lunes, julio 15, 2013

Into boredom

Aún a riesgo de que se me acuse de “hater”, debo decir que lo que J.J. Abrams ha hecho con la franquicia “Star Trek” me parece un rollo patatero. Tal consideración no se debe a mi predilección absoluta por el universo “Star Wars” antes que por la saga ideada por Gene Roddenberry, puesto que, fútbol aparte, yo siempre he sido de los que no ven problema alguno en disfrutar tanto de Marvel como de DC, de los Beatles y los Stones o de las rubias y las morenas. Siempre que estén bien hechas, no hay asomo de prejuicio en mi opinión sobre las aventuras de Kirk, Spock y el resto de tripulantes de la USS Enterprise, y menos cuando se trate del trabajo del creador de “Lost” y director de una de mis películas favoritas de los últimos años, “Super 8”.

Póster molón. De cuando el hype estaba por las nubes.

Al igual que su inmediata antecesora, “Star Trek: Into darkness” (“En la oscuridad” en España) posee un estupendo arranque que, guiño a “En busca del Arca Perdida” mediante, le pone a uno en situación. Abrams y sus guionistas de confianza Roberto Orci, Alex Kurtzman y Damon (no, please no!) Lindelof se las arreglan para, en apenas diez minutos, reintroducirnos en el universo trek, presentarnos al elenco principal y establecer el tono de la historia: aventuras para todos los públicos con algo de bicherío intergaláctico, unas pinceladas de humor blanco y la búsqueda constante del sentido de la maravilla. Tras el intenso prólogo viene la prometedora presentación del villano de la función, un tal John Harrison (jugando al despiste nolaniano) encarnado por el espléndido actor británico Benedict Cumberbatch (protagonista de “Sherlock”, secundario en “El topo” y voz del dragón Smaug en la próxima entrega de “El Hobbit”)… y ahí se acaba lo bueno. Más o menos.


Ni la fantástica (como es costumbre) banda sonora de Michael Giacchino ni la lustrosa puesta en escena logran que “Into darkness” resulte algo más que un blockbuster funcional que encadena situación al límite tras situación al límite para ocultar el hecho de que tiene muy poquito que contar. Y lo poquito que tiene que contar (el origen de Harrison y sus motivaciones, por ejemplo) está muy mal desarrollado: ¿tanto costaba sustituir el monólogo de Cumberbatch por un flashback explicativo?

El protagónico Sr. Spock (Zachary Quinto) y la desaprovechada teniente Uhura (Zoe Saldana).

No me cabe duda de las buenas intenciones del film, salpicado por constantes guiños a la retrocontinuidad de la saga, pero uno se aburre de ver a este reparto escasamente carismático (se salva Zachary Quinto, aunque yo le cortaba el flequillo) correteando por el puente de mando y discutiendo constantemente sobre quién debe sacrificarse por el bien mayor en la siguiente escena. Todo es tibio y predecible: los apuntes cómicos me dejan indiferente, las situaciones de supuesta amenaza apenas motivan un leve arqueo de ceja y el capitán Kirk paleto encarnado por Chris Pine me cae rematadamente mal (no me lo creo ni como estratega ni como humanista ni, si me apuras, como seductor).

El capitán James T. Kirk (Chris Pine) y una rubia maciza aleatoria que pasaba por allí (dice IMDb que la actriz se llama Alice Eve).

Tan sólo el clímax emocional del film, ultimatización desvergonzada (para regocijo del trekkie histórico) del de “Star Trek II: la ira de Khan” ofrece cierto atisbo de profundidad dramática. Pero no es suficiente para salvar un proyecto de 190 millones de dólares que sabe más a episodio televisivo sin trascendencia que a gran super-producción veraniega. Que la crítica cibernáutica le ponga ojitos y la califique como uno de los mejores films palomiteros del 2013 (¡ja!) es otro de esos misterios irresolubles que rodean al infinito mundillo virtual. ¡Ah, internet, la última frontera…!

4 comentarios:

Cinemagnific dijo...

A mi la primera parte me gustó mucho, y me gustó sobre todo que introdujeran un universo nuevo pero sin negar el anterior y perfectamente relacionado. Ésta me falta, así que no he leído la crítica, ya contaré cuando la vea :)

static dijo...

A diferencia de creadores infinitamente superiores, como Lucas o Spielberg, que llenaban sus películas de guiños y referencias al pulp, los seriales de los sábados por la tarde, la serie Twilight Zone, y tantas otras, Abrams no sabe qué hacer con la empanada mental que tiene en la cabeza. Y claro, le sale un remake de 'La Ira de Khan' que por momentos roza la parodia involuntaria estilo 'Aterriza como puedas', (y sí, me refiero a ESA escena, justo antes del final). Es pensar en lo que va a hacer JJ Abrams con la nueva saga de Star Wars y me echo a temblar...

David GB dijo...

¿Soy el único que al ver a Spock gritando ¡KHAAAAAAN! se acordó de esto?:
http://www.youtube.com/watch?v=GloKM8HPy-I&feature=youtube_gdata_player

Jero Piñeiro dijo...

Cinemagnific: a mí la primera me dejó un poco frío, pero ésta me ha gustado incluso menos. Igual es que Abrams y yo tenemos visiones distintas sobre lo que este tipo de films debe ser. Cuando la veas pásate por aquí e intercambiamos impresiones. Un saludo.

Static: a mí Abrams me gustó mucho, muchísimo, en "Super 8". Tanto que a veces me pregunto cuánto en esa cinta es mérito del creador de "Perdidos" y cuánto de Steven Spielberg. De todos modos, creo que el problema de "En la oscuridad" no tiene tanto que ver con el director (ni siquiera con los actores) como con el hecho de que el guión deja bastante que desear...

David GB: de hecho, creo que somos más los que recordamos esa escena de "La ira de Khan" por el guiño de "The Big Bang Theory" que por la propia escena original ;)