lunes, abril 18, 2011

Crisis en hipotecas infinitas

“Otro jueves negro en el Wall Street Journal.
Desde el veintinueve la bolsa no hace crack.
Cierra la oficina, crece el desvarío,
los peces se amotinan contra el dueño del río.

En el vecindario, a la hora del rosario,
ni carne ni pescao.
Dame otra pastilla de Apocalipsis Now
Mientras se apolilla el libro rojo de Mao.
(...)”

(Joaquín Sabina, “Crisis”)


Partamos de la base de que servidor está muy pez en economía. Resulta muy fácil decir “ay, ay, la crisis, qué mala está siendo” o “la culpa de todo la tienen los bancos” o, más fácil todavía, “la culpa de todo la tienen los políticos”, y quedarnos tan anchos con nuestra perla de sabiduría, sintiéndonos como si hubiéramos descubierto la pólvora. Supongo que la mayoría de la gente tiene más o menos claras las consecuencias de la crisis (o no, que a largo plazo aún nos queda mucha mierda por tragar); lo que no sé es cuántos de nosotros (el pueblo, digamos, llano) conocemos las causas reales que la provocaron. Por eso el estreno de un documental como “Inside Job”, dedicado a explicar el cómo, el por qué y sobre todo el quién de esta hecatombe económica que hace estragos en cada país que toca, me parece una idea a aplaudir.


Siendo estrictos, “Inside Job” no es una película divertida. Desde luego, Charles Ferguson (su responsable) no es Michael Moore: el segundo suele engordar el mensaje satírico de sus films con retruécanos audiovisuales para provocar comicidad o ridículo, acercándose peligrosamente al estilo poco documental de “El Intermedio” del Gran Wyoming; el primero expone los hechos con mayor precisión, sin dejarse llevar por la tentación de decirle al espectador qué debe interpretar en cada escena. Tampoco le hace falta: “Inside Job” se construye en base a las rigurosas explicaciones de la voz en off de Matt Damon (monocorde y bastante aséptica), a las gráficas que explican las distintas operaciones económicas que hundieron Wall Street (y en consecuencia el resto de la economía mundial), a las imágenes de archivo de las comisiones reguladoras de la situación (con declaraciones de algunos de los responsables de la crisis) y a las palabras de los economistas, ejecutivos y prostitutas (el trinomio brokers-putas-cocaína es un clásico) entrevistados. Sin editar o retocar estas imágenes, la denuncia se desprende ella sola del conjunto: ciertas personas con importantes cargos de orden empresarial y político se enriquecieron (y mucho, una maldita barbaridad) a través de un plan madurado a lo largo de los años (desde la instauración de políticas de menor control sobre la economía hasta las célebres hipotecas sub-prime, pasando por las grandes fusiones de firmas financieras) sabiendo de antemano que a) sus culos estaban a salvo (cuanto mayor era la entidad en bancarrota, más obligado se sentiría el gobierno a rescatarla con dinero público), b) sus productos eran potencialmente perjudiciales para el mercado financiero (e incluso especularon contra su valor a través de derivados) y c) sus contratos les proveerían de indemnizaciones multimillonarias que les garantizarían una vida de lujo mientras el resto del barco (las clases media y baja) se hundiría rápidamente tras el choque del iceberg.


“Inside Job” pone nombre y rostro a estos criminales que actuaron movidos no por la ignorancia o la más absoluta incompetencia, sino por auténtica mala fe: son Alan Greenspan, Larry Summers, Hank Paulson, Richard Fuld o Fred Mishkin, entre muchos otros; tipos cuyos actos son conocidos (el documental no admite dudas al respecto) y sin embargo no sólo no han sido procesados por sus delitos, sino que siguen montados en el dólar, dirigiendo el cotarro (la recuperación económica, qué ironía) desde sus despachos en Wall Street o la Casa Blanca. Porque, en efecto, “Inside Job” también incide claramente en el hecho de que los presidentes son hombres de paja en manos del auténtico poder en la sombra (que está bastante a la luz, por cierto), y que sus asesores financieros, sus tesoreros y demás corte económica no varían entre un gobierno demócrata y uno republicano: siempre están ahí, comiéndole la oreja con sus maquiavélicos planes tanto al pizpireto George W. Bush como al salvador del proletariado Barack Obama.


“Inside Job” es eso que a veces llamamos cine necesario: necesario para que un lego en materia de economía como yo se ponga las pilas y sea capaz de identificar las causas y los culpables de la crisis. Necesario para que, al abandonar la sala con un profundo sentimiento de frustración, rabia e indignación por los hechos que acaba de descubrir, se plantee desterrar su aborregada actitud diaria en el falso estado de bienestar y se pregunte por dónde puede empezar a reconstruir un mundo que está roto, sí, pero que por suerte aún no está muerto. “Inside Job” es la clase de película que, con el público adecuado en frente, puede encender las llamas de una revolución. Ojalá ese público todavía exista.


