"How could he know
This new dawn's light
Would change his life forever?
Set sail to sea
But pulled off course
By the light of golden treasure
Was he the one causing pain
With his careless dreaming?
Been afraid
Always afraid
Of the things he's feeling
He could just be gone
He would just sail on
He'll just sail on
How can I be lost,
If I've got nowhere to go?
Search for seas of gold
How come it's got so cold?
How can I be lost?
In remembrance I relive
And how can I blame you
When it's me I can't forgive?
(...)"
[Ayer se puso oficialmente a la venta el esperadísimo (por mucha gente, no sólo por mí, según demuestran las espectaculares cifras de ventas) noveno álbum de estudio de Metallica: “Death Magnetic”. Pese a que el primer single, “The day that never comes”, resultó una sorpresa maravillosa, servidor seguía recelando del nuevo trabajo de la banda (la sombra de “St. Anger” es alargada, me temo), pero al escuchar el disco al completo un escalofrío de satisfacción ha recorrido de arriba a abajo mi cuerpo serrano: “Death Magnetic” es el mejor disco de estudio de Metallica desde aquel histórico “Black Album” publicado en 1991. Porque “Death Magnetic” suena a Metallica de cabo a rabo. Han vuelto los solos contundentes de Kirk, la ensordecedora batería (que vuelve a sonar a batería y no a latón, gracias a Cthulhu) de Lars y, por supuesto, la voz de trueno de James (quizás lo único que nunca abandonó a la banda en toda su trayectoria). Trujillo se estrena con nota al bajo, pero se percibe que sus compañeros no quieren verse eclipsados por la nueva y flamante adquisición de la banda (para eso, supongo, está el directo). Pero, como decía el Sr. Lobo (y pido perdón por el lenguaje soez), “no nos comamos las pollas tan pronto”, porque “Death Magnetic” no es un disco redondo: a algunas canciones les sobra un minutito (o incluso dos) de duración y por momentos la producción no termina de convencerme. Esto no empaña, claro, el hecho de que nos encontramos ante un pedazo de disco que quedará para el recuerdo como el regreso triunfal de la banda de metal más grande de todos los tiempos, y uno de mis firmes candidatos (entre lo escuchado hasta ahora, claro) a mejor álbum del 2008.]
[¡Se me olvidaba! Los versos que abren la entrada pertenecen a “The Unforgiven III”. Desde que salió al mercado el álbum “Reload”, entre los fans de Metallica ha existido la discusión de qué canción es mejor: “The Unforgiven” o “The Unforgiven II”. Con esta nueva vuelta de tuerca me han puesto la decisión todavía más complicada, jejeje…]
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