lunes, noviembre 05, 2012

Shaken, not stirred

Icono cultural por repetición más que por calidad real, la figura de James Bond funciona a la manera de esos super-héroes del comic a los que ya les han pasado tantas cosas tantas veces que necesitan reinventarse regularmente para seguir siendo ellos mismos (y que viva el lampedusianismo). Con “Skyfall”, 23º film de la franquicia, el célebre personaje creado para la literatura por Ian Fleming celebra sus Bodas de Oro en la gran pantalla, y lo hace cumpliendo con la tradición y llevando algo nuevo, algo viejo, algo azul y algo prestado.


Regresa como protagonista el rubio Daniel Craig, la encarnación más tronista del agente 007 que se recuerde: un tipo al que uno se imagina sin dificultad dejando inconsciente al espigado Roger Moore de un cabezazo, pero al que cuesta creer como un seductor nato capaz de cautivar a cualquier mujer (por soviética o agente doble que sea) con sólo una mirada sensual y un martini con vodka en la mano. Craig es un Bond poligonero que se machaca en el gimnasio y desprecia a Turner (William, no Tina) pero que presume, al mismo tiempo, de ser el más humano y falible de la franquicia. Es el Bond que sangra y llora. El Bond que amó (en la estupenda “Casino Royale”), perdonó (en la olvidable “Quantum of Solace”) y que aquí empieza la película palmándola antes de los créditos, al más puro estilo “Sólo se vive dos veces”.


Sin embargo, cuando el pasado de su jefa M (Judi Dench, herencia fundamental de la Era Brosnan) regrese para castigarla por sus pecados, 007 volverá al servicio activo como salido de una popular rumba. Para ayudarlo a defender al MI6 y todo lo que el servicio secreto británico representa, Bond contará con el apoyo de la agente de campo Eve (Naomie Harris), la asistencia tecnológica del nuevo Q (Ben Wishaw) y la presión añadida de un nuevo supervisor, el burócrata Gareth Mallory (Ralph “Voldemort” Fiennes).


Si hay algo que define a este nuevo Bond más allá de los rostros ya conocidos o por conocer, es la identidad del responsable final del proyecto. Frente al cutrerío narrativo de “Quantum of Solace”, en la que el montaje epiléptico pretendía esconder las carencias como realizador de Marc Forster (que obviamente se sentía como un pulpo melodramático en el garaje del género de acción), “Skyfall” tiene tras las cámaras a un director del calibre de Sam Mendes, savia nueva capaz de lograr una radiografía de personajes y una poética de la violencia que eleva considerablemente el listón respecto a los habituales artesanos con que la saga había contado en las últimas décadas (con la posible excepción del mercenario Martin Campbell). Y si bien “Skyfall” no será recordada como la mejor película de Mendes, la cinta contiene momentos puntuales de auténtico genio. Sobre todo en su tercio central, en el que la trama alza el vuelo y ofrece un auténtico recital de adorables clichés bondianos (exóticas femmes fatales, mesas de juego y fauna depredadora inclusive). Son los minutos dorados de la cinta: posiblemente la mejor hora de 007 puro y destilado que hayamos visto en pantalla desde la Era Connery... y la pelea recortada contra los neones azules de Hong Kong entra desde ya en mi particular recopilación de greatest hits de la saga.


La guinda la pone la aparición de un villano carismático, ambiguo e inquietante, magistralmente interpretado por Pilar Javier Bardem. El camaleónico actor español, azote de la derecha tuitera, hace suyos todos y cada uno de los planos en que asoma su irreconocible permanente de color platino al tiempo que propone una némesis de ecos nolanianos alejada de las motivaciones habituales en los enemigos del espía británico. La pena es que la presencia de este sádico Silva se diluya progresivamente tras la intensa persecución londinense, justo antes de que un Aston Martin DB5 parta la cinta en dos y redirija la franquicia hacia derroteros inéditos e insospechados.


Para cuando uno descubre a qué viene el “Skyfall” del título y por qué los créditos del principio (aderezados con la dulce voz de Adele) eran como eran, la película se ha convertido en un drama de personajes más próximo al cine de Sam Peckinpah (la referencia es obvia) que a las claves habituales del blockbuster de espías supervitaminado. Una arriesgadísima maniobra, tal vez fallida, de la que Mendes se resarce entregando un final hábilmente nostálgico, cargado de complicidad con el fan histórico de la saga.


Más allá de su efectividad como thriller de acción al uso, “Skyfall” funciona maravillosamente como homenaje y compendio de medio siglo de mitología cinematográfica. Una suerte de Ultimate Bond (volviendo al terreno de los super-héroes) que entronca directamente con su referente original (el Universo 616, por seguir con el símil marvelita) y lo completa de un modo inesperado, generando una hermosa paradoja de gallinas y huevos. Y así, el proceso de precuelización iniciado en “Casino Royale” llega a sus últimas consecuencias con el cierre de “Skyfall”, giro imposible en la cinta de Möbius que suponen los 50 años de aventuras del espía más famoso de la historia del cine.

