jueves, febrero 03, 2011

Un tal Juan

La verdad es que no tengo ni idea de jazz.

Conozco de oídas algunos de esos nombres que tanto se repiten entre los melómanos de altos vuelos y que parecen ser el súmmum del buen gusto musical (Chick Corea, Coleman Hawkins, Duke Ellington, Dizzy Gillespie, Thelonius Monk…) y apenas habré escuchado un par de discos de Miles Davis y Weather Report y alguno más de Nina Simone (a la que tengo en altísima estima). A Charlie Parker lo sitúo por la película “Bird” de Clint Eastwood y el relato “El perseguidor” de Julio Cortázar pero os juro que, si tuviera que ponerle rostro, mi mente no dudaría en sacar a colación a un joven Forest Whitaker y se quedaría tan ancha. La cuestión es que hasta hace muy poco, tal y como antes me pasaba con el flamenco, el jazz era un género por el que no sentía ningún tipo de curiosidad. ¡Ay, ojalá fuera tan rico como ignorante!


“Esto no puede ser”, me dije un día, hará cosa de un año. “Tienes que escuchar algo de jazz. Un poquito aunque sea, hombre, porque no puede ser que hagas oídos sordos a algo con tan buena prensa, que gusta tanto a tipos y tipas más puestos en la materia que tú. ¿Qué diría Horacio Oliveira si te viese ahí, tumbado en cama, volviendo a escuchar ooootra vez tus viejos álbumes de Metallica como si no existiese nada más en el mundo? ¿Y si estuvieras pasando por alto, sin saberlo, a unos Beatles, unos Floyd, unos Zeppelin, unos Queen? ¡Imperdonable! ¡Ponte a ello, muchacho!”

Y a ello me puse.

“¿Por dónde empiezo?”, me dije. Lo bueno de internet es que puedes teclear en Google algo tan tonto como “mejores discos jazz” y seguro que te salen unas cuantas respuestas interesantes. Pateando un poco la red de redes acabé recopilando una docena de títulos que invariablemente se repetían en las bitácoras de los (supuestos) entendidos del género y decidí que empezaría por el que me diera mejores vibraciones. Si os soy sincero, lo que me llevó a decantarme por “A love supreme” de John Coltrane no fueron las muchas reseñas cantando sus alabanzas o las interminables loas por parte de músicos de “reconocido prestigio” (recuerdo citas muy entusiastas a cargo de Moby y de Bono –el de U2, no el de Castilla-La Mancha–); sino la portada del disco. Así de básico y primitivo soy, qué le vamos a hacer. Había algo en el gesto del saxofonista, una seguridad en sí mismo, una mueca de “soy el mejor en lo que hago” impresa sobre las facciones de un Denzel Washington bohemio y proletario, que me convenció de que aquella podía ser una casilla de salida tan buena como cualquier otra.


Debo decir, llegados a este punto, que aún no me he decidido a escuchar el segundo disco de esa docena que recogí en mis pesquisas por internet. Y no porque “A love supreme” me haya decepcionado, precisamente. La verdad es que desde que lo puse a sonar por primera vez no he sentido la necesidad de indagar más en el jazz. Sé que algún día querré continuar con esa búsqueda musical hacia nuevos sonidos previamente inimaginados, pero “A love supreme” es un disco tan inabarcable, tan milagrosamente autorrenovable, que me parece pronto para dejarlo reposar. Cada vez que lo escucho (y ya van unos cuantos meses sin darle más de un par de días de descanso entre reproducción y reproducción) siento que la música se reconfigura en algo nuevo, parecido a la escucha anterior pero con más niveles, más capas, más detalles, como si después de todo este tiempo servidor hubiese desarrollado nuevos sentidos (sub-sentidos, en todo caso) que le permitiesen profundizar en una arquitectura sonora para cuya comprensión última se precisa toda una vida de dedicación y aprendizaje. Después de más de dos décadas acostumbrando mi oído a los principios básicos del pop-rock, apenas unos cuantos álbumes del ramo me han proporcionado esa sensación de “esto es más grande que la vida” que me embarga cada vez que suena “A love supreme”. A la altura del “Wish you were here” de Pink Floyd o de “La leyenda del tiempo” de Camarón (el que fuera mi afortunado primer paso en los senderos del flamenco), la obra maestra de Coltrane es uno de esos milagros musicales que hay que experimentar (escuchar se me queda corto) todas las veces que se pueda antes de morir.

La perfección existe y es un tal Juan tocando el saxo.

7 comentarios:

Kiko Nuñez dijo...

Carai chico, como te explicas, así da gusto, me has emocionado y me parece tan grande que siempre quieras aprender algo nuevo, sin tener miedo a lo que te vas ha encontrar, es de admirar.

