Todo cambio es para mejor en el nuevo disco. Aumenta la densidad sonora, se acelera el sonido tradicionalmente modoso de la banda, las melodías se desmelenan en delirios psicodélicos que recuerdan al arrojo de los Super Furry Animals de “Rings around the world” y los juegos vocales alcanzan cotas de belleza mayúscula en los primeros compases de “Bajo un cielo azul (de papel celofán)”, un ambicioso corte de siete minutos y medio llamado a convertirse en un clásico instantáneo.
El otro gran acierto de este nuevo trabajo es su condición de disco unitario. Al contrario que en “El incendio”, que era una colección de canciones independientes con mayor o menor pegada, “El fluido García” es un álbum sin fisuras, que se disfruta sin altibajos ni límite de escuchas desde los primeros compases de “El bosque” hasta la breve coda final con que concluye “No mires atrás”. Por el camino quedan otros ocho cortes indispensables (además de la ya citada “Bajo un cielo azul...”) entre los que resulta imposible sugerir descartes. Yo, que soy muy dado a establecer favoritismos incluso entre niveles muy parejos de excelencia, confieso que me subo por las paredes cada vez que suena “A mil años luz”, rareza espacial del LP por donde pasan el Mayor Tom y Hal 9000, confesando alegremente la inspiración lírica para semejante melocotonazo.
“El fluido García” es el mejor trabajo de “Sidonie” hasta la fecha (en mi nada modesta pero siempre discutible opinión), así como un claro candidato a presidir el podio de mis álbumes favoritos de 2011. Un discarral, vamos.
4 comentarios:
Discazo y punto
Tú lo has dicho, cousin.
Como sueles decir, un pepinazo de disco!!!
Pepinazo, sin duda ;)
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