Felicidades, James. Y que cumplas muchos más.

8 comentarios:

Cinemagnific dijo...

Más que precuelización, este Bond es un reinicio de los otros (es horrible, pero los otros 22 Bonds eran "la misma saga", el mismo personaje... algo absurdo y delirante y ya atemporal). A mi me ha encantado "Skyfall" y junto a "Casino Royale" (la segunda es la que menos me gusta pero no creo que sea una peli mala) me parecen las mejores películas de 007 en décadas (aparte de que Craig me parece el mejor de todos los Bonds, aunque algunos puristas me quieran tal vez matar XD).

David GB dijo...

Mira que he visto pelis de James B., peri ninguna buena. Aún asì, como nunca le había dado una oportunidad a Craig, este finde alquilé (ejem) Casino Royal, a ver si me animaba a ver Skyfall que, por reparto y director, iría a ver de cabeza si no llevara JB en el título.

Lamento decir que Casino Royal me ha parecido otro despropósito de guión, como si alguien hibiera imaginado un montón de escenas bondianas y luego se hubiera inventado una excusa para conectarlas de algún modo. Todo ello protagonizado por un tipo impasible, soso y plano como una encimera de granito. Qué queréis que os diga, para repartir estopa gratuita prefiero un millón de veces a McClane. Por lo menos tiene arte y despide a los malosos con un yipi-ya-hey, motherfucker.

PD. Qué hubiera sido de Casino Royal si hubieran dejado rodarla a Tarantino?

PD2: Divertidísima reseña, no sé si coincido con tu opinión, ya que no he visto la peli, pero me he divertido más leyéndola que viendo Casino Royal.

Jero Piñeiro dijo...

Cinemagnific: mi favorita es "Casino Royale", pero reconozco que le tengo mucho cariño a títulos como "Goldfinger" u "Operación Trueno" por lo que supusieron en mi infancia. "Quantum of Solace" podría haber sido un gran film si hubiese tenido a un narrador competente tras las cámaras, pero esas escenas de acción en las que uno no sabe quién está haciendo qué deberían estar prohibidas por el sindicato de directores. Craig no me disgusta como actor, pero no encaja con mi visión de lo que debe transmitir James Bond en pantalla. Desde luego le falta charme para competir con Connery o Brosnan en el terreno de la seducción. Como asesino frío y sin remordimientos sí me lo creo completamente.

David GB: como ya he dicho, a mí "Casino Royale" me parece estupenda como reboot de la franquicia. Tiene la mejor chica Bond de la franquicia, la Vesper Lynd de Eva Green (mejor personaje, mejor actriz y -oh, sí- mejor físico), un villano interesante, una sensación de trascendencia superior a la media bondiana y un par de momentos cómicos realmente divertidos (aún me río cuando pienso en lo de "el ticket del parking"). Pero claro, para gustos los colores. ¿Tarantino dirigiendo una de 007? Me encantaría verlo; aunque lo haría sabiendo que sería "una de Tarantino" y "no una de Bond". Si al final no te animas a ver "Skyfall" en pantalla grande, siempre te quedará la opción de "alquilarla" dentro de unos meses, ¿no? Jajaja. ¡Gracias por el elogio!

Misty dijo...

El Bond más seductor de la historia.
Me ha gustado, me ha hecho disfrutar y de eso se trata, de disfrutar viendo cine.

Misty dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jero Piñeiro dijo...

Misty: al final, está claro, lo importante es lo bien que se lo pase uno viendo una película. Pero a mí Daniel Craig no me encaja en el perfil de seductor...

Anónimo dijo...

Hemos salido del cine satisfechos... por muchas intenciones de reinventar al personaje en esta trilogía ( Casino Royal, Quantum y Skyfall)esta última es la que mejor lo consigue con diferencia. El cocktail de elementos de acción y de muestra emocional de los personajes es como un martini mezclado pero no agitado, la dirección y algunos planos muy buenos, y el final me encantó, con ese Aston Martin de Goldfingher, dándole unas raíces pero explicando lo esencial sin adornos innecesarios,(como en otros momentos de la peli, por cierto, porque el guion tiene sus taras..) Por encima de nuestras expectativas!!! Lync

Jero Piñeiro dijo...

Ya sospechaba que te gustaría, Lync. Más teniendo en cuenta lo frescas que tienes en la memoria las primeras entregas de la Era Connery. A mí tampoco me parece que el guión de "Skyfall" sea redondo, y creo que la película tiene altibajos, pero en conjunto me ha parecido un buen film de evasión (que, al fin y al cabo, es lo que hay que pedirle a Bond). De todos modos para mí "Casino Royale" sigue estando un poco por encima (échale la culpa a Eva Green/Vesper Lynd, jejeje).