Bueno al lío,yo tampoco soy un gran entendido así que te voy a dejar aquí un enlace de uno de los bajistas nacionales mas brutos que conozco.
Un día no hace mucho te pregunte como disfrutabas tu de uno de tus hobbies, ¿te aceurdas?, pues bueno, hoy, me gustaría que tu siguieras el mío,( aun que supongo que lo harás igual)

Yo, según el numero de instrumentos, hago esas escuchas + 1

En este caso hice tres, una por cada uno de las sonadas y una de gratis escuchando el conjunto.

Ya me dirás que te parece, ok?

Busca en el Spoty " Carles Benavent Tino di Geraldo Jorge Pardo-1999-El Concierto de Sevilla " El tema se llma "VivA Caí"

Con esto suficiente =)

Para mi este disco es una maravilla musical a tres bandas.
Espero que se te hinche el pecho como a mi ;D

tenenbaum dijo...

Gracias a ese invento revolucionario de la música llamado Spotify acabo de escuchar el disco de Coltrane. Todavía no me he apasionado por él, pero reconozco su calidad. Es que quizás el jazz, el blues y el flamenco son mis asignaturas pendientes y con mucha diferencia. Pero bueno, poco a poco siempre podemos seguir aprendiendo.

Un saludo

juselito dijo...

Yo tambien llevo bastante tiempo con la inquietud de iniciarme en el jazz,pero cuando llego al stand de musica de vinilos de jazz,no se por cual decantarme o no encuentro "ese disco" recomendado en internet.
Tomo nota con tu recomendacion.

Iñaki dijo...

Es maravilloso leer a alguien con tanto amor hacia la música - arte - que es capaz de lanzarse hacia lo desconocido (desde un punto de vista autoreferencial) y poder descubrir las incontables sorpresas que le aguardan a las mentes inquietas.

Yo adoro el jazz desde hace años y no voy a dar consejos ni estropear los tesoros que aguardan a los curiosos por este mundo, solo una recomendación que puede ser un siguiente paso en el camino del descubrimiento que aquí se ha iniciado:

- BITCHES BREW de Miles Davis.

Saludos en paralelo.

Jero Piñeiro dijo...

Kiko: tengo fichado el disco que mencionas en el Spoty, pero apenas sí lo he reproducido una vez. Como no es la clase de música a la que se le pueda hacer justicia con la primera escucha, me guardo mis impresiones para más adelante, aunque de entrada me ha parecido muy prometedor. Con suerte nos vemos pronto en persona y frikeamos de música (y de todo lo demás, claro) como es debido :D

Tenenbaum: lo mismo que le digo a Kiko vale para lo que tú comentas. "A love supreme" no es un disco fácil. Hay que hacerse a él y eso requiere varias escuchas, pero al final merece muchísimo la pena. Mi recomendación es que insistas; no lo lamentarás. Por otro lado, es verdad que hay géneros que a muchos nos parecen más "lejanos", como el jazz, el flamenco o el blues. Pero la vida es larga y nunca me han dado miedo las etiquetas, así que... ;) Eso sí: con el metal gutural no puedo. Me supera.

Juselito: como no soy ningún experto (ya ves que este disco ha sido mi toma de contacto con el género), no puedo recomendarte nada que no sea "A love supreme", pero al menos éste sí puedo recomendártelo con toda la efusividad de que soy capaz. A mí me tiene enamorado. Y, aunque sé que a los puristas del vinilo quizás os dé cien patadas el formato CD, yo he visto una edición bastante reciente (y carilla) del disco en la FNAC la última vez que estuve. De todos modos siempre puedes escucharlo en el Spotify o en los enlaces que he puesto en la entrada (están los cuatro cortes del álbum). No es muy cómodo, pero...

Iñaki: "Bitches brew" es otro de los álbumes que aparecían constantemente repetidos en mis pesquisas por la red, y lo barajé seriamente como primera opción, pero al final el careto de duro de Coltrane se llevó el gato al agua. De Davis he escuchado "A kind of blue" y me gustó bastante, así que con toda seguridad seguiré tu consejo y le daré unas cuantas escuchas a "Bitches brew". Si se tercia, dejaré caer mis impresiones por estos lares. Y gracias por la recomendación, claro.

juselito dijo...

El otro dia mientras realizaba zapping en el televisor,había un concierto en la tve2 de jazz-soul,de un grupo llamado "Eli paperboy reed",que me dejó boquiabierto.Me he bajado los tres discos que tienen publicado,y llevo tres dias sin parar de escucharlos.Espero que te gusten si aun no los conocías!!

Jero Piñeiro dijo...

Juselito: ah, pues a esos sí los conozco. Me habían gustado mucho los dos primeros discos, pero el siguiente, salvo algunas canciones en concreto (la que más me gusta es "Explosion") me pareció un pequeño bajón de calidad... Pero muchas gracias por la recomendación de todos modos :)