bueno, es una opinión. Además los abuelos son los abuelos, qué coño. Yo no puedo ver "El hijo de la novia" sin que asome la lagrimilla, qué le voy a hacer...

Anónimo dijo...

...ai es q el hijo de la novia....es maravillosa....amo a ricardo darín!!!!!! jajajaj

Anónimo dijo...

Si hay 2 personajes que no soporto, son Johana y el marinero. Voces (demasiado) agudas, papeles flojos... puaj.
Pero los 3 personajes principales salvan la peli. Ese pedazo duo de Rickman / Deep con pretty women !!!

Pues eso que la peli me dejó "mitigée"

A ver que nos prepara en su próxima peli.

PS: ya has visto Darjeeling limited ?

Jero Piñeiro dijo...

Anónima: Darín es adorable. Incluso en "9 reinas" que es medio malote, es imposible cogerle manía...

Emma: toda la razón, si no fuera por el trío protagonista y el diseño de producción, la peli se quedaba en nada. Y sí vi "The Darjeeling Ltd.", y colgué mi reseña hace unas semanas:

http://elabismotedevuelvelamirada.blogspot.com/2008/02/horizontalidad.html