Una cosilla: acompañando a esta entrada pueden verse varias tiras escritas y dibujadas por Manel Fontdevila, uno de los mejores humoristas gráficos de nuestro país en la actualidad. Sus reflexiones sobre la crisis para el diario “Público” acaban de ser recopiladas por la editorial Astiberri en el libro “La crisis está siendo un éxito”. Se trata de una visión ingeniosa, lúcida y divertidísima de la situación económica actual, absolutamente recomendable. Y si uno no quiere gastarse los eurillos que marca el precio de portada, siempre puede leer esas mismas tiras (y muchas más, relativas a otros temas igual de importantes) en su estupendo blog.

7 comentarios:

Mauricio Milano dijo...

Pues no sabía sobre esta película! Ya la tengo anotada para ir a verla en cuanto la vea en cartelera. Saludos!!

J.J. González Haro dijo...

Espero que recibieras, mi correo (si no dimelo y te lo repito). Aprovecho para dejarte un enlace a una entrevista que he hecho a un dibujante ... a ver que te parece...

http://www.defanafan.com/2011/04/daniel-sampere-un-dibujante-en-rapido.html

Mauricio Milano dijo...

PD: Este mes es el mes de la música en mi blog, y quería invitarte especialmente a leer el post más reciente, sobre Charly García. No sé qué tan conocido es en España, quizás nada, pero es un gran GRAN artista argentino que queremos mucho en el Río de la Plata. Un genio musical indudablemente. A ti que te gusta la música, podría interesarte.

Saludos!!

Jero Piñeiro dijo...

Mauricio: la peli, como habrás imaginado, muy recomendada por mi parte. Tu post sobre Charly García (lo conozco pero poco, sobre todo por las alusiones constantes de otros músicos como Calamaro, Bunbury o Sabina) lo leeré a la vuelta de Semana Santa, que ahora mismo estoy bastante desinformatizado (no hay más que ver lo parado que está el blog y lo que he tardado en responder a vuestros últimos comentarios). Un saludo ;)

Kin: perdona tú también el retraso. Leí tu mail en su momento y se me pasó responder porque últimamente ando liado con un par de proyectos y tengo la vida social internetera bastante descuidada. Además en Semana Santa tengo el acceso a internet un poco más difícil. A la vuelta de vacaciones (cuando esté en Madrid) me pongo al día con tu blog :) Un saludo.

Sicodélica dijo...

A mí esa película me pareció increíble. Es verdad que no es Moore, pero te da todos los datos y toca todas las "teclas". Está arrasando y no es para menos, deja con el culo al aíre muchas mentiras que nos han ido contando.

Anónimo dijo...

Llevo un tiempo leyendo este blog.
En serio y sin ningún ánimo de hacer la pelota: no sé cómo no estás escribiendo en una revista especializada en comics, en música o en cine.

Jero Piñeiro dijo...

Sicodélica: lo de Moore no lo decía como algo malo. De hecho, prefiero que los documentales sean más rigurosos y que al menos pretendan aparentar cierta objetividad. Lo de Moore, como digo en la entrada, tiene a estas alturas tan poco crédito como un sketch de "Buenafuente" o de "El intermedio"... Otra cosa es que uno comulgue más o menos con sus opiniones.

Anónimo: muchísimas gracias por el halago. Difícilmente se puede considerar pelota a quien deja un comentario anónimo, ¿no? De todos modos, y sin ánimo de falsa modestia, creo que para ser periodista especializado sobre cualquiera de esas materias (cine, música, comics o lo que sea), más allá de los criterios de valoración subjetivos que uno tenga y de la forma más o menos interesante en que diga las cosas, hay que tener un conocimiento de base muy amplio, casi enciclopédico. Lo bueno del blog (para la imagen que el blogger proyecta en el lector), es que quien lo escribe puede parecer cultísimo si sabe recurrir a las fuentes adecuadas en internet. El auténtico crítico de cine (yo sólo he conocido personalmente a uno, que fue profesor en mi facultad) no precisa de Filmaffinity o Imdb para recordar la filmografía de un realizador o un intérprete: maneja esa información de forma natural y posee auténtico conocimiento sobre todo lo que escribe. El blogger medio (como yo) aparenta saber más de lo que realmente sabe porque tiene a su alcance herramientas como Google o la Wikipedia. Y así está tirado parecer una eminencia...

Dicho todo esto: me alegro de que te guste el blog y mil gracias por tu comentario. Así da gusto escribir en El Abismo :)